Olfato millonario. Gerardo García Manjarrez
ARGENTINA
MÉXICO
INTRODUCCIÓN
Todos hemos pasado por algún tipo de crisis. Estas son parte de la vida y de su cotidianidad. Atravesarlas no es nada sencillo porque normalmente las vemos como obstáculos o dificultades que nos impiden conseguir nuestros objetivos, metas y sueños.
Existen diversos tipos de crisis, las hay personales, laborales, profesionales, familiares, financieras, entre otras más. No obstante, cualquiera que se experimente repercute de forma inevitable en todos los aspectos de nuestra vida. Por ello, es muy importante que empecemos a modificar el lente con el que las interpretamos.
Porque en el fondo, lo único constante en la vida es el cambio. Eso quiere decir que cualquier tipo de adversidad es temporal y, aunque su paso casi siempre conlleva muchas dificultades, es indispensable recordarnos con frecuencia que todo terminará tarde o temprano. La buena noticia es que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad y, principalmente, la fortuna de poder hacerse cargo de ellas.
Los contratiempos, adversidades o crisis son también oportunidades de crecimiento, de aprendizaje, de resiliencia y de madurez. Y aunque en este libro abordaremos sobre todo aquellas relacionadas con lo financiero, pronto verás que se entremezclan con cada uno de los ámbitos de nuestra vida. De tal manera que mi invitación es a que las miremos como un todo integral.
Es por eso que la primera parte de Olfato millonario te presenta el panorama general, laboral, económico y profesional en que nos encontramos hoy, en especial, derivado de la pandemia de 2020. En estas páginas podrás conocer cuáles son las nuevas demandas económicas y de trabajo que ya se vislumbraban en el horizonte, pero que terminaron acelerándose con la situación sanitaria mundial a la que nos expusimos.
Además de darte una idea del tipo de habilidades, competencias y conductas que hay que adquirir o reforzar ahora, mi intención es guiarte para que puedas aprovechar también las situaciones inesperadas sin que repercutan en tu salud financiera y, por tanto, emocional, mental y física.
A lo largo de estas páginas conocerás cómo desarrollar tu propio olfato millonario y te darás cuenta de que, sin excepción alguna, todos lo poseemos. Asimismo, aprenderás a identificar oportunidades en contextos complejos y retadores, a fin de transformar cada una de tus circunstancias en favor de tu economía y éxito personal.
En Olfato millonario encontrarás la guía ideal para desarrollar tu intuición y sagacidad financiera, echando mano de toda la información que te rodea. No importa la edad que tengas, este es el libro perfecto para que te conviertas en un ciudadano digital, innovador, creativo y, sobre todo, con disposición para adquirir nuevos y emocionantes saberes. Pues estas características son las bases para aprender a gozar las crisis que la vida presenta, para verlas como oportunidades y no como desgracias.
Para ello, en cada capítulo te comparto situaciones reales que me han permitido afinar mi propio olfato millonario. Son ejemplos que a lo largo de mi vida me han servido para crecer y tener una salud financiera próspera.
La última herramienta que te comparto es la parte práctica. A través de una serie de ejercicios podrás desarrollar distintos tipos de habilidades: desde cómo identificar tu termostato financiero para sacarle provecho, hasta la forma en la que puedes echar mano del marketing emocional para conocer más a tu público, audiencia, clientes o prospectos, con el objetivo de ser empático y así generar acuerdos y negocios de los que todas las partes se beneficien.
De este libro saldrás convencido de que la riqueza y la abundancia en la vida están en las experiencias que nos retan, nos confrontan y nos invitan a ser mejores personas.
Que no te quepa ninguna duda: este es tu momento. Tengo la confianza de que, después de leer Olfato millonario, te sentirás preparado para afrontar cualquier adversidad y remontarla con mayor paz financiera.
UNA HISTORIA DE
INSTINTO MILLONARIO
Corría el año 2008 y en el contexto económico reinaba la incertidumbre. Nos encontrábamos en una crisis derivada de la burbuja de las hipotecas ocurrida en Estados Unidos, que había afectado a millones de personas en todo el mundo. Muchas instituciones financieras importantes se estaban declarando en quiebra y el gobierno de aquel país intentaba rescatar a muchas otras para contener la terrible crisis global.
Aunque la economía se encontraba en un periodo de ajuste, varios inversionistas del mundo estaban dispuestos a aprovechar las oportunidades y encontrar la forma de darle movilidad a su dinero.
Durante ese periodo, recuerdo la tarde en que pasé horas pensando cómo llevar a buen puerto la negociación en bienes raíces que en ese entonces me encontraba realizando en la ciudad de Irapuato, en México. Era uno de los primeros acuerdos importantes de negocio que tenía en mis manos. Después de haber analizado las ventajas y desventajas, mi intuición me decía que era fundamental arriesgarnos y adquirir todo el paquete de terrenos comerciales que estaban en venta en la misma zona.
El problema era que días atrás mi mentor había fallecido de manera inesperada y era él quien había llevado todas las gestiones de compra-venta, junto con los acuerdos que se habían generado. Yo lo había acompañado en el proceso, ya que tenía gran interés en absorber el mayor conocimiento posible. Anotaba, observaba y aprendía.
Sin embargo, de pronto la vida me había puesto en un escenario nuevo y desconocido: había llegado la hora de graduarme. El inversionista principal, con quien habíamos tenido la mayoría de acuerdos, me conocía porque siempre asistía a las reuniones o al lugar donde se encontraban los terrenos.
Días después del triste fallecimiento de mi mentor, el inversionista me soltó una pregunta de manera inesperada: “¿Puedes continuar con las gestiones y el proceso de compra para mí?”. Por un instante me quedé helado, pero era el momento de confiar en toda la información y el análisis que tenía en mi poder. Desde luego le respondí que sí, lo que me dio luz verde para convertirme en su bróker inmobiliario oficial.
En los acuerdos iniciales, mi mentor había estipulado la adquisición únicamente de tres terrenos comerciales a un precio determinado, pero yo sabía que los vendedores tenían otros tres terrenos a la