La espiritualidad puritana y reformada. Joel Beeke

La espiritualidad puritana y reformada - Joel Beeke


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      La Espiritualidad

      Puritana y Reformada

      Un Estudio Teológico y Práctico Tomado de Nuestra Herencia Puritana y Reformada

      Joel Beeke

      Publicado por:

      Publicaciones Faro de GraciaP.O. Box 1043 Graham, NC 27253 www.farodegracia.org

      ISBN 978-1-629461-55-7

      La Espiritualidad Puritana y Reformada Un Estudio Teológico y Práctico Tomadode Nuestra Herencia Puritana y Reformada por Joel Beeke

      Derechos de Autor © 2006 Evangelical Press

      Derechos Reservados

      Agradecemos el permiso y la ayuda brindada por Evangelical Press (Faverdale North Industrial Estate, Darlington, DL3 OPH, England) para traducir e imprimir este libro, Puritan Reformed Spirituality, al español. www.evangelicalpress.org

      Traducción al español por Juan Sánchez Llamas y Armando Valdez

      © 2008 Publicaciones Faro de Gracia, Todos los Derechos Reservados

      Ninguna parte de este libro puede ser reproducida por ningún medio, sin el consentimiento escrito de la casa publicadora, excepto por citas breves usadas para revisión en una revista o periódico.

      Diseño de la Portada por Jeremy Bennett, www.kalosgrafx.com Diseño Editorial por Julio Armando González, Tsur y Asociados

      © Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera

      © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.

      Con afectuoso aprecio de

      John R. Beeke y James W. Beeke,

      hermanos en la carne, en mente, en corazón y en Cristo;

      nacidos para el tiempo de angustia

      y coparticipes del gozo inefable.

      La espiritualidad es un tema muy presente en la gente de hoy. Con su predominante secularismo y materialismo, la cultura moderna ha fracasado en satisfacer a sus consumidores. Muchos se están dando cuenta de la verdad de lo que Moisés dijo a los hijos de Israel: “No sólo de pan vivirá el hombre” (Dt. 8:3). Con Cristo en su Sermón del Monte, preguntan: “¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” (Mt. 6:25). El resultado es un nuevo interés en descubrir y promover las dimensiones interior y espiritual de la vida humana.

      El cristianismo histórico siempre ha compartido este interés. Fundamental para la fe cristiana es la convicción de que “Dios es Espíritu” (Jn. 4:24) y de que los seres humanos están hechos a imagen de Dios (Gn. 1:26-27). Valorando el estado del hombre caído, el apóstol Pablo declaró que los hombres están “ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Ef. 4:18). Cristo mismo declaró: “El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Jn. 3:3).

      El cultivo de la vida espiritual ha sido orientado en diferentes direcciones por diferentes tradiciones cristianas. El catolicismo romano ha ofrecido una espiritualidad de ritualismo y administración sacramental y, alternativamente, las disciplinas de la vida monástica y la búsqueda del misticismo. La tradición metodista wesliana, el movimiento de santidad y, más recientemente, el pentecostalismo y el movimiento carismático han ofrecido una espiritualidad con menos contenido ceremonial o intelectual y gran cantidad de emoción y subjetivismo.

      El problema con la mayoría de la espiritualidad hoy en día es que no está claramente acotada en la Escritura y, con demasiada frecuencia, degenera en misticismo no bíblico. En contraste, el cristianismo reformado ha seguido una senda propia, grandemente determinada por su interés en probar todas las cosas con la Escritura, y desarrollar una vida espiritual formada por las enseñanzas y directrices de la Escritura. La espiritualidad reformada es la puesta en práctica de la convicción de que “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2 Ti. 3:16). En dependencia del Espíritu Santo, se propone alcanzar lo que John Murray llamó “piedad inteligente”: férreo conocimiento de la Escritura y sincera piedad. De los predicadores, eruditos y escritores que fomentaron este tipo de espiritualidad bíblica, ninguno ha superado a los puritanos de Inglaterra y sus coetáneos en Escocia y Holanda. Su legado destaca por basar toda espiritualidad, experiencia y afectos en la Biblia.

