Clima, naturaleza y desastre. AAVV
CLIMA, NATURALEZA Y DESASTRE
ESPAÑA E HISPANOAMÉRICA
DURANTE LA EDAD MODERNA
Armando Alberola Romá, Eduardo Bueno Vergara, Adrián García Torres, Pablo Giménez Font, Enrique Giménez López, Cayetano Mas Galvañ, Jorge Olcina Cantos, M.a Eugenia Petit-Breuilh Sepúlveda, Francisco Sanz de la Higuera, José Miguel Viñas
CLIMA, NATURALEZA Y DESASTRE
ESPAÑA E HISPANOAMÉRICA
DURANTE LA EDAD MODERNA
Armando Alberola Romá (coord.)
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
Los estudios que integran el presente volumen se han realizado en el marco del proyecto de investigación HAR2009-11928, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.
Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, fotoquímico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo de la editorial. |
© De los textos: los autores, 2013
© De esta edición: Universitat de València, 2013
Coordinación editorial: Maite Simón
Maquetación: Inmaculada Mesa
Corrección: Pau Viciano
Cubierta:
Diseño: Celso Hernández de la Figuera
Ilustración: Figuración histórica del terremoto de Messina de 1783 (grabado de 1908)
ISBN: 978-84-370-9312-3
Edición digital
A Ramiro Muñoz Haedo. Amigo, compañero, ejemplo.
In memoriam.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN, Armando Alberola Romá
VÍCTIMAS DEL MIEDO: CULPABILIDAD Y AUXILIO DEL CIELO FRENTE A LA CATÁSTROFE, Adrián García Torres
CLASIFICACIÓN DE LAS NUBES: DE LAMARCK Y HOWARD AL ATLAS INTERNACIONAL DE NUBES, Jorge Olcina Cantos
EL CLIMA DE LA TIERRA A LO LARGO DE LA HISTORIA, José Miguel Viñas
INTRODUCCIÓN
Armando Alberola Romá
Universidad de Alicante
Los estudios que integran el presente volumen forman parte de los resultados del proyecto de investigación HAR2009-11928 financiado por el Gobierno de España a través del MICIIN, en su comienzo, y del MINECO, en su fase final. Responden a investigaciones de primera mano desarrolladas por los componentes del Grupo de Investigación en Historia y Clima de la Universidad de Alicante a las que se incorporan contribuciones de expertos invitados a participar en los seminarios que, sobre esta temática y cada mes de mayo, se vienen celebrando de manera ininterrumpida en el campus alicantino desde hace ya una decena de años.
Meteorología extrema, naturaleza desatada, desastre, crisis de subsistencias y religiosidad popular constituyen elementos, junto con otros de diversa índole, con los que se construyen las diferentes aportaciones. En algunas de ellas se ofrecen propuestas metodológicas para afrontar el análisis que, en última instancia, queremos que nos conduzca a conocer –cuanto más y mejor sea posible– el modo en que las sociedades de Antiguo Régimen y sus precarias economías soportaron estos problemas y también, en qué medida, intentaron hacerles frente y suavizar sus efectos.
La contribución de Cayetano Mas muestra las posibilidades que puede deparar el estudio concienzudo de los epistolarios para obtener información meteorológica durante una secuencia temporal amplia. En un ensayo previo tuvimos ocasión de exponer los resultados logrados tras el análisis de varios cientos de cartas cruzadas entre personalidades relevantes de la España ilustrada.1 En el caso que nos ocupa se trata de la relación epistolar mantenida, entre los años 1759 y 1765, por Carlos III de España con su hermano Felipe de Parma y con Bernardo Tanucci, su ministro en Nápoles. Si de la correspondiente a este último se halla publicada una porción de misivas, la relativa a los dos hermanos permanecía inédita hasta el momento en el Archivio di Stato di Parma. Podemos decir que la explotación de la correspondencia como fuente de datos climáticos (proxy-data) apenas acaba de iniciarse, y el estudio de Cayetano Mas ofrece, aparte de una reflexión de tenor metodológico, los resultados de índole climática que su concienzuda pesquisa ha conseguido alumbrar y que vienen a enriquecer los conocimientos que sobre la percepción del «tiempo» nos legaron quienes vivieron en España a comienzos del último tercio de la centuria ilustrada. En este caso se trata de personajes de enorme relevancia que, con una frecuencia semanal, proporcionan sistemática información meteorológica componiendo una serie que, por su extensión y regularidad, resulta de un interés excepcional.
Eduardo Bueno ofrece, asimismo, una excelente aproximación metodológica a la explotación de una fuente no empleada hasta la fecha para estudiar el comportamiento del clima en el Alicante del siglo XVIII. Partiendo de la base de que la producción vinatera constituyó durante la centuria ilustrada parte esencial de los intercambios comerciales que contribuyeron al enriquecimiento de la ciudad en este período, el trabajo de Bueno estudia las fluctuaciones de las cosechas de vid y los datos pormenorizados de lo declarado por los diferentes propietarios cada año. Al no disponer, como sucede en otros lugares, de la fecha exacta en que tenían lugar las vendimias ha sido necesario trabajar de manera sistemática los denominados Manifiestos del vino, documentación de complejo y minucioso vaciado que, al cabo, le ha permitido elaborar una propuesta de interpretación de sus contenidos e información así como caracterizar, con las cautelas correspondientes, el comportamiento del clima en Alicante entre 1709 y 1799.
Los trabajos de Armando Alberola, Francisco Sanz de la Higuera y de Pablo Giménez Font y Enrique Giménez López analizan las fluctuaciones climáticas y sus desastrosas consecuencias en diferentes