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JARDINES DEL ÁNIMA
F. JAVIER CÁRDENAS GARCÍA
JARDINES DEL ÁNIMA
EXLIBRIC
ANTEQUERA 2019
JARDINES DEL ÁNIMA
© F. Javier Cárdenas García
© de la imagen de cubiertas: Lorena Quesada Garrido
Diseño de portada: Dpto. de Diseño Gráfico Exlibric
Iª edición
© ExLibric, 2019.
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ISBN: 978-84-17845-40-7
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F. JAVIER CÁRDENAS GARCÍA
JARDINES DEL ÁNIMA
Índice de contenido
A mi madre por ser la mejor persona que he conocido, conozco y conoceré en la vida. A mi padre por inculcarme el valor de la constancia y el trabajo duro como fuerza motriz innegable de vida. A mi hermano, familia, amigos y todos aquellos que hicieron de una u otra forma que sea hoy el que soy. Gracias.
I. PRELUDIO
«Todo el mundo se ha apagado alguna vez en la vida, supongo», me decía sin cesar una persona muy sabia que conocí cuando apenas había levantado quince julios en mi vida. Por supuesto, lo desoí en su momento y aquella frase mil veces repetida cayó en el olvido de las cosas, hasta que la desempolvara hoy para iniciar todo esto. Yo mismo un día consideré, tras una terrible concatenación de despiadadas crisis existenciales, que mi carne estéril y muerta no era capaz de albergar vida alguna, que no era más que un campo de lágrimas, de melancolía infinita terriblemente vulnerable al filtro que esta sociedad me imponía. Con la cabeza dirigida hacia el suelo caminaba sin quererlo, persiguiendo la sombra de un proyecto de vida que emprendía por compromiso.
Pero ¡qué errado estaba! No había sido capaz de vislumbrar la siembra que siempre hubo en mí, la calidad de sus semillas, brotes y hojas futuras. Los inviernos que adoro, por cierto, se terminan marchando tarde o temprano y tras ellos la primavera del mundo renació con su ímpetu inquebrantable. El mío había durado demasiado, pero tras él allí estaba, empuñando una tierra maravillosa, receptiva al calor, a la luz, al sol, a la algarabía de un amanecer extraordinario. Sedientas y bucólicas, emergieron de la grava pasada cientos de flores arraigadas en mí y de mí con el pretexto de encauzar mi quebrado navío en el sendero venidero, más allá de la necrótica herrumbre que lastró y tanto costo provocó en mi carne.
Así, Jardines del ánima confecciona una breve recolecta de mis cantos juveniles, esos pasos que todos hemos dado y que nos esculpieron en las personas que somos ahora. Todos ellos aunados bajo la íntima seña de una pretensión de lírica a medias.
II. ROSAL PÚRPURA
¿Cómo