Cohesión social y Convención Constituyente 2021. Juan Ignacio Correa Amunátegui

Cohesión social y Convención Constituyente 2021 - Juan Ignacio Correa Amunátegui


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Bill of Rights, es el lenguaje utilizado. Es una oración negativa que establece lo que no se puede hacer. La palabra operativa es “ningún”. No dice que algunos soldados se pueden albergar en una casa de familia, o que un número pequeño puede hacerlo, o que un destacamento de avanzada lo tiene permitido. No, lo que dice es que “ni uno solo” se alojará en casa particular si el propietario no lo consiente. Como se sabe, estas oraciones negativas son la tónica de la Declaración de Derechos Constitucionales de los Estados Unidos (Bill of Rights). La Primera Enmienda nos dice qué tipo de leyes el congreso no puede aprobar ―aquellas que restringen la libertad religiosa o el derecho de expresión― y la Segunda Enmienda establece que el derecho a portar armas no puede ser restringido, y así sucesivamente. Es por ello que estos derechos políticos ―muchos derivados de la Bill of Rights británica, adoptada luego de la Revolución Gloriosa en 1688― son conocidos como “derechos constitucionales negativos”.

      • Derecho a un trabajo útil y remunerado.

      • Derecho a una remuneración que provea una cantidad adecuada para alimentos, vestuarios y recreación.

      • El derecho de cada agricultor de vender sus cosechas a precios que permita a su familia vivir decentemente.

      • Derecho de todo empresario a trabajar en una atmósfera libre de competencia desleal y monopolios.

      • Derecho de cada familia a una vivienda decente.

      • Derecho a la salud y a la oportunidad una vida saludable.

      • El derecho a la protección de los miedos de la vejez, enfermedades, accidentes y desempleo.

      • Derecho a una buena educación.

      La constitución chilena de 1980 (con su multitud de reformas posteriores) es, esencialmente, una “constitución del miedo”. Pero para entenderla es necesario reconocer que no todos los miedos son iguales. Los miedos, como tantas cosas, están circunscritos a su momento histórico. La constitución chilena actual es, por ponerlo de alguna manera, hija de la Guerra Fría. Fue diseñada para proteger al país de lo que sus redactores consideraban como la peor amenaza que se cernía sobre sus ciudadanos: el comunismo. Es, en sus orígenes, una constitución que pretendía proteger a los chilenos de un regreso al periodo 1970-73.

      Juan Ignacio Correa ha escrito una obra importante y necesaria para el momento chileno actual. Explica, comenta y ordena la discusión sobre derechos. La perspectiva es histórica y analítica a la vez. Desmenuza las opciones con una imparcialidad asombrosa para los tiempos que estamos viviendo. Estas notas/reflexiones/apuntes debiera ser lectura obligatoria para todo aquel que quiera participa en el proceso constituyente próximo. Pero no deben leerlo solo los postulantes a la Comisión Constituyente, sino que también quienes sigan el proceso en los márgenes.

       Sebastián Edwards

      Henry Ford II Distinguished Professor, UCLA

      Los Ángeles, California

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