Fundamentos de microeconomía. Marco Antonio Plaza Vidaurre

Fundamentos de microeconomía - Marco Antonio Plaza Vidaurre


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para evitar el malestar y tener un mayor bienestar, lo que no se puede negar.

      Milton Friedman, economista liberal de la Universidad de Chicago, publicó Ensayos sobre economía positiva (1967), un libro relacionado con la corriente positiva, donde explica cómo la metodología de la economía requiere de la utilización de métodos estadísticos con la finalidad de determinar si un planteamiento económico o teoría es aceptada, no solo para explicar la realidad, sino para predecir futuros acontecimientos, siendo esto último la principal bondad, según el autor mencionado. A continuación, se resumirán algunas de las principales proposiciones relacionadas con la metodología positiva de la economía.

      Friedman nos explica que la economía tiene dos enfoques: positivo y normativo. El primero es el estudio de la realidad tal como es, sin juicios de valor; por ejemplo, si un banco central emite dinero en una mayor proporción de lo que se demanda, los precios de la economía aumentarán. En este caso, no interesa si el gobierno desea ayudar a los más necesitados o si quiere elevar los sueldos para que la población tenga más bienestar. Sin embargo, esta proposición debe ser contrastada con la realidad a través de la observación y el análisis de estadísticas dado que en la economía no se cuenta con laboratorios para efectuar experimentos una y otra vez. La historia se convierte así en la fuente de “experimentación” teniendo en cuenta que son datos fechados o pasados.

      La economía normativa es diferente porque no trata de explicar la realidad sino de transformarla. En nuestro ejemplo, el gobernante desea reducir la pobreza y decide aumentar el gasto público mediante programas sociales. Podemos observar que el efecto causalidad se ha invertido. Mientras que la economía positiva estudia cómo una variable influye en otra sin intervención estatal, la economía normativa busca cómo influir en la economía, según sus objetivos políticos propuestos sobre la base de la manipulación de ciertas variables. Podríamos decir que la economía positiva se relaciona con la teoría mientras que la normativa lo hace con la política económica: la primera es una ciencia; la segunda, un arte. No obstante, Friedman resalta que la economía normativa depende de la positiva, lo que vale decir que la política económica debe sustentarse en la teoría económica. Por ejemplo, la política monetaria debe sustentarse en la teoría monetaria.

      En cuanto a la manera de hacer ciencia o teoría, el positivismo o empirismo, utiliza una hipótesis (o una conjetura), que como su nombre lo dice, es una tesis de baja intensidad. Y esta hipótesis es producto, en la mayoría de los casos, de una deducción lógica, que parte de una generalidad y llega a una proposición específica. Una vez hecha la deducción, se investiga a través de la estadística si puede ser rechazada o falseada; de no ser rechazada, significa que la proposición teórica ha sido corroborada, luego la teoría puede ser utilizada para la explicar la realidad y la previsión económica, la cual consiste en proyectarse cada vez que una variable económica tenga alguna variación o cuando se toma una medida económica y así explicar que sucederá. Todo esto se hace cuando una teoría no ha sido rechazada por el método estadístico. Siguiendo nuestro ejemplo, si la autoridad monetaria emite dinero para financiar el gasto público, podríamos plantear la siguiente hipótesis: un aumento del gasto público financiado con una mayor emisión de dinero ocasiona un incremento de la inflación. Esta hipótesis tiene todo un armazón teórico de la teoría cuantitativa del dinero, explicada por Friedman. Luego la aprobación de esta hipótesis se dará si no se demuestra lo contrario.

