Después de la venganza. Tara Pammi
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© 2020 Tara Pammi
© 2020 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Después de la venganza, n.º 2812 - octubre 2020
Título original: The Flaw in His Marriage Plan
Publicada originalmente por Harlequin Enterprises, Ltd.
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Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
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I.S.B.N.: 978-84-1348-909-4
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Capítulo 1
CASÉMONOS, princesa.
Vincenzo Cavalli tuvo que hacer un enorme esfuerzo para mantener la compostura. Estaba tan perplejo que le costó fingir que llevaba tiempo planeando decir aquellas palabras, cuando las había pronunciado sin la menor reflexión.
Cada paso de su vida había sido meticulosamente pensado para alcanzar un futuro con el que había soñado desde una infancia en la que había carecido de todo, especialmente de amor y seguridad. Cada paso lo había dictado su objetivo final: hacerse con Brunetti Finance International. Cada hora de cada día de su vida se había dejado la piel para reclamar lo que le correspondía por derecho de nacimiento.
Cuando descubrió que Alessandra Giovanni estaba vinculada a los Brunetti, especialmente a la matriarca de la familia, Greta Brunetti, que era la responsable de las desgracias que habían sufrido su madre y él, conquistarla había pasado a formar parte de su plan.
Pero pedirle que se casara con él…. Eso lo había tomado tan de sorpresa a él como a ella.
Sin embargo, una vez las palabras salieron de su boca, se dio cuenta de que eran sinceras. No porque fuera un hombre de palabra. La honorabilidad era un lujo que no se había podido permitir nunca, como lo había sido hacer tres comidas al día mientras crecía en las calles de Milán.
El honor no tenía cabida en su mundo. No, se trataba de una proposición puramente egoísta, quizá la primera que no había tenido un fin estratégico en toda su vida.
Era algo irracional e ilógico, pero la sorpresa en los ojos de Alessandra, el rubor que tiñó sus mejillas al tiempo que su pecho se agitaba, la aceleración de la sangre en sus propias venas al imaginarse ante los afamados Brunetti con Alessandra a su lado, como su esposa, le convenció de que estaba haciendo lo correcto.
La química inmediata que había habido entre ellos en cuanto la había localizado en aquel idílico rincón de Bali lo había tomado por sorpresa. Su mutua atracción había sido un arma que no había anticipado. Y en aquel momento, tras descubrirla, no quería renunciar a ella.
En cuanto al hecho de que estuviera relacionada con la familia a la que él quería destruir, estaba seguro de que, una vez le explicara sus razones, conseguiría que ella se pusiera de su parte. Su poderoso sentido del bien y del mal, su apoyo a distintas causas sociales, formaban parte de su naturaleza y esa cualidad representaba una dimensión añadida a la magnética atracción que sentía por ella. Alzó su copa sin apartar sus ojos de los de Alessandra.
Con un biquini azul que recogía sus firmes senos como dos manos acariciadoras, estaba voluptuosamente hermosa. Siendo una modelo que trabajaba con las firmas de moda más exclusivas, no le había sorprendido que hiciera una tabla de ejercicios extenuante. Pero su energía natural cuando se enfrentaba al mundo y a sus miles de injusticias, no cesaban de asombrarlo.
El azul de la piscina junto a la que se encontraban, en la villa de Alessandra, con las frondosas colinas y valles de Bali como telón de fondo, no podían igualar la espectacular belleza de Alessandra, que no se debía a su piel perfecta ni a la simetría de sus rasgos, ni a unas curvas que cualquier mujer envidiaría, aunque fuera poseedora de todo ello. Lo que Vincenzo adoraba eran sus pequeñas imperfecciones: el pequeño hueco entre sus incisivos, el aire de chica normal y saludable, el peculiar sentido del humor y la capacidad de reírse de sí misma, su obsesión con el mundo del boxeo, sus ansias de vivir, su empeño en acabar con las injusticias del mundo…
Cuando había hecho averiguaciones sobre ella, se había dicho que sonaba demasiado maravillosa como para ser real, y su curiosidad se había multiplicado. En la vida real, era aún mejor, una fuerza de la naturaleza ante la que había sucumbido en cuestión de minutos.