Versos libres encadenados. Ladislao Feder
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Ladislao Feder
Versos libres encadenados : poemas y sueños / Ladislao Feder. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: online
ISBN 978-987-87-0832-4
1. Poesía Argentina. I. Título.
CDD A861
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail: [email protected]
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Dedico este libro a mi familia, a mis amigos,
a todos los que creyeron y van a creer en mí
y por sobre todas las cosas a Dios, dueño de todo.
Espero, Señor, no desilusionarte.
Para Inesita.
Prólogo
Ponles cinturón a tus ansias, siéntate, tómalo con cuidado por el solo hecho de que se caigan las palabras, respira, ábrelo, ahora es tuyo, acomoda las palabras como quieras y comienza el viaje.
Lo haremos juntos, solo el final será distinto, el final lo irás planeando en el camino.
Buen viaje.
A mis hijos
Ángel guardián
Te pido, diosito mío, desde ya te doy las gracias por darme el hijo que tengo y por alumbrarle el alma.
Te pido, Dios, un favor que para mí es muy grande, que me mandes el mejor de los que tú tienes, un ángel.
Cuida bien que sea paciente y que actúe con esmero, que sea de la paz guerrero y en la guerra un mediador.
Te pido que me lo entrenes para una ardua tarea, que sea inteligente y también un luchador.
Porque mi hijo es inquieto seguro, pone en aprietos al ángel que toque de oído o no tenga vocación.
Por eso Dios yo te pido que me mandes ese ángel.
El mejor, el más osado, para que esté a su lado, que nunca lo deje solo y que le cuide los pasos.
Que sea almohadón a sus golpes y un hombro para su llanto, que no lo abandone nunca.
Y que lo guíe en la vida, que lo rete y lo aconseje y lo saque de las riñas, que lo siga a sol y a sombra.
Que lo ampare y le dé cobijo, porque no es a cualquiera, él cuidará a mi hijo.
Y te pido por favor que le digas a este ángel que ante cualquier situación que él se encuentre en peligro
me lo saque de las malas y sea su mejor amigo.
Ahora me pregunto yo por qué, Dios, no lo has enviado, solo has dicho que ese ángel
ya debe andar por estos lados, por las dudas mientras tanto dice que ocupe ese lugar
y es así como me siento yo, como un ángel guardián.
Espero que así lo sienta mi hijo, aunque a veces estoy lejos, aunque crea que no lo escucho,
aunque a veces sin querer con los retos lo lastime.
Perdóname si me equivoco, estamos aprendiendo juntos
y ser su ángel de relevo me mantiene ocupado todo el tiempo, me asusta, pero me gusta.
Quisiera que sea por siempre, pero si así no lo fuera, te repito ese favor, que me mandes el mejor.
Soy papá
Hoy soy papá el mismo tiempo que tú eres mi hijo.
Soy papá gracias a ti, gracias a ustedes, mis hijos,
que me han enseñado día a día.
Y me llevan a intentarlo porque esta tarea ha sido un desafío enorme,
sin estudio previo, sin machetes, sin soplidos, sin prospecto, sin guía, sin camino marcado, porque ni siquiera se me dio por espiar a mis padres de cómo lo hacían.
Más bien siempre me quejé,
yo creía que lo hacían mal, pero hoy digo que no estaban equivocados, hicieron siempre lo correcto
porque les enseñó la vida como ahora lo hace conmigo.
Soy papá y eso me pone orgulloso porque aprendí a ser menos egoísta, porque ahora entrego todo por ellos.
Más amigo porque trato de caerles bien para entrar en sus vidas.
Más justo para no darle más a uno que a otro.
Más paciente para permitirles errores y perdonarlos.
Más fuerte para que nunca me vean caer.
De brazos más grandes y largos.
Para abrazarlos a todos.
Más papá porque todos los días me enseñan algo nuevo.
Porque me entregan amor,
que es el verdadero secreto por el cual no decaemos nunca porque con amor todo es más fácil y todos los problemas se superan
porque ustedes también han hecho un gran trabajo
Tanto
Tanto escapar para no hacerle frente a la verdad.
Tanto correr y siempre la tuviste un paso atrás.
Hasta creíste que a veces se adelantaba.
Y en cada mirada tú te delatabas.
Te hizo sufrir y no ganaste nada.
Suelta todo lo que guardas en secreto.
Todo lo que te destruye por dentro.
Todo lo que sin querer te mata.
Suelta todo lo que ya sabían.
Todo eso que solo esperan que lo digas.
Suelta ese aire que te ahoga.
Suéltalo, libera lo que sobra, luego respira.
Di siempre la verdad.
Así se puede reparar
lo que está mal.
No te escondas detrás de una mentira
porque no te sirve, es muy fina.
Y se ve todo.
No te apartes, no andes con prisa,
golpea las puertas de la vida.
En ella podrás mirar todo el camino, el que tú elijas.
Mírala y elige siempre sin dudar y sin reproches
la que tiene a tu familia.
Es la más segura, lo aseguro.
Porque estarán siempre en lo oscuro y te guiarán sin perder el rumbo a tu salida.
Mírate al espejo y descubre lo que eres.
Descubre lo que ven cuando te miran y verás que todos, todos lo sabían.
Solo esperaban ayudar.
Pero que con respeto, sin meterse, como lo hace Dios, dando el amor, la pieza fundamental en nuestras vidas.
Inténtalo,
no le tengas miedo a la oscuridad.
Prende tu vela y échate a andar.
No