Alcools. Mirko Lauer

Alcools - Mirko Lauer


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      Mirko Lauer (Žatec, Checoslovaquia, 1947) es periodista en el diario La República y codirector de la revista de artes y letras Hueso húmero. Publicó su anterior libro de poesía en el año 2000: Trópical cantante (El Virrey). Publicaciones más recientes son: Vanguardistas. Una miscelanea en torno de los años 20 peruanos (PUCP) y La olla de cristal. Mirando el futuro de la cocina peruana (USMP), ambos del año 2012.

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      Alcools

      Primera edición electrónica: diciembre de 2020

      © Mirko Lauer

      © Paracaídas Soluciones Editoriales S.A.C., 2020

      para su sello Paracaídas Editores

      APV. Las Margaritas Mz. C, Lt. 17,

      San Martín de Porres, Lima

      http://paracaidas-se.com/

      [email protected]

      Composición: Juan Pablo Mejía

      Arte de portada: Manto 2, Mariella Agois

      Retrato del autor: Diario La República

      isbn ePub: 978-612-4405-26-6

      Se prohibe la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio sin el correspondiente permiso por escrito de la editorial.

      Producido en Perú

      Écoutez mes chants d’universelle ivrognerie.

      Guillaume Apollinaire, Alcools, 1913

      Uno

      Knob creek, 100 proof

      Once estrofas sobre la más simple tristeza

      El alcohol se desliza por la noche, suave a través mío.

      No hay nadie a quien entender, nadie que me entienda a mí

      Entre los muebles que se amontonan mostrándose en las caras

      Su silencio preparatorio de próximas actuaciones.

      No sé, solo sospecho, hasta dónde llegarán estas copas

      Dispuestas como sillones cada vez que están vacías.

      Deslizo mi mano como un alcohol que mancha, tinta suave a través de la noche,

      Alcools. As You Write It.

      Todo lo que ahora no comprendo pasa a través de mis manos sin que yo lo advierta.

      Gira y vuelve a un punto nuevo donde ya no recomienza,

      Y yo no soporto mucho tiempo más a mi poesía

      Volar tan oblicua y lenta hacia su blanco.

      El alcohol es ocre y resbala, en suave retroceso por mis arterias

      En significados varios de la palabra vapores.

      El estilo extraviado en el alambique.

      R.P. sabía el texto de una adivinanza.

      Nunca dijo si la sabía resolver. El alcohol me empapa

      Por el método chino de las cajitas pendejas.

      Las botellas ruedan por la suave pendiente, ruedan pendientes

      De una noche construida con intuiciones de epitafios

      Como un flujo-cognac creciendo en masa por la velocidad,

      La máxima tasa de aceleración,

      Dentro de mí.

      ¿Qué es cierto? Algo parece ser cierto. Un sentimiento adorable,

      No necesariamente cierto, dice la gente.

      No necesariamente cierto lo que dice la gente que me rodea

      Llevando algo adorable de un lado a otro hasta ubicarlo

      Fuera de mi alcance. ¿Realmente fuera de mi alcance?

      ¿O soy yo el que digo: fuera de mi alcance?

      Comprimo suave la copa con pasos rápidos de baile, dos dedos

      & el alcohol confirma/concluye su espiral: cola de lagartija,

      piel de sapo: magia,

      La fractura de una reflexión que parece ajena.

      ¿Era la cama —el silencioso mueble— la que en el texto

      como un borracho se fumaba la casa del alma?

      Acabo de tirar las colillas al tacho porque son demasiadas.

      Mi piel se empieza a cubrir de marcas famosas.

      Ahora sí que el alcohol se lanza por un suave tobogán que va mucho más allá de mi cuerpo.

      Espíritus en busca del espíritu. Babeante buey camino de Belén.

      Mira cómo muestra sus enrojecidas pezuñas rococó

      Bajo la luz de esta jornada que concluye en la cual todo es sic.

      Bailo como un ciego en un cabaret:

      Noche sin noche, noche sin roche (chúpate esa S.J. de la Cruz)

      En que el alcohol sigue goteando suavemente

      Por la línea que une diversos órganos estatales de mi cuerpo,

      Mi cuerpo que ahora es un alambique del diablo,

      Con el que acojo la violencia de los pedidos de perdón que son mi vómito y mi náusea.

      Pasos de baile en la suave penumbra de mi hígado graso.

      Se resbalan los invitados en su partida, saludan, me dan

      la mano,

      Me llevan hacia la cumbre nevada de su corazón

      De la que nunca sé cómo volver. Perplejidad en la que viviré para siempre

      Lamentando tener que prolongar la vida

      Habiendo nacido para el instante.

      Huaringuero curandero hace regresar al ser amado, suavemente.

      ¿Para eso alcoholizado? ¿Quién es ser amado?

      ¿Sherezada & las 1,000 noches y una noche en Radio Central 6 pm?

      ¿Capitán Silver agente de la CIA a bordo de la goleta Lobo de mar?

      ¿Señorita Vammmpi, la flor de la Loquibambia? ¿Milnovecientoscuántos?

      Algo pasa cada vez más suave cuando ya no estoy allí,

      En la guarida del Zorro por un instante.

      Solo huesos que se empapan con un silbido calcáreo,

      Y como en el chiste que me contó Gustavo Gutiérrez los hechos del pasado no coinciden,

      Pero las fechas de lo que se viene son exactas,

      y los vapores suben.

      Última sopa de ranas

      En la mesa donde nadie sabe

      Que el silencio es por los accidentados que ruedan hasta mostrar

      El hueso pelado en la torrentera.

      Dos curvas atrás


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