Facundo Quiroga. Ramón Torres Molina
su desplazamiento hacia San Luis,142 aunque el gobernador Dávila seguía recomendándole que si debía enfrentar a Carrera antes de la unión con las fuerzas de San Juan y Mendoza, lo hiciera mediante guerra de guerrillas.143 Finalmente las fuerzas de Cuyo derrotaron a Carrera, quien en la retirada fue capturado por sus propias tropas y entregado al gobierno de Mendoza. Sometido a un Consejo de Guerra fue fusilado. El jefe más importante de la primera independencia chilena, en la etapa que la historia chilena llama la patria vieja había levantado en su alianza con López y Ramírez las banderas de la Federación, aunque su objetivo principal era retornar a Chile. Después de varios triunfos, sus fuerzas desgastadas, casi sin caballos, fueron derrotadas por los ejércitos de Cuyo, apoyados por los movimientos de tropas de Córdoba y La Rioja. Quiroga con el desplazamiento de la división riojana hacia San Luis, ciudad que Carrera ocupó en dos oportunidades, cerró para Carrera una posible salida hacia el Norte, en dirección a La Rioja. Esos movimientos de Quiroga merecieron el reconocimiento de los gobiernos de Cuyo.144 Decía, en ese sentido, el gobernador de San Juan:
…desea el heroico vecindario de San Juan manifestar a Ud. su reconocimiento por la parte tan activa que ha tomado contra las incursiones de la anarquía. A la unión de los pueblos y la colaboración de Ud. es debida la destrucción de Carrera y de esa tropa de vándalos que acaudillaba. Reciba Ud. como la mejor compensación por sus heroicos sacrificios los sentimientos que animan a estos habitantes.145
A fines de 1821 comenzó a manifestarse un conflicto entre las milicias de Los Llanos y el gobernador Dávila. Encontrándose Quiroga en San Juan, según surge del envío de correspondencia por medio del gobernador de esa provincia, Dávila manifestó a Quiroga su preocupación por hallarse conmovido el partido de Los Llanos por una revolución.146 Esas diferencias llevaron a que Quiroga, el 7 de enero de 1822, renunciara a su cargo de comandante general y al grado de coronel, renuncia que fue rechazada por la Junta de Representantes,147 estableciéndose posteriormente un acuerdo transitorio producto de una entrevista entre el gobernador, Quiroga y los oficiales de las milicias de Los Llanos.148 Esas divergencias se manifestaron en momentos en que el enviado de San Martín intentaba dar forma a un ejército que operara en el Alto Perú contra las fuerzas realistas, que apoyase las acciones que se desarrollaban desde Lima. Ya negada la participación de la provincia de Buenos Aires para ese proyecto, Antonio Gutiérrez de la Fuente, el enviado de San Martín, escribió a Quiroga pidiéndole su apoyo y llamándolo amigo del héroe San Martín.149
Es difícil determinar las causas que desencadenaron el conflicto entre Quiroga y Dávila. La disputa anterior entre Ortiz de Ocampo y Dávila fue una disputa interna entre los sectores tradicionales de la oligarquía gobernante del oeste de la provincia que disputaron el ejercicio del gobierno y establecieron diferentes alianzas con los sectores gobernantes de las provincias limítrofes. Quiroga, representante de otros sectores sociales expresados en las milicias de Los Llanos, definió el conflicto en favor de Dávila con quien mantenía una estrecha amistad según se advierte en su correspondencia. Pero en 1822 hubo una abierta disputa por el control de los armamentos, expresión visible de un conflicto social más profundo, que era en definitiva una disputa por el poder político.
