Presencias del pasado. Roger Chartier
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© Roger Chartier, 2021
© De esta edición: Universitat de València, 2021
Diseño de la colección: Enric Solbes
Coordinación editorial: Maite Simón
Maquetación: Inmaculada Mesa
Corrección: David Lluch
Fotografías: Pep Pelechà
(Taller d’Audiovisuals de la Universitat de València)
Ilustración de la cubierta:
Sebastian Brant, Das Narrenschiff. Stultifera nauis. París, 1499
[Universitat de València. BH, Inc. 286, f. XI]
ISBN: 978-84-9134-795-8 (ePub)
ISBN: 978-84-9134-796-5 (PDF)
Edición digital
Índice
Nota a la edición, a cargo de Francisco M. Gimeno Blay
DISCURSOS PRONUNCIADOS EN EL ACTO DE INVESTIDURA
Laudatio académica a cargo del doctor Francisco M. Gimeno Blay
Lectio pronunciada por el doctor Roger Chartier
Palabras de clausura de la Excma. y Magfca. Sra. Rectora M. Vicenta Mestre
BIOBIBLIOGRAFÍA del Dr. Roger Chartier, a cargo de Francisco Fuster
2. Curiosidad, lectura y ocio en el Siglo de Oro
4. La construcción estética de la realidad: vagabundos y pícaros en la Edad Moderna
5. Encuentros. Cervantes en Inglaterra, Inglaterra en Cervantes
7. Edición y Universidad (siglos XV-XXI)
8. Esto no es una ego-historia. Generaciones de lecturas
Nota a la edición
Presencias del pasado publica un conjunto de estudios del profesor Roger Chartier escritos todos, menos uno, en castellano por el autor y seleccionados por él mismo para esta ocasión. La elección ha privilegiado ocho estudios de entre la riquísima, atractiva y sugerente actividad investigadora llevada a cabo. Existe, no obstante, entre todos ellos un elemento común que ha actuado como cohesio nador. Roger Chartier ha convertido el texto en una encrucijada a la que dirige su mirada, hacia la que camina y en la que escruta los entresijos del proceso comunicativo que alumbró los textos que han alcanzado la actualidad, sin olvidar a las personas que participaron tanto de forma activa como pasiva en ellos. Gracias a ellos él escucha «con los ojos a los muertos», como recordó F. Quevedo.
En el texto, fruto de un proceso creativo continuado en el tiempo y guiado por el autor, confluyen, además, los diferentes actores merced a los cuales se transformó en un objeto material. Esta propuesta interpretativa es el resultado de haber superado los confines académicos disciplinares, haberlos frecuentado con asiduidad y haber asumido su mejor lección. El autor ha procedido del mismo modo que don Quijote al entrar en la imprenta barcelonesa. El hidalgo manchego descubrió allí las diferentes actividades desarrolladas por los profesionales que hicieron posible el encuentro entre el autor y el lector, facilitando un diálogo infinito entre ambos y permitiendo que el lector actual pueda escuchar el rumor de las voces silentes de una época pretérita y extinguida.
La inscripción del texto comportaba la superación del tiempo, del intercambio hic et nunc, y, en consecuencia, del carácter efímero y transitorio de la vida. Así las cosas, el texto transita entre la idea del autor, podría decirse la parte sustantiva de la obra, incorpórea e inmaterial, y los objetos que el lector lee. Una vez el texto se independizó del autor, otros, en la imprenta, decidieron las características materiales que lo pondrían en circulación. Al hacerlo mediatizaron la relación entre el texto, transformado en objeto, y el lector. Gracias a ellos deja de ser una mera abstracción, intangible, privada de una existencia física, para transformarse en un objeto que camina al encuentro del lector superando la ausencia comunicativa que media entre ambos. En este deambular el texto ya no viaja solo, está acompañado por todos aquellos profesionales, incluso los ocultos y silentes, que contribuyeron a definir su factura material facilitando un diálogo fructífero y creativo.
De lo anterior se desprende la necesidad de prestar atención, por una parte, al discurso, en el que el autor representa una realidad y proyecta, además, una alternativa a la existente, y, por otra, a los objetos que dan vida a los discursos. La escritura exterioriza exponiendo la idea esencial de la obra, proyectando sobre el conjunto social una intención, tal vez un deseo, una aspiración que revela y expone. La centralidad del texto ha permitido al profesor Chartier servirse de las representaciones de la cultura escrita para indagar las prácticas culturales movilizadas por una sociedad dada, distinguiendo entre las estrategias de dominación por parte del poder y las prácticas de apropiación desarrolladas por los potenciales usuarios. Las implicaciones de esta apuesta metodológica superan los límites de la representación, entendida sea como mero recuerdo o como propuesta alternativa de futuro, y han favorecido la reflexión sobre las fuentes del conocimiento utilizadas por el historiador, por una parte, y sobre la construcción del relato resultante, por otra.1
Los lectores, viajeros impenitentes, transitan espacios ajenos, se apropian de las experiencias transformadas en discursos que otros atesoraron. Ellos viajan libres o constreñidos por las convenciones sociales. Acomodan a los objetos que reciben sus formas de apropiación, condicionadas por las convenciones de lectura, por las comunidades de interpretación y por sus propios intereses personales. Muchos de estos lectores depositaron huellas de uso en los mismos libros, sedimentándose unas sobre otras, enriqueciendo las palabras iniciales, primigenias, con otras secundarias introducidas como comentarios exegéticos, notas de lectura o glosas de diverso género. El discurrir del tiempo