Diccionario de la obra de Wilfred R. Bion. Rafael E. López-Corvo
intrincado y sucesivo entre el continente y el contenido puede lograr tal nivel de abstracción que permite la posibilidad de APRENDER DE LA EXPERIENCIA. El desarrollo mental sigue la EVOLUCIÓN de las posiciones kleinianas: Ps ↔ D, es típico de lo que Bion llama una relación ‘comensal’ y necesitarán en algún momento de lo que Poincaré ha llamado un HECHO SELECCIONADO. Los contenidos (♂) representan dudas, interrogantes o variables unidas por experiencias emocionales, que van sumándose sucesivamente dentro de los continentes (♀), en una serie continua que podría representarse como: ♂n + ♀n ; un proceso que a la larga garantiza el sucesivo crecimiento del aparato y la posibilidad de aprender de la experiencia. Este aprendizaje dependerá de la capacidad de ♀n de integrar, al tiempo en que permanece abierto, libre de rigidez y dispuesto a las sucesivas asimilaciones. Un individuo en quien se da este mecanismo mostrará que es capaz de retener su conocimiento y experiencia, que puede usar sus experiencias pasadas y es receptivo a las nuevas. Por lo tanto, el nivel de K depende de este tipo de relación comensal; por ejemplo, la sucesiva complejidad de nuevas HIPÓTESIS que formarán sistemas y posteriormente SISTEMAS CIENTÍFICOS DEDUCTIVOS que a su vez podrían re-combinarse (LE, pp. 92-94). Bion también relaciona al ‘aparato para pensar’ con I (Idea), asegurando que el material del cual está formado el ‘aparato’ y con lo cual tiene que lidiar es I (EP, p. 31).
Contrariamente, existe también la situación continente-contenido (♀♂) que se encuentra dominada por la ENVIDIA y donde el resultado no sería K sino –K. En esta condición el bebé fragmenta y proyecta sus sentimientos de miedo dentro del pecho, junto con la envidia y el odio, lo cual impide la creación de una relación ♀ + ♂ de tipo COMENSAL que tendría a K como resultado. En esta situación, se siente que el pecho envidiosamente destruye lo bueno o los elementos valiosos que pudiesen metabolizar el temor de muerte del bebé y, en su lugar, fuerzan de regreso residuos denigrados que determinan la aparición del TERROR SIN NOMBRE, una condición continente-contenido entre el bebé y el pecho representada por Bion como –K. Este estado es realmente serio por cuanto el pecho no solo no neutraliza el temor a morir, sino que elimina el deseo de vivir (LE, pp. 97-99). Bion la representa como: (menos) – (♀♂) (véase MENOS – (♀♂) lo cual califica como un «WITHOUT-NESS» (véase), que significaría:
un objeto interno que no tiene exterior o un canal alimenticio que no tiene cuerpo. Es un superyó que apenas tiene alguna de las características del superyó tal y como es conocido en psicoanálisis: es «super» yo. Es una afirmación envidiosa de una superioridad moral que no tiene moral […] El proceso de despojar continúa hasta que –♀ –♂ apenas representa algo más que una superioridad-inferioridad vacía que en su momento degenerará en nulidad (LE, p. 97).
Contraparte mental (ingl.: Mental counterpart; ital.: Controparte mentale; fr.: Equivalent mental; ale.: Seelische Entsprechung).
Bion usa esta expresión para describir una representación interna de alguna situación, por ejemplo visualizar internamente alguna figura sin que exista una representación externa; algo como «usar el ojo interior», «ver en la imaginación», etc. Dice Bion:
Considero a esta actividad como dependiente de la contraparte mental del sentido de la vista. Similarmente, lo ‘amargo’ de un recuerdo depende de la contraparte del sistema alimentario, similar a otras situaciones que incluyen al sistema reproductor» (T, p. 91). Véase VÉRTICE, SISTEMA REPRODUCTOR INTERNO.
Contratransferencia (ingl.: Countertranference; ital.: Controtransfert; fr.: Contre-transfert; ale.: Gegenübertragung).