En noviembre de 1822 el gobernador Dávila otorgó a Quiroga el pasaporte que solicita para Mendoza indicándole que dejase sus fuerzas al mando del oficial de más confianza para tan grave encargo.150 Las milicias de Los Llanos, como consecuencia del viaje de Quiroga, quedaron al mando de Isidoro Moreno. Durante la ausencia de Quiroga el capitán Araya organizó una conspiración en su contra denunciando ante el gobernador la existencia de quejas de la población contra las milicias, pidiendo se tomen medidas para resolver esa situación. Consideraba que Quiroga no vuelve más a Los Llanos y que el oficio que le enviaba, luego que el gobernador se impusiese de su contenido, debía ser quemado, anticipando así la misma actitud de Juan Cruz Varela cuando años después instigó el fusilamiento de Dorrego.151 Este oficio fue seguramente interceptado por Moreno, ya que el documento de encuentra en el Archivo de Quiroga. Moreno informó de inmediato a Quiroga:
Son las ocho de la noche en que acabo de tener noticia cierta que con la ausencia de Ud. nos van a hacer una revolución y caer sobre las armas y son de parte de los señores Dávila y Araya lo que comunico a Ud. para que sin pérdida de un solo momento se ponga en camino…152
A partir de ese momento se tomaron medidas de prevención por parte de Miguel Dávila, hermano del gobernador, quien aparecía al frente de las fuerzas que debían enfrentar a las milicias de Los Llanos.153 Nicolás Dávila, por su parte, envió un delegado para tratar con Quiroga y presentó se renuncia ante la Sala de Representantes. La respuesta de Quiroga fue esta:
Apreciado amigo: Hoy he estado con el Sr. D. Ángel Pacheco de Melo y éste nada saca de mí. Es Ud. quién debe venir a este campo, solo de éste modo cesarán las excitaciones de la Provincia. Crea Ud. que nadie conspira contra su gobierno.
Ud. me habla de un error que he cometido en no haber tenido una entrevista con Ud. A esto digo que error craso es el que Ud. ha cometido en mandar a este loco y no dirigirse al Comandante. Además de esto Ud. me habla de una revolución en este partido y no me dice hecha por quién, ni menos me avisa quién le ha dado el parte; éstos sí que son errores. Y finalmente no debió darme el pasaporte siendo que se necesitaba mi persona.154
Una carta dirigida a Quiroga desde Mendoza confirmaba su presencia en esa ciudad y su precipitada marcha.155 Moreno, al frente de las milicias, ordenó el fusilamiento del capitán Manuel Araya quien había tomado la iniciativa en contra de Quiroga.156 Con el regreso de Quiroga y después de un intercambio de correspondencia con Dávila y de una reunión entre el gobernador, Quiroga y los oficiales de las milicias, se llegó a un acuerdo explicado por el Gobierno en un bando que dio a conocer:
Ciudadanos: ansioso de procurar a toda costa la paz y tranquilidad que por más de dos años había disfrutado la Provincia desde que me encargué de su gobierno y que dolorosamente había comenzado a alterarse por los movimientos marciales del Regimiento del benemérito Coronel Don Juan Facundo Quiroga, ausente en Mendoza, sin que pudiera traslucirse el fin y objeto que les dirigía, si solo ciertos indicios de tendencia contra la primera autoridad, superior a todos los peligros que las circunstancias presentaban a consecuencia de repetidas y encarecidas peticiones del dicho comandante Quiroga, ya presente y de toda su oficialidad, me personé en el partido de Los Llanos donde he sido tratado con toda la consideración y respeto que corresponden, y de la entrevista que he tenido con el referido jefe y su oficialidad, ha resultado que aquel Regimiento en quién el Gobierno había depositado la confianza y seguridad de la Provincia estuvo siempre distante de la posibilidad de insurrección de que por equivocados conceptos se le atribuía, y la cual es diametralmente opuesta al irreprensible comportamiento de dicho jefe, y que antes por el contrario tuvo por objeto prevenir y precaver los males consiguientes a una revolución ominosa que en aquellos momentos se había sofocado y de la que fue víctima el capitán Don Manuel Araya.157
Sarmiento, en el Facundo, hace el siguiente relato del enfrentamiento entre Quiroga y Dávila:
…El gobernador Dávila había reunido bajo las órdenes de don Miguel Dávila muchos soldados de los de Aldao; poseía un buen armamento, muchos adictos que querían salvar