Egipto, la Puerta de Orión. Sixto Paz Wells
EGIPTO
LA PUERTA
DE ORION
Sixto Paz Wells
Título original: Egipto, la Puerta de Orión
Primera edición: Noviembre 2020
© 2020 Editorial Kolima, Madrid
www.editorialkolima.com
Autor: Sixto Paz Wells
Dirección editorial: Marta Prieto Asirón
Maquetación de cubierta: Sergio Santos Palmero
Maquetación: Carolina Hernández Alarcón
ISBN: 978-84-18263-64-4
Impreso en España
No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70/93 272 04 45).
A la verdadera Esperanza Gracia que se encuentra en cada una de las mujeres del Nuevo Tiempo, las que empuñarán el cetro y dirigirán a la nueva humanidad, y las que son las llamadas a ser las grandes maestras de los tiempos futuros.
A mi esposa, maestra, amiga y hermana en el camino, Marina, una verdadera guerrera de la luz.
Dedicado también a mi hermano Rose Marie, inigualable en conocimiento y capacidad, un ser bello e inteligente realmente admirable e inspirador del personaje de Esperanza Gracia.
A Pedro y Gloria Kubierzky, amados amigos y hermanos exploradores de la más alta espiritualidad, con quienes descubrí y recorrí gran parte de los caminos de la aventura de Esperanza Gracia.
Con amor y gratitud.
Introducción
«Lo que sabemos es una gota de agua;
lo que ignoramos es el océano».
Isaac Newton
Egipto, la Puerta de Orión es la tercera entrega de la saga el Santuario de la Tierra1, donde nos encontramos ante una nueva aventura sobre los secretos del origen de la humanidad a cargo de Esperanza Gracia, joven arqueóloga peruana graduada por la Universidad de San Marcos en Lima, con una maestría y un doctorado por la Universidad de Chicago, quien se hiciera famosa por sus teorías y descubrimientos en la Isla de Rapa Nui, o Isla de Pascua, en la Polinesia sobre las oleadas migratorias y la población, tanto maorí como de origen sudamericano, y que no solo reivindicó la sabiduría ancestral del pueblo rapanui, sino que sus hallazgos la llevaron a cuestionar todo lo establecido y encarar una innegable realidad como fue el movimiento de las culturas prehispánicas sudamericanas, insufladas del mismo espíritu de aventura y sed de descubrimientos que sus pares europeos, a la par que la verificación de la existencia y visita en tiempos antiguos de los extraterrestres a aquella remota isla del Pacífico.
Entre los méritos de este carismático personaje, que representa a la mujer de la nueva era, está el haber explorado las selvas del Manu en el Madre de Dios (Perú), buscando y encontrando la famosa ciudad perdida de los incas, El Paititi, llegando a conectar con sabios maestros intraterrenos, representantes de una antigua hermandad secreta, quienes le dieron a conocer otra versión sobre los orígenes de la humanidad, la cual nos revela un plan cósmico con intervención extraterrestre y el rol protagonista de nuestro planeta en el concierto de los mundos. Otra de las contribuciones y logros de esta profesora está en haber ayudado a interpretar e identificar los secretos y misterios de un antiguo libro prehispánico, o códice mexica, que contendría el destino y la gran misión de México como faro de luz en los cambios mundiales, y que tenía que saberse y darse a conocer en este tiempo.
En las obras anteriores, El Santuario de la Tierra y El Códice Mexica, la joven investigadora va descubriendo la existencia de otras realidades, como la reencarnación o las vidas sucesivas, así como la de una predestinación que sitúa a cada persona ante una tarea previamente acordada o impuesta por jerarquías espirituales para ayudarnos a evolucionar, y a la vez para ser útiles en el crecimiento colectivo de la humanidad hacia el conocimiento del origen, el por qué y el para qué de nuestra existencia.
A través de las vivencias de Esperanza nos vamos familiarizando con la existencia de un gobierno oculto planetario y de una serie de sociedades secretas vinculadas a él, que laboran, unas para el despertar de conciencia de la humanidad, y otras para mantener la ignorancia y la inconsciencia general, asegurando con ello su dominio y control.
Durante sus exploraciones e investigaciones, la joven doctora descubre que sus mecenas y patrocinadores pertenecen a algunas de las familias de mayor abolengo de Alemania e Inglaterra, que, junto con gente muy poderosa de los Estados Unidos, y a nivel mundial, conforman una sociedad secreta de místicos convencidos de que existe una dualidad en la que el máximo dios es Lucifer, y cuyos antepasados eran hombres-serpiente o seres reptilianos procedentes de Orión, que llegaron a la Tierra en calidad de guardianes y vigilantes hace 26.000 años de los nuestros para mantener un plan previsto por el Consejo de los Veinticuatro Ancianos de la Galaxia, o Gobierno de la Vía Láctea y el Gobierno de los Nueve de Andrómeda, que es el Consejo Superior de la Galaxia Central del Grupo Local, que habría seleccionado a la Tierra junto con otros siete planetas más para un experimento sociológico, antropológico y metafísico. Nuestro mundo fue escogido porque era un planeta sin futuro, ya que en pleno proceso de formación se destruyó y desapareció totalmente debido a violentos impactos de lluvia meteórica más de 1.200 millones de años atrás.
Las civilizaciones extraterrestres han avanzado mucho a nivel mental y tecnológico pero a costa de sacrificar las emociones y los sentimientos. Pareciera difícil de creer que entidades tan evolucionadas hubieran decidido aparcarlos a un lado después de largas guerras y conflictos, y que finalmente se hayan dado cuenta de que los necesitan para seguir evolucionando en lo espiritual. Aquí en la Tierra las pasiones y los deseos se manifiestan en una etapa inicial de la vida del ser humano, y es un error pensar que el desarrollo racional debe llevarlas a ser neutralizadas o desarraigadas del proceso de conocimiento, crecimiento y aprendizaje, ya que la emoción y el sentimiento, bien orientados, encumbran al ser humano a los niveles más elevados. Y eso es lo que esos seres vinieron a recuperar aquí a través de la observación y la experimentación.
Siendo el tiempo del universo como una espiral ascendente, algunas civilizaciones extraterrestres recibieron la autorización de jerarquías cósmicas para venir a la Tierra a través de portales dimensionales antes de que esta muriera, impidiendo que lo hiciera, creando con ello un tiempo alternativo paradójico que se ha venido trenzando con el real tiempo del universo. Pero durante la segunda oportunidad que se le dio a este planeta, y durante el desarrollo del plan, los niveles de interacción de las razas alienígenas como interventores, y de la humanidad como intervenida, fueron más allá de lo que estaba previsto, produciéndose una inesperada desviación del proyecto y con ello la disidencia de algunos de estos guardianes y vigilantes de apariencia reptiliana, temerosos de que el experimento se descontrolara por el potencial manifestado por el ser humano. Esto llevó a la crisis del experimento planetario conduciéndolo al borde de su cancelación y provocando un conflicto cósmico de grandes proporciones que llevó a la deportación de los líderes de la disidencia a nuestro propio mundo.
Originalmente estaba previsto crear una fuerza antagónica de oposición que dificultara al máximo el acceso a la información y presionara tanto a los seres que los obligara a extraer de lo más profundo lo mejor de sí y canalizar