Una reunión familiar. Robyn Carr
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© 2018 Robyn Carr
© 2021 Harlequin Ibérica, una división de HarperCollins Ibérica, S.A.
Una reunión familiar, n.º 270 - marzo 2021
Título original: The Family Gathering
Publicada originalmente por Mira Books, Ontario, Canadá.
Traducido por Ángeles Aragón López
Todos los derechos están reservados incluidos los de reproducción, total o parcial.
Esta edición ha sido publicada con autorización de Harlequin Books S.A.
Esta es una obra de ficción. Nombres, caracteres, lugares, y situaciones son producto de la imaginación del autor o son utilizados ficticiamente, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, establecimientos de negocios (comerciales), hechos o situaciones son pura coincidencia.
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I.S.B.N.: 978-84-1375-180-1
Conversión ebook: MT Color & Diseño, S.L.
Índice
Para la doctora Kochy Tang, con mi agradecimiento
por sus afectuosos cuidados y su amistad especial
En nuestra familia no escondemos la locura…
La sentamos en el porche y le damos un cóctel.
ANÓNIMO
Capítulo 1
Dakota Jones llevó el coche hasta el granero que su hermano había reconvertido en vivienda y aparcó al lado de la camioneta de este. Dejó su bolsa de viaje en el Jeep SUV y se acercó a la puerta. Permaneció un momento indeciso, pues su hermano tenía una niña de seis meses. Llamó con los nudillos para no tocar el timbre, por si la niña dormía. Un momento después volvió a llamar. A la tercera vez, se abrió la puerta.
—¡Dakota! —Cal sonrió—. ¿Qué haces aquí?
—He venido vía Australia. Es una larga historia.
—Estoy deseando oírla —repuso Cal—. ¿Quieres entrar o prefieres seguir ahí de pie un rato más?
—No quiero despertar a la niña.
—La niña está en Denver con Maggie. Volverán esta noche.
—Parece un arreglo interesante —murmuró Dakota.
—Esto es un tiro y afloja, amigo mío. ¿Quieres beber algo? —le ofreció Cal—. ¿Tienes hambre?
—Una cerveza fría estaría bien —repuso Dakota.
Miró a su alrededor. El lugar era hermoso, pero eso no era ninguna sorpresa. La casa de Cal con su primera esposa había sido un lugar increíble. Teniendo en cuenta cómo se habían criado los hermanos Jones, una buena casa sólida de la que pudieran estar orgullosos cubría una necesidad que no habían visto cubierta de niños.
Cal le puso una botella de cerveza en la mano.
—Tu casa es genial —comentó Dakota.
Cal no respondió a eso.
—¿Qué hacías en Australia? —preguntó.
—No conocía aquello —contestó Dakota—. Quería hacer un ambulado. Es un…
—Sé lo que es un ambulado —lo interrumpió Cal con una carcajada—. Un rito aborigen, una vuelta temporal a su estilo de vida —inclinó su cerveza en dirección a la de su hermano a modo de brindis—. Nunca te había visto con tanto pelo. En la cara y en todas partes.
Dakota se acarició la barba.
—Probablemente debería recortarla.
—¿Por qué no me cuentas lo que ocurre, antes de que Maggie y Elizabeth vuelvan a casa?
—Bueno, en Australia visité a un ranger con el que estuve hace años en los militares y luego fuimos juntos