Ya desde su experiencia en GRUPO Bion había introducido la importancia de la contratransferencia en la fabricación de la INTERPRETACIÓN. Así escribe:
Puede argumentarse con justicia que las interpretaciones cuyas mayores evidencias reposan no en los hechos observados en el grupo, sino en las reacciones subjetivas del analista, son más factibles de encontrar su explicación en la psicopatología del analista que en la dinámica del grupo... Es que en el tratamiento en grupos, muchas interpretaciones y entre ellas las más importantes, deben ser creadas sobre la fuerza de las reacciones emocionales del analista más que el comportamiento del grupo. (EG, pp. 148-149).
Bion se había anticipado a lo expresado por Heimann (1950), Racker (1953), Grinberg (1957), entre otros, sobre la importancia de la IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA en la estructuración de la contratransferencia; así dice:
Es mi creencia que estas reacciones son dependientes del hecho de que el analista en el grupo se encuentra en el extremo receptor de lo que Melanie Klein (1946) ha llamado identificación proyectiva [...] la experiencia de la contratransferencia me parece que tiene una cualidad diferente de la que permita al analista diferenciar aquella ocasión cuando es objeto de una identificación proyectiva de aquella otra cuando no lo es. El analista siente que está siendo manipulado a jugar un papel, aunque sea difícil reconocerlo, en la fantasía de otro (EG, pp. 149).
Sobre este aspecto, Bléandonu (1994) agrega:
Cuando el CONCEPTO de contratransferencia comenzó a aparecer en la literatura psicoanalítica de los 50, Bion había encontrado el FENÓMENO unos buenos diez años antes. Sus escritos sobre la PSICOSIS, en su originalidad y densidad, se distinguen inmediatamente (p. 108).
En 1953, en su artículo «Notas sobre la teoría de la ESQUIZOFRENIA» (ST, pp. 23-35), Bion establece que la «evidencia para las interpretaciones deben buscarse en la contratransferencia y en el acto de la asociación libre del paciente. La contratransferencia tiene que jugar una parte importante en el análisis de esquizofrénicos...» (ST, p. 24). Más adelante, en Cogitations, en una nota que data de 1967, se refiere a la importancia de experimentar sentimientos tanto persecutorios como depresivos durante la sesión, antes de producir la interpretación:
Sugiero que para que una interpretación sea correcta, es necesario que el analista experimente la fase de ‘persecución’ […] antes de dar una interpretación. Igualmente, deberá experimentar la depresión antes de estar listo para dar una interpretación […] Me encuentro fortificado en esta creencia, en virtud de la convicción que ha nacido en mí por el análisis de pacientes psicóticos y limítrofes. No creo que estos pacientes aceptarían una interpretación, aun siendo correcta, al menos que sientan que el analista ha pasado a través de esta crisis emocional... (C, p. 291).
Posteriormente expresa: «Podemos asumir que lo que el analista diga acerca del analizando es posiblemente también verdad acerca del analista» (C, p. 361).
Durante sus conferencias de Brasil en 1974-1975 (CS, p. 26; BL2, pp. 87-88, 189), Bion discrimina entre aquellos sentimientos que el analista experimenta hacia su paciente, de los cuales está consciente y puede por tanto usarlos para fabricar una interpretación, y aquellos otros de los cuales el analista no está consciente y por tanto no puede emplearlos, teniendo como única opción analizarlos para hacerlos conscientes. Bion designa a estos últimos como contratransferencia.
En una de las supervisiones en Brasilia, uno de los analistas presentantes expresa su dificultad para comunicarse con su paciente en la siguiente forma: «Nunca estaba seguro de si la dificultad en establecer contacto radicaba en mí o en la paciente», a lo cual Bion responde:
Eso siempre vale la pena considerarlo. Pero aquí otra vez yo pienso que existe un argumento falaz porque los analistas piensan que ellos pueden usar la contratransferencia. Esto es una forma equivocada de pensar. Usted puede usar un sentimiento que usted tiene, pero la contratransferencia no la puede usar. Por definición no puedo hacer nada acerca de mi contratransferencia; no hay nada que se pueda hacer con ello excepto ir a un analista y analizarse. Aunque casi todos nosotros tenemos que tolerar el hecho de que no hay analistas a quien podamos acudir (CS, p. 26).
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