Guía Introductoria A Una Sexualidad Positiva. Gonzalez R. Rosenstock Yael

Guía Introductoria A Una Sexualidad Positiva - Gonzalez R. Rosenstock Yael


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Almohada (Has elegido “siempre” o “con frecuencia” para todas, o gran parte, de las preguntas 2, 4, 6, 8, y 10, mientras que has respondido “nunca” o “raramente” para todas, o gran parte, de las preguntas 1, 3, 5, 7. Has elegido “a veces”, “raramente” o “nunca” para la pregunta 9).

      Te gusta relajarte y que te complazcan. Ves el sexo contigo como una fuente de placer para los demás, o posiblemente no te importe el placer de los demás. De cualquier manera, una buena experiencia sexual implica que tu orgasmo ocurra a través de la atención directa. La otra persona puede llegar al orgasmo a través de un esfuerzo mínimo de tu parte o tal vez no lo logre en absoluto.

      Amante Almohadón (Has elegido “con frecuencia” para todas, o gran parte, de las preguntas 2, 4, 6, y 10 y “a veces” o “con frecuencia” para la pregunta 8, mientras que has elegido “raramente” o “a veces” para todas, o gran parte, de las preguntas 1, 3, 5, y 7. Has elegido “con frecuencia” o “siempre” para la pregunta 9).

      Al igual que con una persona almohada, te encanta recibir. Sin embargo, el placer de tu pareja es importante para ti y te gusta asegurarte de que esté disfrutando. Puede que prefieras que su disfrute implique menos acción de tu parte, pero te entusiasma complacer a tu pareja directamente si eso es lo que se necesita para que alcance el placer.

      Equilibrado / Dar-Recibir (Tus respuestas pueden estar mezcladas, pero en general indican que te gusta dar y recibir en igual medida).

      Disfrutas recibir placer sexual pero también te encanta proporcionarlo. No llevas la cuenta porque te complace dar placer si tu(s) pareja(s) siente(n) lo mismo. Sin embargo, puede que empieces a llevar la cuenta de los orgasmos que has facilitado si sientes que te descuidan. Por otro lado, puedes sentir entusiasmo ante la posibilidad de “malcriar” a una pareja (o parejas) que se lo merecen.

      Complaciente (Has elegido “con frecuencia” para todas, o para la mayoría, de las preguntas 1, 3, 5, y 7 y has respondido “siempre” o “con frecuencia” para la pregunta 9, mientras que te has decantado por “raramente” o “a veces” para todas, o para la mayoría, de las preguntas 2, 4, 6, y 8, independientemente de la respuesta que escogieras para la pregunta 10).

      Si bien disfrutas recibiendo placer, incluso si te lleva al orgasmo, lo que realmente te deleita es ser la causa del placer de los demás. Te apasiona y te motiva saber que puedes proporcionarle satisfacción a alguien. Disfrutas ideando formas nuevas y creativas de complacer a tu(s) pareja(s).

      Adorador del cuerpo / genitales / vulva / pene (Has elegido “siempre” o “con frecuencia” para todas, o gran parte, de las preguntas 1, 3, 5, y 7 y has respondido “siempre” para la pregunta 9, mientras que has escogido “nunca”, “raramente” o “a veces” como respuesta para todas, o gran parte, de las preguntas 2, 4, 6, y 8, cualquiera sea la respuesta de la pregunta 10).

      Al igual que con un Complaciente, el placer de tu(s) pareja(s) es primordial para ti. Sin embargo, aún hay más. ADORAS y te deleitas en hacer que el(los) cuerpo(s) de tu(s) pareja(s) vibren con energía sexual. Te encanta mirar, probar, tocar y oler. Puedes pasar largas horas, posiblemente un día entero, complaciéndolos y haciéndolos gemir. Cuando fantaseas o te masturbas a menudo imaginas nuevas formas de excitarlos. Para algunos, su propio placer está tan directamente relacionado con el placer que provoca a otros, que alcanzar su propio orgasmo puede ser una ocurrencia tardía.

