Arte y hostilidad. Iván Trujillo
Arte y hostilidad
Av. Luis Thayer Ojeda 95, of. 510, Providencia,
Santiago de Chile.
IVÁN TRUJILLO
ARTE Y HOSTILIDAD. LA ESTÉTICA HEGELIANA
Y LA PRECIPITACIÓN DE LA VIOLENCIA
1ª EDICIÓN, SANTIAGO: PÓLVORA ED., 2019. 188 P.;
15,5 x 23CM. (COLECCIÓN FILOSOFÍA)
PREFACIO: JACQUES LEZRA
ISBN IMPRESO: 978-956-9441-28-8
ISBN DIGITAL: 978-956-9441-43-1
© 2019, Pólvora Editorial
DISEÑO Y PORTADA: CAMILA GONZÁLEZ (ILACAMI)
Diagramación digital: ebooks Patagonia
www.ebookspatagonia.com [email protected]
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN: LA INACTUALIDAD DE HEGEL
CAPÍTULO 1. El fin del arte y la dificultad de comenzar filosóficamente por el arte
1. El fin del arte y el predominio de la representación subjetiva
2. Filosofía del arte y precipitación
CAPÍTULO 2. Hegel moderno y antimoderno
1. El Diván de Goethe y la novela: Hegel contra el nacionalismo germano y el arte moderno
2. Hegel contra el inmoralismo de la Lucinda: Estética I y Principios de la filosofía del derecho
A. La obra y su disolución en Estética I y en Fenomenología del espíritu
1. Bajo el signo de la hostilidad
2. Presentabilidad, repetición, hostilidad
B. Hegel, Breton y Celan: de la estetización a la desestetización
1. Breton y la “situación exacta del objeto surrealista” en el elemento de la teoría hegeliana de la poesía
2. Celan, entre el águila y el cóndor: de la presuposición incondicionada del arte a la desestetización
a) La inscripción que rompe el silencio
b) Más allá del poder de mediación
c) Lo irre-presentable y la contaminación
d) De la reticencia ante(s) (d)el discurso: la re-ticencia o el discurso del cuerpo
e) La peor violencia
1. Hegel más allá de la ideología
2. El pasado absoluto del arte contra la ideología estética: Estética I y la Enciclopedia de las ciencias filosóficas
3. Algunas conclusiones
CAPÍTULO 5. Complicación dialéctica y violencia trascendental
1. La violencia originaria del signo y el recorte de su phainesthai
2. La violencia del espíritu
a) El Judío de Hegel y la hostilidad sublime
b) La violencia en la sagrada familia: el fantasma de la oposición
c) El fin del fuego y del juego: de la pira a la pirámide
3. El no-saber de la filosofía del arte
Prefacio
“ENTONCES—ACOTACIONES AL HEGEL DE TRUJILLO”
JACQUES LEZRA
Escribe Iván Trujillo, resumiendo: “El aparecer del arte entonces no va a depender de un texto que se sabe que falta”. Glosar esta frase −lapidaria, dura y frágil como una piedra− será mi tarea. Acerquémonos a ella contrafácticamente, con una serie de preguntas que parecen surgir de la coyuntura, de las urgencias y de las impaciencias que nos impone la crisis política, económica, del medio ambiente y social que conocemos. En algún momento se habló del fenómeno y del deseo que supone el “retorno a…” Marx, o a Freud. ¿Retornar, con Trujillo, hoy, al arte? ¿Volver a la estética? ¿Hacer aparecer, o volver aparecer, el arte? Es lo que a primera vista ofrece Arte y hostilidad: La estética hegeliana y la precipitación de la violencia, retorno al arte en tanto “aparecer”, o mero “aparecer” −en tanto aparecer de la mera apariencia. En la palabra Erscheinung, que tiene a mano Hegel cuando escribe en la “Introducción” al curso de conferencias que llamamos la Estética, “[D]as Schöne hat sein Leben in dem Scheine” (Lo bello vive, tiene la vida, en el aparecer, en la apariencia, en el resplandor), coincidirían el sentido de “aparecer” en tanto “presentarse” o darse a los sentidos tal o tal fenómeno o cosa, erscheinen; el de resplandecer, alumbrar, iluminar (el diccionario de los hermanos Grimm ofrece, como sinónimos latinos, “lucere, relucere, resplendere, splendere, nitere, enitere, renitere, praenitere, nitescere, enitescere, clarescere, fulgere, refulgere”); y el del mero aparentar, fingir, figurar, aparecer, erscheinen, con aspecto engañoso (Grimm: “[E]
ndlich steht schein geradezu im gegensatz zum wesen, zur wirklichkeit, etwa wie der schatten zum körper”, “Por último, la apariencia se da casi como contradictoria de lo existente, de lo real, como lo es la sombra del cuerpo”). Sombras, figuras; lo irreal, lo engañoso. Volver a ellas sería de una frivolidad casi criminal visto lo que enfrentamos en las calles de Buenos Aires, de Santiago, del D. F., de Los Angeles; sería como una frivolidad añadida, dentro de la pura inutilidad que puede parecer el detenerse a