Antiperonista es tu culpa. Matías Pérez Manghi

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      ORÍGENES HISTÓRICOS y REALISTAS del ANTIPERONISMO en el MARCO INTERNACIONAL

      1. Orígenes históricos y realistas del antiperonismo en el marco internacional.

      Sostener una tesis como la que despliego en este trabajo implica realizar un abordaje profundo no sólo de la historia argentina sino de la historia de la humanidad. El objetivo no es abrumar con detalles y con procesos que obligarían a escribir otro libro sino simplemente explicitar las principales líneas que terminaron dándole forma al mundo en el que vivimos hoy.

      Pienso que, para facilitar el recorrido, tiene sentido dividir este apartado en dos etapas con un criterio netamente temporal: por un lado, una que vaya desde el comienzo de la humanidad hasta el siglo XVIII; y, por el otro, una que empiece con la Revolución Industrial y termine en la actualidad.

      1. La primera, desde el inicio de la humanidad hasta el siglo XVIII.

      a) Formas de Gobierno. Liderazgo. Manejo de los pueblos.

      Desde que las personas han vivido en comunidad, desde el inicio de la humanidad, se han establecido reglas de convivencia para mantener la paz y la armonía.

      Las primeras reglas para gobernar -“gobierno” proviene etimológicamente del griego: pilotar un barco o también dirigir- fueron creadas por las familias o tribus. Tras el crecimiento de la población, las comunidades se hicieron más grandes y por ende se hicieron necesarias más reglas. El gobierno tomó más impulso y protagonismo ya que es el principal pilar del Estado; la autoridad que dirige, controla y administra sus instituciones, la cual consiste en la conducción política general, es decir, en el ejercicio del poder ejecutivo del Estado.

      La evolución de los gobiernos sucedió a la par del crecimiento de la población. Muchos tipos de gobierno se han utilizado durante estos siglos. A la mayoría se los puede ubicar dentro de estas cuatro categorías:

      Monarquía es un tipo de gobierno dirigido por un rey o una reina, aunque a veces utilicen un título diferente como emperador o emperatriz, entre otros. La monarquía es una de las formas de gobierno más antiguas, en la cual los reyes ejercitan un poder casi sin control. Después de la muerte de un monarca, su hijo mayor hereda la corona. En determinadas circunstancias, si no había un heredero masculino una hija podía heredar la corona. En una monarquía, la jefatura del Estado es personal, vitalicia y hereditaria.

      Las monarquías aún existen en la actualidad, aunque los cargos suelen ser diplomáticos o ceremoniales. Los monarcas de hoy en día tienen muy poco poder y son en su mayoría representantes de su país.

      En En Grecia, las ciudades-estado fueron un tipo de gobierno inventado, mediante el cual las mismas eran independientes y controlaban el territorio aledaño. Cada ciudad-estado tenía su propia forma de gobierno interno.

      Por ejemplo, Atenas fue la primera ciudad democrática mientras que Esparta fue gobernada por dos reyes. Los reyes de ambas dinastías gobernaban de forma colegiada, siendo coordinados y fiscalizados por la magistratura por medio de cinco magistrados. La magistratura era llamada eforado. Los cinco éforos o magistrados, elegidos anualmente, eran los que realmente ostentaban el poder. Aunque Esparta contó con reyes, normalmente sólo ejercieron el papel de jefes del ejército. A diferencia de Atenas, no estuvo regida por un sistema democrático sino por una oligarquía, es decir, el gobierno de una élite de guerreros.

      Una república es un gobierno en el que pueblo elige sus representantes para hablar por ellos en un consejo, que alguna vez fue un consejo de consultoría para el rey o emperador y que con el tiempo se convirtió en el primer senado. Una democracia es un gobierno donde se espera que todas las personas participen del mismo. Dicha participación se da a través de elecciones libres.

      En una democracia directa todo el mundo puede votar en todas las categorías disponibles. La mayoría de las democracias modernas son representativas, ya que los ciudadanos eligen representantes que los representen, valga la redundancia.

      Una dictadura es un gobierno donde una persona toma todas las decisiones y tiene todo el poder. Muchos dictadores toman el poder sin el consentimiento de su pueblo y utilizan la fuerza para mantenerse en el poder. Los ciudadanos de una dictadura casi no tienen derechos.

      Para citar algunos ejemplos actuales, tras la muerte de Fidel Castro su hermano Raúl continúa con el régimen dictatorial en la isla de Cuba. En Corea del Norte los desertores norcoreanos han sido testigos de la existencia de campos de prisión y concentración con una población estimada entre 150.000 y 200.000 internos, así como de la existencia de campos de experimentación humana y de numerosos casos de tortura, inanición, violaciones, asesinatos, experimentos médicos, trabajo forzado y abortos inducidos. Kim Jong es de los más sádicos y perversos gobernantes de inicios del siglo XXI.

      La República Popular de China es uno de los pocos estados socialistas que quedan en el mundo. Su forma de gobierno ha sido descrita como comunista y socialista pero también como autoritaria y corporativista con fuertes restricciones en muchas áreas, más notablemente respecto al libre acceso a Internet, la libertad de prensa, la libertad de reunión, el derecho a tener hijos, la libre formación de organizaciones sociales y la libertad de culto. Existen muchos dictadores en África y en Asia también.

      Como vimos en esta etapa de la historia, se puede observar un rasgo muy patente en la sociedad. Dicha característica es que en el 95 por ciento del tiempo de existencia de la humanidad, la población tuvo gobiernos que marcaban la agenda completa de cada ciudadano sin que estos últimos estuviesen representados de manera alguna. Esto ocurrió porque la monarquía, en sus distintas formas, fue la forma de gobierno que imperó en este planeta.

      Existen excepciones para lo anterior, según los tiempos y el monarca, pero no son relevantes ya que lo importante reside en que históricamente el ser humano actuó impulsado por las órdenes, inducciones, guías y pedidos de terceros, siempre que estos ejercieran un liderazgo tan convincente que las personas cumplieran los designios del monarca sin objeciones. Las formas, los modos y las órdenes pueden darse de buena o de mala manera, con buenos o malos objetivos; pero lo concreto es que la población en general siempre acató las órdenes monárquicas.

      El caudillismo, si bien tuvo inicio en el siglo XIX en los pueblos hispanoamericanos, se extiende a lo largo y a lo ancho de la historia de la humanidad. El pueblo es caudillista porque busca siempre que un líder lo guíe y lo ordene. En la historia esto está escrito y demostrado. El poder de los caudillos se basa en el apoyo de facciones importantes de las masas populares. Pero entendamos que es el caudillo quien busca y consigue el apoyo popular. Son contados los casos en que se da a la inversa y una de estas excepciones es el General Juan Domingo Perón.

      Ante este fenómeno tan instalado en la mayoría de las sociedades, es difícil que una ideología como el liberalismo logre que la humanidad cambie su forma de ser (inconsciente o no, innata o no) y pase de que alguien lo guíe a que nadie


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