      Un aspecto importante que debe tenerse en cuenta en la concepción de Friedman para hacer teoría es que una hipótesis debe caracterizarse por su simplicidad. Para el efecto, en el proceso de deducción de la hipótesis, se debe utilizar un modelo que es una representación simplificada y abstracta de la realidad con supuestos (premisas o reglas de juego) que permiten la construcción de un mundo imaginario que tiene como objetivo, a través de un entorno o un contexto, explicar los procesos económicos. Estos supuestos pueden ser irreales sin afectar el análisis teórico y su efectividad. Por ejemplo, son muy conocidos los supuestos del modelo de la competencia perfecta donde el bien que se produce y vende es homogéneo y tiene un solo precio, y que los productores tienen amplio conocimiento del precio de los insumos, salarios y de sus costos de producción. En tal sentido, el empresario tiene toda la información para decidir sobre la maximización de la función de la rentabilidad, que es la diferencia entre los ingresos por ventas y los costos de producción. Podemos ver así que los supuestos no son reales, sin embargo, siguen una lógica coherente. Un supuesto incoherente sería, por ejemplo, que el hombre vuele o que sea eterno. Sin embargo, Friedman acepta esta situación de los supuestos irreales porque el objetivo de la teoría es predecir acontecimientos. Por ejemplo, si aumentan los gustos y las preferencias de las personas por un bien determinado, como la carne de res, se expandirá la demanda de este bien, y el precio tenderá a aumentar; asimismo, los empresarios producirán una mayor cantidad de carne en vista al incremento de la rentabilidad económica. El modelo de la competencia perfecta predice estos cambios en el precio del bien y en su respectiva producción aun cuando utiliza supuestos que no se cumplen exactamente en el mercado, como asumir un solo tipo de bien y de precio. Friedman reconoce que los productores no toman sus decisiones resolviendo ecuaciones de maximización u optimización. No obstante, la lógica que subyace al modelo de la competencia perfecta permite explicar procesos económicos.

      De todo lo explicado, una teoría, según Friedman, no puede ser juzgada por la irrealidad de sus supuestos y debe ser aceptada por la capacidad de predicción. Ahora bien, la predicción normalmente se relaciona con el futuro, pero también puede efectuarse hacia el pasado donde asume un papel explicativo. Por ejemplo, Friedman explicó las causas de la gran depresión del siglo xx utilizando la teoría monetaria, demostró que en aquella época esta teoría no estaba tan desarrollada y llegó a la conclusión de que la crisis bancaria se debió a una drástica reducción de la liquidez monetaria.

      Con el fin de profundizar en el planteamiento y la aprobación de una hipótesis, surge una pregunta: ¿cómo aprobamos esta? Supongamos que se investiga que A y B siguen la misma tendencia, es decir, si A se incrementa (disminuye), B aumenta (decrece); luego, se busca la existencia de una correlación estadística entre A y B; de comprobarse esta relación estadística, significa que la hipótesis no es falsa y ésta ha sido corroborada. Esta metodología es la que sigue Friedman, inspirado en Popper (2007), quien afirma que las hipótesis jamás se pueden comprobar ni verificar si son verdaderas y que solamente se puede observar que no sean falsas. Por tanto, una hipótesis es una conjetura o planteamiento provisional que no reúne todos los elementos de juicio para declararla como una verdad, pero que se acepta mientras no sea negada. En otras palabras, una teoría, al ser un conjunto de hipótesis que no son verdaderas y solamente corroboradas o simplemente no negadas, es indudablemente temporal o provisional, pudiéndose dar el caso de que sea aceptada y utilizada sin tener en cuenta que en el futuro pueda demostrarse que es falsa. Este es el problema que acarrea el método hipotético deductivo. Tenemos como ejemplo la relación del tipo de cambio y la inflación: en la década de los años ochenta la economía peruana tuvo una inflación con fuertes depreciaciones. Muchos economistas plantearon modelos que explicaban que los aumentos en el tipo de cambio creaban inflación y, por lo tanto era necesario controlar esta variable al milímetro. Sin embargo, la experiencia demostró que la inflación fue la que presionaba al tipo de cambio a aumentar, sobre todo, en los episodios inflacionarios. A inicios del presente siglo se dio el caso de que la inflación se aceleró y disminuyó el tipo de cambio. Dicho esto, existen muchos factores o variables que pueden alterar la hipótesis planteada inicialmente. Si A causa B, también puede ocurrir que C y D causen B, o que A cause B utilizando la variable C como interviniente.

      Zanotti (2013) hace un análisis de la epistemología (teoría del conocimiento) de los planteamientos de Friedman respecto a su visión del positivismo, en el sentido que prioriza el poder predictivo a la explicación de los procesos del mercado descuidándose así la comprensión de los procesos que se presentan en el mercado. El autor señala la importancia que Friedman le da a los supuestos cuando se plantea una hipótesis: “Las hipótesis verdaderamente importantes tienen supuestos que son una representación inadecuada de la realidad, e, incluso, mientras más significativa la teoría, menos reales serán los supuestos” (p. 144). Agrega que para Friedman lo más importante


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