Bucaramanga al parque. Diana Marina Camargo
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BUCARAMANGA
AL PARQUE
Actividad física y parques en Bucaramanga,
caracterización y factores relacionados con su uso
Portada
BUCARAMANGA
AL PARQUE
Actividad física y parques en Bucaramanga,
caracterización y factores relacionados con su uso
Autores
Diana Marina Camargo Lemos
Universidad Industrial de Santander, UIS
Paula Camila Ramírez Muñoz
Universidad Industrial de Santander, UIS
Vanessa Quiroga Arciniegas
Universidad Industrial de Santander, UIS
Hernán Porras Díaz
Universidad Industrial de Santander, UIS
Mike William Barreto Becerra
Universidad Santo Tomás
Fotografía
Diana Marina Camargo Lemos
César Mauricio Olaya Corzo
Cartografía
Yurley Rojas Gélvez
Bucaramanga, 2018
Página legal
TítuloBucaramanga al parqueActividad física y parques en Bucaramanga, caracterización y factores relacionados con su usoAutoresDiana Marina Camargo LemosUniversidad Industrial de Santander, UISPaula Camila Ramírez MuñozUniversidad Industrial de Santander, UISVanessa Quiroga ArciniegasUniversidad Industrial de Santander, UISHernán Porras DíazUniversidad Industrial de Santander, UISMike William Barreto BecerraUniversidad Santo TomásFotografíaDiana Marina Camargo LemosCésar Mauricio Olaya CorzoCartografíaYurley Rojas Gélvez | EditorPuno Ardila Amaya2018©Universidad Industrial de Santander©Universidad Santo TomásReservados todos los derechosPrimera edición: agosto 2018ISBN: 978-958-8956-71-8Diseño y diagramación:Olfi Studio S. A. S.Impresión:División de Publicaciones UISCarrera 27 calle 9, ciudad universitariaTel: 634 40 00 Bucaramanga, ColombiaCorreo electrónico: [email protected] la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin autorización escrita de la UIS.Impreso en Colombia |
Agradecimientos
Este libro ha sido posible gracias a la cofinanciación del proyecto de investigación “Actividad física y parques en Bucaramanga, caracterización y factores relacionados con su uso”, código 110265740960, por parte del Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y de la Universidad Santo Tomás (Usta) (sede Bucaramanga).
Agradecemos igualmente al apoyo científico y tecnológico de los grupos de investigación Movimiento Armonía y Vida y Geomática, gestión y optimización de sistemas de la UIS, de los cuales hacemos parte los autores.
A todas las personas cuyos nombres aparecen a continuación, quienes hicieron parte del equipo de trabajo de campo de este proyecto de investigación y, además, asesoraron, aportaron su experiencia, conocimiento y mostraron siempre una excelente disposición y voluntad para hacer posible la entrega del informe que aquí se consigna.
Brandon López, estudiante de 8.° semestre de Cultura Física y Deportes, Usta.
Danilo Merchán, estudiante de 8.° semestre de Cultura Física y Deportes, Usta.
Gladys Garcés, estudiante de 8.° semestre de Cultura Física y Deportes, Usta.
Hélmer Cordero Rebolledo, ingeniero civil, UIS.
Jorge Ruíz, estudiante de 8.° semestre de Cultura Física y Deportes, Usta.
Lisseth Rocío Jaimes Espíndola, fisioterapeuta, UIS.
Sandy Jair Yanes Sánchez, ingeniero civil, UIS.
Yuri Liseth Sánchez Martínez, fisioterapeuta, UIS.
Yurley Rojas Gelves, ingeniera civil, UIS.
A la Policía Metropolitana de Bucaramanga, por su valioso acompañamiento a todo el equipo de estudiantes y profesionales durante el trabajo de campo, que facilitó la recolección de la información en condiciones de seguridad.
Finalmente, agradecemos a todos los usuarios de los parques de Bucaramanga que aceptaron participar en el estudio, a quienes esperamos interpretar objetivamente en este informe, con base en la información que nos proporcionaron.
Equipo de trabajo de campo
De izquierda a derecha: Danilo Merchán, Jorge Andrés Ruíz, Yuri Liseth Sánchez, Brandon López, Gladys Garcés, Vanessa Quiroga, Hélmer Cordero, Diana Camargo, Paula Ramírez, Paola Ríos y Lisseth Jaimes.
Presentación
Hace ciento diez años se decidía en la ciudad de Bucaramanga el proyecto de construcción del Parque de los Niños, el primer parque concebido para dotar a la ciudad de un espacio cuyo propósito era incentivar actividades que aportaran a la salud física y mental de niños y ancianos. Hoy debemos agradecer los esfuerzos de Eliseo Camacho, Sinforoso García, Ambrosio y Enrique López, entre otros, por un legado que ha beneficiado a cinco generaciones de bumangueses. Este hecho, sin duda, permite destacar dos aspectos: la trascendencia que tienen las decisiones en la planificación del espacio público y el impacto de estas en la calidad de vida de las personas.
A principios del siglo XX, la ciudad de Bucaramanga tenía una población inferior a los 20.000 habitantes, número que se ha incrementado notablemente, pues en la actualidad supera los 520.000. Este crecimiento poblacional ha traído consigo problemas de sostenibilidad del modelo urbano, especialmente en temas de vivienda, infraestructura de transporte, servicios públicos, educación, salud, trabajo formal, desigualdad social, seguridad, degradación y demanda de recursos naturales, problemáticas que son compartidas por la mayoría de las ciudades alrededor del mundo.
En la búsqueda de soluciones a estos problemas, los países miembros de las Naciones Unidas acogen, en el año 2016, en Quito, la Nueva Agenda Urbana, en la que se define un ideal común de ciudad para todos y se pactan unos principios y compromisos que procuran la mejor calidad de vida y el desarrollo humano integral de la mayoría. De este documento, se destaca especialmente la relevancia que se le ha dado a la planificación del espacio público como un decisivo instrumento para mejorar la inclusión social y la erradicación de la pobreza, como se evidencia en el siguiente compromiso específico, «37. Nos comprometemos a promover la creación de espacios públicos seguros, inclusivos, accesibles, verdes y de calidad, incluidas las calles, las aceras y los carriles para ciclistas, las plazas, los paseos marítimos, los jardines y los parques, que sean zonas multifuncionales para la interacción social y la inclusión, la salud y el bienestar humanos, el intercambio económico y la expresión cultural, y el diálogo entre una amplia diversidad de personas y culturas, y que estén diseñados y gestionados de manera tal que garanticen el desarrollo humano, construyan sociedades pacíficas, inclusivas y participativas, y promuevan la convivencia, la conectividad y la inclusión social»1.
El segundo aspecto considerado