      Específico de la persona: a veces aparecen personas en nuestras vidas que provocan que nuestro comportamiento cambie. Puede que te hayas etiquetado como un Amante Almohadón, o uno Equilibrado, y cuando aparece una nueva pareja, te conviertes en un Complaciente, un Adorador o una Persona Almohada. A veces, se trata de nosotros mismos en la aventura de descubrir nuevas facetas de nuestra personalidad. Otras veces, puede estar relacionado con el olor o con las feromonas de esa persona, los sonidos que emite, su sabor o la forma en que nos sentimos emocionalmente con respecto a ella.

      Quisiera añadir los roles de Demi-princesa, Demi-amante-almohadón, Demi-complaciente y Demi-adorador. He creado estos calificativos basándome en el término «demi-sexual». Describen individuos que requieren una fuerte conexión romántica antes de formar pareja con alguien. Dentro de las relaciones en las que se sienten menos conectados, pueden hallarse en cualquier otra parte del espectro.

      ***El término Princesa-almohada se acuñó como un insulto para la lesbiana que no tiene interés en la reciprocidad sexual, una «femme de piedra». Sin embargo, ha cambiado desde entonces. Con independencia de su género, cualquiera puede ser una Persona-almohada. Además, aunque originalmente tenía la intención de ser un mote negativo, he hablado con individuos y leído blogs sobre personas que disfrutan de la gente-almohada. Sin embargo, puede ocurrir que, si una persona ha experimentado un trauma, posiblemente no se sienta segura de participar en ciertos actos. Es importante hablar con tus compañeros o compañeras sexuales y conocer sus experiencias y necesidades. Quiero enfatizar que hay que priorizar el cuidado de los demás y aprender a dispensar esos cuidados es tarea ineludible de todos aquellos que están involucrados en una relación. ***

      Entiende Tus Sexualidades

      Ya hemos hablado de los distintos roles que puedes desempeñar durante una experiencia sexual (desde el punto de vista de dar y recibir). Esta sección habla de lo que te estimula. Por ejemplo, hay personas demi-sexuales que requieren un vínculo emocional para excitarse. Están quienes disfrutan de los juegos de poder y otros cuyo enfoque sexual está en determinadas partes del cuerpo, como los pies. Para algunos la atracción se relaciona directamente con ciertas identidades sexuales y para otros dichos factores son irrelevantes. Todos tenemos cosas que nos encienden la pasión y otras que la apagan. Aunque la palabra «sexualidad» se refiere comúnmente a la orientación sexual, elijo incorporar todo lo que se enumera en este párrafo, incluida la tendencia a dar y/o recibir, como parte de la sexualidad de una persona.

      Hay aspectos de nuestra sexualidad, como las identidades que nos atraen, que con frecuencia están determinados antes de nacer. Con esto quiero decir que generalmente nacemos con una orientación sexual y, finalmente, cuando empezamos a sentirnos atraídos hacia los demás, es cuando descubrimos la naturaleza de esa orientación sexual. Otras partes de nuestra sexualidad pueden verse influidas por las experiencias que hemos vivido, tanto positivas como negativas. A medida que leas acerca de las diferentes identidades y experiencias expuestas aquí, abre tu mente a la diversidad y evita desvalorizar las preferencias de otros. Con independencia de que te guste, o de que lo entiendas o no, no hay excusa válida para despreciar el estilo de vida de otras personas. Puede que incluso descubras que formas parte de ciertas comunidades de las que jamás habías oído hablar. He elegido resaltar algunas de las identidades sexuales que caen fuera de la norma, porque las que ya están normalizadas son ampliamente conocidas. Te animo a que explores algunas identidades poco conocidas, o sin determinar, a medida que avanzas con la lectura de este libro.

      La(s) Identidad(es) Sexual(es) de tus Amantes

      Si un hombre cis flirtea con una lesbiana, ella sigue siendo lesbiana. Si alguien que no pertenece al género o al sexo por el que sientes atracción flirtea contigo, tu sexualidad permanecerá inalterada. Esto es causa de preocupación para algunos individuos cis-heterosexuales y ha conducido a la ira y a la violencia. La sexualidad no es un resfriado que puedas pillar. La defensa de tu sexualidad jamás debería ser una excusa para la violencia


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