La máquina de la conciencia. José Lozano López
rato de esta práctica, nos dejó unos minutos en silencio. Un silencio que hablaba, solo que en ese momento aún no sabía qué me estaba diciendo. Me puse a pensar si los demás estarían sintiendo algo parecido.
Terminamos la clase, hablé con un par de compañeras, me parecieron diferentes a la mayoría de las chicas que solía conocer en las salidas durante el fin de semana. No sé, como más calmadas o con las cosas más claras; aún no tenía suficiente información para poder ver exactamente qué era. Después de hablar con la profesora, decidí apuntarme al curso de yoga Hatha. Eso sí, la próxima vez iría con ropa un pelín más elástica.
Tenía dos clases semanales, los martes y viernes por la tarde. Mientras, aprovechaba para ir informándome por internet de los tipos de yoga. Descubrí que el yoga estilo Hatha era el más físico; luego estaba el estilo kundalini, que se trabaja con mudras (posturas de las manos), pranayamas (respiraciones concretas) y con trabajos de fuego interior y voluntad. También existe el estilo Nidra, que es totalmente relajado, mediante la escucha de palabras y sintiendo emociones. Y otro más que me llamó la atención, el estilo Rajha, que se utiliza para el desarrollo mental. Vaya, pensaba que este tipo de actividades no estaba tan expandido y resulta que había detrás todo un mundo lleno de misterios por conocer.
El siguiente día de clase, ya más concienciado, presté atención a la decoración del centro, en especial, a los cuadros con dibujos. La mayoría resultó que eran mandalas (círculo o rueda) y signos tibetanos de palabras con ciertos significados, como el OM (que tenía un dibujo que ya había visto anteriormente) o el Bodhi (rueda del Dharma), que significaba iluminación, así como algunas figuras de diferentes religiones o filosofías. Le pregunté a Azucena por qué había tantas cosas en el aula.
—Sobre todo ayudan a que haya una vibración acorde con lo que trabajamos —empezó a decir—. Por ejemplo, el OM significa compasión o ese mandala que está detrás de ti, redondo y con predominio del color amarillo, se creó con una intención, algo así como «desde mi verdadero yo, tengo y envío simpatía y luz». Luego, las imágenes y figuras reflejan un tipo de intención, dependiendo de la religión a la que pertenezcan. Por ejemplo, la madre divina, que es la virgen María en el cristianismo, Isis en el antiguo Egipto, Ixchel o Tonantzin en la cultura maya o Guan Yin del taoísmo, por mencionar algunas, dan un significado de amor sin límites y de ayuda a la transformación interior.
—Imagino que, dependiendo de lo que quieras transmitir en tus clases, pones unos mandalas o figuras concretas —le dije.
—Sí, claro. Sobre todo ahora buscamos armonía, pero sin olvidar ese sacrificio que físicamente hay que hacer para ir mejorando con esfuerzo y voluntad.
—Azucena, una cosa, con el tema de la vibración individual de cada cosa o del conjunto de las cosas que tienes, ¿a qué te refieres?
—Es uno de los siete principios universales de Hermes Trimegisto.
—¿Hermes? ¡Ah! Ese nombre me suena de la metafísica, de cuando vivía en México. —Recordé al instante.
—Sí, Trimegisto significaba algo así como el tres veces grande y Hermes, se dice, era un gran maestro de la antigüedad. De ahí viene la palabra «hermético», ya que en su día solo se comunicaba la información crucial de boca a oído a otras personas que pudieran entender este lenguaje de la vida. Ha habido tiempos en los que el desconocimiento y el poder hacían que se castigara incluso con la muerte solo por hablar de estas cosas, porque siempre han existido personas a las que no les interesaba o les daba miedo que la gente supiera cosas transcendentes para el ser humano. Y fíjate que se remonta a más de tres mil años pero, aunque para muchos esta información está olvidada, sigue estando presente, queramos o no.
—Vaya, chica, pues sí que me has despertado la curiosidad. ¿Y ese Hermes es el que hablaba de la vibración?
