El norte de Jalisco. Paulina Ultreras Villagrana
Colección Monografías del Centro Universitario de Tonalá
Índice
Capítulo 1. La visita de Calleja
Capítulo 2. Región, frontera y honor
Capítulo 3. El pasado y el presente en la descripción de la región
Capítulo 4. El contexto etnográfico de la ganadería
Para Antonio y Ana María
Agradecimientos
El presente libro es el resultado de algunas preguntas interesantes que surgieron durante la defensa de mi tesis de maestría, especialmente aquellas sobre la formación y el cambio de la Región Norte en momentos de las reformas borbónica y neoliberal. A lo largo del camino he descubierto nuevas líneas de trabajo, todas fascinantes, al pensar en la región como herramienta metodológica. La investigación no hubiera sido posible sin el apoyo de dos instituciones y su contribución a través de becas: el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (2005-2006) y El Colegio de San Luis (2007).
Durante el proceso de investigación varias personas me leyeron, escucharon, recomendaron lecturas, ideas y modificaciones al texto, realizaron sugerencias, críticas y preguntas para mejorar este libro. Quiero expresar mi agradecimiento a Andrés Fábregas Puig por compartir sus conocimientos, su amistad y la lectura cuidadosa del texto en diversas ocasiones; sus recomendaciones fueron invaluables. Además, Neyra Patricia Alvarado Solís y Andrew Roth estuvieron dispuestos a discutir conmigo extensamente sobre la región, la frontera y la ecología cultural. Isabel Mora y Javier Maisterrena realizaron observaciones y recomendaron lecturas importantes sobre pastores y sistemas productivos ganaderos. Elizabeth Pérez Márquez, Hugo Cotonieto Santeliz y Diana Sofía Sánchez Hernández leyeron y escucharon varias versiones del manuscrito y aportaron sugerencias valiosas. Los dictaminadores de este libro hicieron recomendaciones importantes para una lectura más grata.
En ciesas Occidente tuve la oportunidad de repensar la región en el Seminario de Región con Pablo Mateos, Julia Preciado y Humberto González; no menos importante fue la reflexión con los alumnos del Doctorado en Ciencias Sociales, generación 2016-2020.
En el norte de Jalisco, en particular en Colotlán, Mezquitic y Villa Guerrero, muchísimas personas tuvieron la confianza de compartirme un trozo de su vida, y con algunos de ellos sostengo una amistad que nos une desde entonces. Espero que este libro contribuya a conocer un poco más esta región, su historia y su gente.
Agradezco a mi familia por su apoyo y afecto. Israel y Andrés me regalaron su tiempo, su aliento y su amor para que yo lo dedicara a la finalización del libro.
Introducción
La presente investigación es sobre la Región Norte del estado de Jalisco, que ha estado marginada del interés académico y del desarrollo económico. Es un ámbito espacial en donde se encuentran una sociedad de rancheros mestizos y el pueblo wixárika. El objetivo consiste en explicar la transformación de una región fronteriza en el periodo colonial, que se consolidó como una sociedad de rancheros en nuestra actualidad. Esta investigación busca tender un puente entre el pasado y el presente para comprender la realidad regional actual del norte de Jalisco. La mirada histórica, de largo alcance, otorga profundidad a los problemas contemporáneos, y por ello este trabajo se inscribe dentro de la etnohistoria, disciplina antropológica que conjuga la historia y la antropología. Se entiende la etnohistoria como la “aplicación de la antropología al examen del pasado”, tomando en cuenta la realización de trabajo de campo, la etnografía y la reflexión antropológica para hacer etnohistoria y explicar el pasado (Fábregas, 2003: 63). El análisis de la etnografía histórica (que se encuentra en la lectura cuidadosa de los documentos de archivo, las relaciones de viajeros, los informes de párrocos y militares, entre otros) y la etnografía actual aportan los elementos necesarios para entender la dinámica de las regiones: las continuidades y las rupturas.1
El hilo conductor es la ganadería, una de las principales actividades económicas en la actualidad, pero que tiene una tradición añeja que se remonta al periodo colonial. Los actores regionales a través de la práctica ganadera han abastecido las exigencias del mercado, gracias al cambio en la tecnología. Para visualizar los cambios regionales realicé trabajo de campo en cinco de los diez municipios que comprenden el norte de Jalisco, y comparé los hallazgos con la descripción del gobierno de las Fronteras de San Luis Colotlán, efectuada por Félix María Calleja hacia 1790.
Por ende, este libro se inscribe en la tradición de los estudios regionales, que en México fueron innovadores en la década de 1970. Los equipos interdisciplinarios de las universidades y centros de investigación hacían posible la tarea, por lo que las investigaciones fueron prolíficas. Sin embargo, la tendencia a realizar este tipo de estudios ha ido en declive. Mi formación en historia, posteriormente en antropología, y la experiencia de trabajo con un grupo interdisciplinario interesado en el análisis de las regiones me llevaron a conocer el norte de Jalisco y a preguntarme por la conformación de la región desde una perspectiva histórica y con preguntas elaboradas en el presente, sin olvidar que las regiones están insertas en dinámicas locales y globales, pero sus características y las respuestas de sus habitantes frente a presiones económicas y políticas externas los llevan a utilizar su experiencia y su pasado para enfrentar los retos que se avecinan. Los estudios regionales invitan a reflexionar sobre fenómenos contemporáneos con la mirada puesta en el pasado.
La Región Norte de Jalisco durante el siglo xix fue el octavo cantón, y en el periodo colonial se denominó gobierno de las Fronteras de San Luis Colotlán. Su colonización y fundación estuvieron ligadas al avance fronterizo de la dominación española; ahí radicaba la importancia de Colotlán como lugar de expansión de la frontera, de seguridad para los viajeros y de protección de los caminos. En el siglo xvi, Colotlán contaba con un presidio, lo cual le otorgaba cierta autonomía de la administración colonial. De igual manera, su erección estuvo vinculada con los descubrimientos de yacimientos mineros en Zacatecas, por lo cual era necesario el control del espacio. La cualidad fronteriza de Colotlán se afianzó al final del siglo xvi con la creación del gobierno de las Fronteras de San Luis Colotlán, una región independiente con respecto a la administración colonial, baluarte del avance colonizador y, posteriormente, región minera.
Una piedra angular en este libro es el informe de Félix Calleja que leí por primera vez en el año 2000. El general Calleja, por órdenes del virrey Revillagigedo, visitó las Fronteras de San Luis Colotlán en 1790. El expediente fue encontrado en el Archivo General de Simancas y es una pieza rica en información cartográfica, estadística, militar y de la vida cotidiana, razón por la cual consideré la posibilidad de contrastar la visita de Calleja con la realidad etnográfica y tratar el tema de la dinámica regional.
El documento de Calleja da pauta, debido a la calidad de la información (cuantitativa y cualitativa), para establecer comparaciones entre el pasado que refleja una situación fronteriza de interacción