      El doble énfasis de alimentar mente y alma es tremendamente necesario hoy en día. Por un lado, confrontamos el problema de la ortodoxia reformada seca, que tiene una enseñanza doctrinal correcta pero carece de énfasis en una vida sentida y piadosa. El resultado es que la gente se arrodilla ante la doctrina de Dios sin una unión vital y espiritual con el Dios de la doctrina. Por otro lado, el cristianismo pentecostal y carismático ofrece emocionalismo, en protesta contra un cristianismo formal y sin vida, pero sin estar sólidamente arraigado en la Escritura. El resultado es que la gente se arrodilla ante el sentimiento humano en vez de ante el Dios trino.

      Este libro promueve espiritualidad bíblica mediante un estudio de la herencia reformada y puritana. Los primeros tres capítulos tratan de varios aspectos de la espiritualidad de Calvino, mientras que los cinco siguientes muestran dimensiones espirituales de los puritanos, concretamente en la obra de William Ames (capítulo 6) y Anthony Burgess (capítulo 8). Los capítulos 9-12 consideran la espiritualidad puritana de la tradición escocesa mediante las vidas de John Brown de Haddington, Thomas Boston, y Ebenezer y Ralph Erskine. El capítulo 13 introduce la espiritualidad de la Segunda Reforma Holandesa, seguida de estudios de algunos de sus principales representantes (capítulos 14-16): Willem Teellinck, Herman Witsius y Theodorus Jacobus Frelinghuysen. El libro concluye con estudios sobre la justificación por la sola fe, la santidad y la predicación experimental reformada (capítulos 17-19), todos los cuales se centran en la espiritualidad puritana.

      El capítulo 13 de este libro fue dado como una conferencia para el Interdisziplinäres Zentrum für Pietismusforschung, en Halle (Alemania), en 1997. No ha sido impreso previamente en revista ni libro. Otros capítulos han sido revisados y/o expandidos, y todos ellos han sido reelaborados a partir de su impresión original. Quisiera expresar mi sincera gratitud por permitírseme reimprimir a partir de las siguientes fuentes literarias: capítulo 1, The Cambridge Companion to John Calvin, editado por Donald K. McKim (Cambridge: University Press, 2004), 125-52; capítulo 2, Calvin and Spirituality, editado por David W. Foxgrover (Grand Rapids: CRC Product Services, 1999), 13-30; capítulo 3, Reformation and Revival 10, 4 (otoño, 2001): 107-32; capítulo 4, Reformed Spirituality: Communing with Our Glorious God, editado por Joseph A. Pipa, Jr. y J. Andrew Wortman (Taylors, S.C.: Southern Presbyterian Press, 2003), 73-100; capítulo 5, Trust and Obey, editado por Don Kistler (Morgan, Penn.: Soli Deo Gloria, 1996), 154-200; capítulo 6, The Devoted Life: An Invitation to the Puritan Classics, editado por Randall C. Gleason y Kelly M. Kapic (Downers Grove, Ill.: InterVarsity, 2004); capítulo 7, Whatever Happened to the Reformation?, editado por Gary L. W. Jonson y R. Fowler White (Phillipsburg, N.J.: Presbyterian & Reformed, 2001), 229–52, 320–25; capítulo 8, The Answer of a Good Conscience (Westminster Conference papers, London: Tentmaker, 1998), 27–52; capítulo 9, The Systematic Theology of John Brown of Haddington (Ross-shire: Christian Focus, and Grand Rapids: Reformation Heritage Books, 2002), e–x; capítulo 10, Complete Works of Thomas Boston (Stoke-onTrent, England: Tentmaker, 2002), 1:I–1 a I–16; capítulos 11–12, The Beauties of Ebenezer Erskine (Ross-shire: Christian Focus, and Grand Rapids: Reformation Heritage Books, 2001), i–liii, 617–22; capítulo 14, The Path of True Godliness by Willem Teellinck (Grand Rapids: Baker, 2003), 11–29; capítulo 15, An Analysis of Herman Witsius’s Economy of the Covenants (Ross-shire: Christian Focus, 2002), iii–xxi; capítulo 16, Forerunner of the Great Awakening: Sermons by Theodorus Jacobus Frelinghuysen (Grand Rapids: Eerdmans, 2000), vii–xxxviii; capítulo 17, Justifi cation by Faith Alone, redactado por Don Kistler (Morgan, Penn.: Soli Deo Gloria, 1995), 53–105; capítulo


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