.

 -


Скачать книгу
de posiciones estructurales y especulativas al mismo tiempo.

      Las operaciones de compra y venta entre los inversionistas, una vez emitido el título, constituyen el mercado secundario. En la Tabla 1.3 se resumen los volúmenes transados tanto en el mercado primario como en el secundario para los títulos más negociados en la BVC durante los primeros 8 meses del 2014. Se aprecia que el volumen transado en el mercado secundario es varias veces superior al emitido en el primario.

Image

      Nota: no incluye emisiones por fuera de la BVC, como las de los TES.

      Fuente: tabla elaborada por el autor con base en Bolsa de Valores de Colombia (2014c).

      Si, por una parte, el mercado primario tiene como fin económico principal la financiación de los emisores por medio de la colocación de títulos valores, por otra parte, el mercado secundario procura otorgarle liquidez a los tenedores de esos papeles. La importancia de un mercado secundario para el emisor de un activo financiero es evidente: si la liquidez del mercado secundario es pobre o nula, los compradores estarían reacios a adquirir títulos en el mercado primario, ya que tendrían que mantenerlos hasta su vencimiento y, por ende, no los comprarían u ofrecerían un menor precio por los mismos. Además, el mercado secundario, mediante la permanente formación de precios de los activos financieros, permite la estimación de rendimientos de referencia para la economía y de la prima de riesgo, así como el monitoreo del desempeño de la gerencia de las empresas, que mencionamos en la Sección 1.1.

      Las bolsas de valores son las instituciones donde tienen lugar la compra y la venta de activos financieros, de una forma organizada, eficiente y transparente, mediante los espacios físicos y las plataformas tecnológicas dispuestas para tal fin. La BVC es una sociedad anónima, tradicionalmente propiedad de firmas comisionistas, pero ahora sociedad anónima abierta al público, que por su propósito público es vigilada y regulada por el Gobierno central a través de la Superintendencia Financiera. Entre las bolsas de valores más importantes del mundo se tienen la New York Stock Exchange (NYSE), Tokio, Londres, Frankfurt, Hong Kong, Shangai, Euronext,6 Sydney y Mumbai. En Latinoamérica, como se aprecia en la Tabla 2.8, la mayor es la de Sao Paulo (Bovespa) y le siguen en tamaño (capitalización bursátil) la Bolsa Mexicana de Valores, la Bolsa de Santiago, la BVC, la de Lima y la de Buenos Aires.

      Las bolsas de valores son, en su esencia, el arquetipo de los mercados de valores. Allí convergen, física o virtualmente, personas naturales y jurídicas interesadas en comprar y vender activos financieros, de acuerdo con unas reglas y protocolos establecidos, y en horarios definidos. Sin embargo, como se mencionó antes, estas personas no actúan directamente, sino mediante firmas comisionistas que trabajan como sus agentes. Las empresas que cumplen con los requisitos para que sus acciones sean negociadas en bolsa se denominan inscritas o listadas.

      Las firmas comisionistas, también conocidas como corredores o agentes de bolsa, son instituciones cuyo principal negocio consiste en la compra y la venta de títulos en representación de los inversionistas en la bolsa de valores y otros mercados financieros, poniendo a su disposición el recurso humano y las plataformas tecnológicas y contables para tal fin. Como activos promotores de los mercados de valores, las firmas comisionistas igualmente proveen servicios tales como gestión de portafolios, gestión de fondos de inversión colectiva, promoción de títulos en procesos de colocación y democratización e información para inversionistas, entre otros.

      Además de las bolsas de valores, existen los mercados al mostrador u Over The Counter (OTC). Son mercados más informales y menos regulados, que permiten la transacción de títulos que por sus características deben negociarse de manera más flexible, o la presencia de emisores que no pueden o quieren someterse a los exigentes requisitos de las bolsas organizadas. El OTC más conocido históricamente ha sido la National Association of Securities Dealers Automated Quotations (NASDAQ) de Estados Unidos (si bien, hoy por hoy, debido a sus esquemas de autorregulación, tamaño y sofisticación, es considerada una bolsa). En ese país los Bonos del Gobierno y corporativos son negociados en mercado OTC, constituido por redes de intermediarios (dealers). En Colombia, un ejemplo actual de mercados OTC lo ofrecen las negociaciones de TES por medio de firmas comisionistas en horas “fuera de bolsa”, una modalidad empleada sobre todo por inversionistas institucionales. Un ejemplo más son las instituciones financieras que le otorgan un mercado secundario a facturas comerciales (factoring).

      Ahora bien, una parte importante de los inversionistas no suele comprar directamente activos financieros, sino que lo hace a través de fondos manejados por gestores de inversión. Los dos más representativos son los fondos dirigidos por las administradoras de fondos de pensiones y cesantías (AFPyC), y los fondos de inversión colectiva (antes llamados carteras colectivas), que son administrados por fiduciarias, sociedades administradoras de inversión y comisionistas de bolsa. El gestor de inversión, a cambio de unas tarifas, administra los fondos encargados a su cuidado por los clientes, buscando ciertos objetivos (por ejemplo, maximización de rendimiento, diversificación, seguimiento a un índice, inversión en empresas de cierta industria, etc.), dentro de lo permitido por las políticas definidas para cada fondo.

      Otro actor importante en los mercados de valores son los entes reguladores, los cuales vigilan el cumplimiento de la regulación en las interacciones entre los diferentes participantes. Los entes reguladores intervienen en el sistema procurar que dichas interacciones se den en condiciones de transparencia y equidad. Esto es particularmente importante, para promover la confianza del público en los mercados de valores; no en vano se ha dicho que la confianza es el principal activo en un mercado financiero.7

      Específicamente, se regulan los siguientes aspectos generales:

      • La gestión adecuada de riesgos por parte de intermediarios financieros, en concreto bancos y otras entidades que captan el ahorro del público, en cuanto al mantenimiento de reservas y la estimación y el control de riesgos.

      • La información relevante y veraz en las emisiones de activos financieros, para que los inversionistas puedan ponderar los rendimientos y riesgos involucrados.

      • La revelación de información económica y financiera relevante, por parte de emisores listados en los mercados, y por agentes que gestionan fondos del público.

      • Las prácticas ilícitas en los mercados (vigilancia y penalización).

      En Colombia, la regulación del sistema financiero la llevan a cabo tres instituciones: la Superintendencia Financiera, sobre los emisores de activos financieros; el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV), sobre las firmas comisionistas, las sociedades administradoras de inversiones y otros inversionistas institucionales; y la BVC, a los agentes y clientes que en ella operan y en cuanto a las transacciones que en ella realizan.

      Una adecuada regulación del sistema financiero es de gran importancia para garantizar su estabilidad y óptimo desempeño en el largo plazo. Tanto la insuficiente o la excesiva regulación de los mercados perjudica el desarrollo eficaz de la economía. Para ilustrar esto, consideremos que si la regulación o su vigilancia fueran insuficientes, cabría esperar la existencia de actores que abusen de su posición dominante, bien sea extrayendo rentas monopolísticas del público, tomando riesgos excesivos –cuyas consecuencias no asumen completamente (riesgo moral)–, suministrando información falsa en emisiones de activos financieros u otro tipo de inversiones, o no revelando el verdadero destino de las inversiones de sus clientes. Ejemplos al respecto han sido históricamente las crisis financieras del 2000 y del 2008 en Estados Unidos, o en Colombia, en las crisis bancarias de 1980 y 1999, así como en las debacles de las firmas comisionistas Proyectar


Скачать книгу