—Sí, la sinergia. Ha sido uno de los grandes maestros que han compartido este saber. Más o menos dice que todo en su principio es energía. Por ejemplo, un átomo tiene positivo, negativo y neutro y está en continuo movimiento. Muchos átomos crean más energía y esta, al estar en movimiento, vibra. Al vibrar, produce unas ondas que, si estás muy sensitivo, puedes sentirlas, y si no lo estás, te llegan, pero como no las ves ni las entiendes, te pueden afectar para bien o para mal sin ni siquiera darte cuenta. A esto lo llamamos tener despierto el sexto sentido, que es el emocional.
—Jolín, pues sí que hay tema para aprender, ¡madre! Muchas gracias por tu tiempo, Azucena, mil gracias.
—Nada, hombre, gracias a ti por interesarte por este conocimiento y prácticas. Es bastante raro que los hombres presten atención a estas cosas, parece que la necesidad de la conciencia gracias a la máquina va a ser de grandes proporciones. —Sonrió con cierta ironía afable.
En los siguientes días, leí cosas sobre Hermes. Descubrí que había un libro que hablaba de los siete principios universales que se llamaba Kybalión, de los tres iniciados. Aunque era muy resumido, la información provenía a su vez de una tal Tabla esmeralda, que a su vez se basaba en principios de alquimia y de la Gran Obra, conceptos fascinantes que descubriría más adelante conforme fui adquiriendo más conocimiento y comprensión.
Los siete principios (que a su vez tienen subprincipios) son:
1.º Principio del mentalismo: Todo es mente, el universo es mental. Uno de los subprincipios es la famosa ley de atracción de la que tanto se habla en relación con el libro El secreto.
2.º Principio de correspondencia: Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba y como es adentro es afuera. Esto, a su vez, tiene siete planos de influencia entre los que están el físico, el mental y el espiritual (emocional).
3.º Principio de vibración: todo está en movimiento, todo vibra.
4.º Principio de polaridad: Cada cosa tiene dos polos, un par de opuestos, que en realidad son 2 extremos de la misma cosa, idénticos en naturaleza pero diferentes en grado, los extremos se tocan. (Cuando entendí este principio y lo empecé aplicar en mí, me cambió la vida).
5.º Principio del ritmo: Todo se mueve como un péndulo, el ritmo es la compensación.
6.º Principio de causa y efecto: La suerte solo es un nombre que se le da al principio no identificado, hay muchas causalidades, pero nada escapa a este principio.
7.º Principio de género: Todos los planos tienen parte masculina y parte femenina en diferentes grados, en el plano físico es la sexualidad.
Otro día de clase, y con la confianza aumentada en Azucena, quedamos para tomar algo y aproveché para preguntarle más cosas; a la vez, «el roce hace el cariño». Salió el tema de la meditación.
—Mira, Miguel, los tipos de respiración y las visualizaciones son solo, digamos, un 5 % de una verdadera meditación. El objetivo final es observar los pensamientos y las emociones y educar a la mente a pensar cuando la necesitemos y no cuando ella quiera para vibrar y focalizar correctamente, ya que toda la vida le hemos dado ese poder y ahora parece que no tenemos la capacidad de parar los pensamientos y evitar que lleguen a un grado en el que podemos somatizar, como dicen los médicos, y enfermar. De esa manera, no solo podemos evitar un proceso de depresión (ansiedad, pérdida del apetito, insomnio, cambios de estado de ánimo, etc.), si no tener la capacidad de dedicarle el tiempo que queramos a las soluciones y decisiones, y parar y dedicarnos a otras cosas cuando vemos que se ponen muy densas.
—Oye, chica, eso me lo tendrás que repetir, que tú lo dices como de carrerilla y esa forma de meditar no es la que nos enseñas o, por lo menos yo, aunque sí veo que me sienta muy bien, no soy capaz de parar la mente a voluntad.
—Claro, hombre, para eso hace falta mucha práctica. De momento, que por lo menos entiendas que poder, se puede. Cada vez que te pones a ello, avanzas un pasito más. Es como el que quiere correr una maratón, que debe ponerse a correr casi a diario y aun así le costará meses de entrenamiento, pero cada día que sale a correr, avanza un poco en su objetivo. Bueno, de todas formas, de momento, si quieres saber más, lee sobre los tipos de meditación, que hay muchos, y seguimos con este tema,