Doce hábitos para un matrimonio saludable. Richard P. Fitzgibbons
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RICHARD P. FITZGIBBONS
DOCE HÁBITOS PARA UN MATRIMONIO SALUDABLE
EDICIONES RIALP
MADRID
Título original: Habits for a Healthy Marriage
© 2019 by Ignatius Press, un sello de Guadalupe Associates, INC.
© 2020 de la versión española traducida por GLORIA ESTEBAN
by EDICIONES RIALP S. A.,
Manuel Uribe 13-15, 28033 MADRID
Realización ePub: produccioneditorial.com
ISBN (edición impresa): 978-84-321-5318-1
ISBN (edición digital): 978-84-321-5319-8
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A san Juan Pablo II,
con mi agradecimiento por su espléndida
enseñanza sobre el matrimonio.
Y a mi querida esposa Adele,
a nuestras maravillosas hijas,
a mis padres, John y Margaret,
y a los padres de mi mujer, John y Marie.
ÍNDICE
2. LA GENEROSIDAD VENCE AL EGOÍSMO
3. EL RESPETO FRENA EL AFÁN DE CONTROL
4. LA RESPONSABILIDAD REDUCE LA DISTANCIA EMOCIONAL
5. LA CONFIANZA CALMA LA ANSIEDAD
6. LA ESPERANZA MITIGA LA TRISTEZA Y LA SOLEDAD
7. LA GRATITUD GENERA CONFIANZA
8. LA PRUDENCIA MEJORA LA COMUNICACIÓN
9. LA TEMPLANZA FRENA LAS COMPULSIONES Y LA INFIDELIDAD
10. LA JUSTICIA PREVIENE EL DIVORCIO
11. LA LEALTAD REDUCE LA RETICENCIA AL MATRIMONIO
12. LA HUMILDAD FOMENTA EL AUTOCONOCIMIENTO
INTRODUCCIÓN
Por qué otro libro más sobre el matrimonio
Doce hábitos para un matrimonio saludable viene a colmar el intenso deseo que llevo años sintiendo de ofrecer a las parejas un libro capaz de mejorar su matrimonio. Su objetivo es ayudar a las parejas a detectar y resolver los principales conflictos que minan su relación, presentando una visión del matrimonio hondamente católica, esencial para reforzar el amor matrimonial.
A lo largo de mis cuarenta años de ejercicio de la psiquiatría he tratado a cientos de parejas, familias y jóvenes, y mi experiencia profesional me ha demostrado que los esposos pueden proteger su matrimonio —y fortalecer su amor— desvelando y gestionando sus respectivas debilidades emocionales que contribuyen a generar conflictos en su relación. Tanto si tienes novio como si te has casado hace poco, o si ya llevas años casado, las estrategias para la resolución de conflictos —los hábitos de un matrimonio saludable— que ofrece este libro te ayudarán a proteger tu relación de las tormentas emocionales que desencadenan disputas y desconfianza y, en ocasiones, la separación y el divorcio.
La naturaleza del matrimonio
Existen dos visiones del matrimonio claramente diferenciadas: el antiguo modelo institucional, identificado con la visión judeocristiana tradicional del matrimonio, y el nuevo modelo del «alma gemela»[1], que predomina hoy día. En este, el compromiso matrimonial no se centra en el bien de la propia familia, sino en lograr la realización personal gracias a una relación de pareja emocionalmente satisfactoria. En la visión judeocristiana, por el contrario, se trata de una unión sagrada e indisoluble del esposo y la esposa con el objetivo compartido de acrecentar el amor mutuo, educar a los hijos y ayudarse mutuamente a alcanzar la vida eterna en Dios. El interés de los esposos no consiste en autorrealizarse gracias a lo que la psicología moderna considera una relación satisfactoria, sino en procurar ante todo convertirse en Cristo el uno para el otro.
Para lograrlo, los esposos deben intentar día a día crecer en su capacidad de amar como ama Dios, lo cual exige un desarrollo personal constante. Este crecimiento de la persona implica conocer las propias debilidades, pedir perdón y perdonar, y cultivar la virtud: en definitiva, los hábitos de una buena conducta. Por exigente que pueda parecer, esta visión del matrimonio es el camino que lleva a la auténtica realización personal.
Los esposos casados por la Iglesia cuentan con la fuerza para amar como ama Cristo gracias al sacramento del matrimonio, reforzado por los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía. Para un católico el matrimonio no es una institución meramente humana, sino establecida por Dios, quien creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza y llama a las parejas casadas a reflejar ese amor divino inquebrantable con una fidelidad mutua y permanente. El reto es inmenso, pero la buena noticia es que, cuando el Señor llama, concede la gracia para responder a esa llamada. Todo lo que tiene que hacer la pareja es recibir esa gracia.
Las causas de los conflictos matrimoniales y su sanación
Para ello, las parejas deben empezar por conocer las debilidades personales que afectan negativamente a su capacidad de amar y que tienen una doble causa. La primera es el progenitor que más daño y mayor decepción ha provocado en cada esposo, que por lo general es el padre. La amargura, la ira, la desconfianza y la