Ciudadanía digital y desarrollo local. Francisco Sierra Caballero

Ciudadanía digital y desarrollo local - Francisco Sierra Caballero


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PODER LOCAL Y AUTONOMÍA COMUNICACIONAL

       POSTFACIO. A MODO DE CONCLUSIONES

       1. LA DEBILIDAD ESTRUCTURAL DE LA INICIATIVA LOCAL EN POLÍTICAS DE CIUDADANÍA DIGITAL

       2. LA NECESARIA VISIÓN REGIONAL DEL DESARROLLO ENDÓGENO

       3. EL ACCESO NO GARANTIZA LA DEMOCRACIA DIGITAL

       BIBLIOGRAFÍA

       WEBGRAFÍA

       A Julian Assange, por su libertad y la de todos en COMMUNIA

      No hay gobierno posible sin circuito de comunicación, sin espacio para la circulación de información.

      P. LÉVY

      La tecnología no es algo inevitable, sino algo diseñado, que se puede criticar, cambiar, socavar, transformar y, de vez en cuando, ignorar para subvertir sus tendencias limitadoras y totalitarias; ya estén provocadas por los estados o por los mercados.

      G. LOVINK

      La deriva dominante del sistema-mundo y las políticas públicas de los distintos niveles de gobierno se han traducido, en nuestro tiempo, en formas asimétricas de integración y exclusión social, marginando a amplios contingentes de la población y conjuntos de territorios que, como resultado, han dado lugar a la emergencia de diversas iniciativas locales y comunitarias que, frente a la lógica segregacionista de lo que Scott Lash denomina capitalismo desorganizado, han tratado de articular nuevos espacios para la democracia y modelos equilibrados y sustentables de desarrollo endógeno. Así, en las dos últimas décadas, la crisis de gobernabilidad y confianza en la Administración Pública Local ha propiciado, en el contexto general de globalización económica y reestructuración de los territorios y las culturas autóctonas, la puesta en marcha de diversas iniciativas de participación y regeneración democrática. En tales iniciativas, la planificación de la comunicación ha comenzado a jugar un papel importante como proceso de promoción de la participación ciudadana siendo, no obstante, ocasional y apenas sistematizada, esta dimensión estructurante de la mediación social en la función pública, al limitarse, en la mayoría de los casos, las experiencias conocidas a estrategias de marketing social o a mera publicidad y propaganda política institucional, especialmente en el caso de procesos de intervención y transformación del territorio. Las nuevas tecnologías de la información ofrecen, sin embargo, herramientas y posibilidades no exploradas de gobernabilidad, potenciación y desarrollo cultural y socioeconómico descentralizado que, hoy por hoy, resultan estratégicas en el proceso de definición de las nuevas formas de ciudadanía, del nuevo contrato social entre ciudadanos y la Administración Pública Local.

      Desde la Unión Europea se viene por ello promoviendo la utilización de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC) en la Administración Pública, con la convicción de que el nuevo entorno informativo exige un mayor esfuerzo de transparencia, accesibilidad y participación pública al servicio de las necesidades y demandas de la población. En esta línea, las declaraciones del Consejo de Estocolmo (2001) y de Barcelona (2003) apuntan la necesidad de impulsar la utilización interactiva de las tecnologías de la información para facilitar la participación y comunicación con los vecinos, para la presentación de documentos y la realización de trámites administrativos y, desde luego, facilitar las consultas ciudadanas.

      Como útiles herramientas de intercambio, las NTIC pueden ciertamente multiplicar los espacios de comunicación, facilitando el derecho de acceso y la representación plural de las identidades diversas que conviven y pueblan toda entidad local con herramientas y técnicas que permiten una nueva configuración de las mediaciones sociales. Más aún, las nuevas tecnologías de la información facilitan condiciones de vinculación e interdependencia con las que los actores locales pueden aprender a definir mejor sus estrategias y participar activamente en la vida pública estrechando los vínculos recíprocos de sociabilidad. La progresiva implantación de las nuevas tecnologías y su implementación en la Administración Pública y la gestión del desarrollo local constituye, por lo mismo, un reto prioritario que, como es lógico en todo proceso de cambio acelerado, suscita numerosas incertidumbres a la vez que proyecta fundadas esperanzas de un más eficaz y equilibrado desarrollo endógeno, al hacer materialmente posible la aspiración democrática de un espacio público plural, dialógico y abierto, accesible a todos los potenciales interlocutores, mediante la implementación de fórmulas originales de empoderamiento y comunicación de la ciudadanía.

      En numerosas experiencias internacionales conocidas, la participación a través de Internet amplía, en efecto, las potencialidades de intermediación con la articulación de redes cívicas en las que el ciudadano puede participar de una «comunidad de productores de medios y mediaciones». Así, de consumidores y audiencias, los actores locales pasan a ser sujetos activos de procesos de representación capaces de definir y capitalizar los procesos de desarrollo económico, así como las posibilidades de creación cultural autóctona. El célebre principio «hazlo tú mismo» reivindicado por los medios alternativos digitales evidencia, y hace notar, que hoy son posibles formas de producción y difusión informativa participadas, y nuevas lógicas de representación y decisión política basadas en la acción ciudadana y la definición pública del espacio local, a partir de un proceso cooperativo de recolección, sistematización, análisis y edición de información.

      En definitiva, con el cambio de soporte material de la cultura (de los medios analógicos a los sistemas digitales) y su apropiación por el tejido social, la ciudadanía cuenta con un amplio abanico de recursos de expresión y representación informativa dispuestos para explorar y vivir la democracia de forma creativa, y abierta a la experimentación. Por lo pronto, la creación de nuevos espacios y formas de interacción públicas y el uso difusionista del poder distribuido de las redes telemáticas han generado procesos de reflexión de las entidades locales conscientes, entre la perplejidad y la urgencia de medidas políticas, de las posibilidades y necesidad de adaptar la gestión municipal a realidades factibles como el voto electrónico, la información e intercambio de ideas y los servicios públicos en línea, o el uso potencial y enriquecedor de los foros y ágoras virtuales en Internet. En esta reflexión sobre las formas y procesos de ejercicio de la ciudadanía y la democracia participativa, las autoridades locales no han transitado solas. Antes bien, en muchos casos, ha sido el tejido asociativo, los grupos y colectivos de apoyo mutuo, y especialmente los grupos activistas de democratización de las nuevas tecnologías y los recursos culturales, los que han comenzado a propugnar un nuevo modelo de mediación en el desarrollo socioeconómico y territorial. Estos colectivos, herederos de los medios comunitarios de los años sesenta y setenta, son quienes primero han visualizado, por lo general, el prometedor futuro de las nuevas tecnologías de la información en la gestión y mejora del gobierno local con participación ciudadana.

      La socialización y desarrollo de las nuevas formas de interacción comunicativa que circulan y son accesibles para la ciudadanía en sus ámbitos de proximidad nos demuestra, de hecho, que las comunidades de usuarios y grupos locales, día a día, promueven modos de producción, circulación y consumo de información pública completamente novedosos, dando lugar, como resultado, a nuevas lógicas sociales de mudanza que afecta transversalmente al conjunto de la vida en común. Las actuales condiciones de desigualdad y exclusión digital, particularmente en territorios o ciudades periféricas, plantean, no obstante, problemas neurálgicos en una sociedad que, a decir de Manuel Castells, distribuye y reproduce las formas de poder, de acuerdo a la lógica de flujos. La introducción y aplicaciones de las NTIC en la nueva Administración Pública Local se enfrentan, en este sentido, al reto de dar respuesta a tales


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