Descubra sus dones espirituales. Don
en el hecho de que estos no son títulos, sino funciones. Una persona no llega a ser profeta porque alguien le dé el nombre de profeta; más bien, se hace profeta cuando desarrolla la habilidad que Dios le ha dado de obrar como profeta y responde al llamado específico de Dios con un corazón dispuesto.
El propósito de estos dones ministeriales es muy claro. The New American Standard Bible lo dice de esta forma:
Y Él puso a unos como apóstoles, a otros como profetas, a otros como evangelistas, y a otros como pastores y maestros, para equipar a los santos para la obra de servicio, para el fortalecimiento del Cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, y al conocimiento del Hijo de Dios...
Efesios 4:11-13
Estos cinco dones ministeriales también se pueden llamar los dones de “equipamiento”, los cuales permiten a los santos (los creyentes) hacer la obra del ministerio, para que el Cuerpo de Cristo en la tierra (la Iglesia) pueda funcionar como el verdadero representante de Dios.
Por lo tanto, estos dones tampoco son los dones que nos pertenecen, de los cuales se habla en 1 Pedro 4:10. Más bien, aquí el texto se refiere a son personas que han sido dotadas para equipar al resto del Cuerpo de Cristo.
LOS DONES MOTIVACIONALES
Ahora veamos la tercera lista de dones en el Nuevo Testamento. Esta la encontramos en el libro de Romanos.
De manera que, teniendo diferentes dones (facultades, talentos, cualidades), según la gracia que nos es dada, usémoslos: [El que tiene el don de] profecía, [que profetice], conforme a la medida de su fe; [El que tiene el don de] servicio, que se dedique a servir, el que enseña, que se dedique a la enseñanza; el que exhorta (anima) que se dedique a la exhortación; el que reparte, que lo haga con sencillez de corazón y liberalidad; el que preside, que presida con solicitud, de todo corazón; el que hace misericordia, que lo haga con verdadera alegría y entusiasmo.
Romanos 12:6-8, TAB
La palabra griega que se usa aquí es carisma, la misma palabra que encontramos en 1 Pedro 4:10. Creemos que esta es la categoría de dones a la cual se refería Pedro cuando dijo que debíamos emplear los dones para beneficio de otras personas. Nótese que este pasaje en Romanos nos anima a utilizarlos. Este versículo es como una repetición, un eco de lo que Pedro declara.
Esta sí es la lista de dones en la que nos enfocaremos en este libro. Estos son los dones que nosotros poseemos, los que Dios ha creado en nosotros y hecho parte de nosotros, para ser utilizados para el beneficio de los demás y para su gloria. Al igual que todos los demás dones, Dios nos los da por gracia. Nosotros no los merecemos. Sin embargo, Dios nos los da porque nos ama tanto. Estos son dones que moldean nuestra personalidad.
Debido a que Dios nos ha creado con libre albedrío, podemos escoger usar los dones motivacionales apropiadamente, o bien ser negligentes con ellos y abusar de ellos. Para poder “escoger” utilizar estos dones de acuerdo a la voluntad de Dios, es importante tener un entendimiento claro de lo que son y de cómo funcionan. Esa será nuestra meta en las siguientes páginas. A continuación hablaremos resumidamente de los siete dones, presentando las siete expresiones clave que hemos escogido para identificar a las personas que tienen los diferentes dones.
1 – Don de percepción (“profecía”, RV60; “profecía”, NVI). Lo tiene el que percibe claramente la voluntad de Dios. Hemos utilizado la palabra “percepción” en lugar de la palabra “profecía” para evitar confusión, debido a que la raíz de esta última palabra también se utiliza en las otras dos categorías de dones.
2 – Don de servicio. Lo tiene el servidor, aquel que disfruta de servir a los demás. A esta persona le gusta hacer cosas prácticas por los demás.
3 – Don de enseñanza. Lo tiene el maestro, aquel que disfruta de investigar y comunicar la verdad. Estuvimos a punto de seleccionar la palabra “investigador” debido a que esa motivación es tan fuerte en las personas que tienen este don.
4 – Don de exhortación (“animar”, NVI). Lo tiene el exhortador, aquel que disfruta de animar y motivar a las personas para que vivan una vida cristiana victoriosa. Estas son personas extremadamente positivas que igualmente pueden ser llamadas “motivadores”.
5 – Don de dar (“repartir”, RV60). Lo tiene el dador, aquel que disfruta de dar tiempo, talento, energía y recursos para beneficiar a otras personas y para el avance del evangelio. Otra palabra para identificar a estas personas podría ser “contribuidor”.
6 – Don de administración (“presidir”, RV60; “dirigir”, NVI). Lo tiene eladministrador, aquel que disfruta de organizar, dirigir o liderar. A la persona con este don también se le puede llamar “facilitador” o “líder”.
7Don de compasión (“misericordia”, RV60). Lo tiene el que tiene compasión, quien se preocupa por los necesitados y les muestra compasión y amor. Hemos utilizado la palabra “compasión” en lugar de “misericordia” puesto que esta palabra es más comprensible en el vocabulario usado hoy día.
LOS DONES EN SU CONTEXTO
Es muy importante que siempre que estudiemos cualquier versículo lo miremos en el contexto del pasaje completo. En este caso, debemos enfocarnos brevemente en los primeros cinco versículos del capítulo doce de Romanos, los versículos que preceden la lista de los dones.
Así que, hermanos, os ruego por [todas] las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos – presentando todos sus miembros y facultades – en sacrificio vivo, santo (devoto, consagrado), agradable a Dios, que es vuestro culto racional (inteligente).
No os conforméis a este siglo – es decir, a esta era, no siendo moldeados ni adaptándoos a sus costumbres externas y superficiales – sino transformaos (seáis cambiados) por medio de la [completa] renovación de vuestro entendimiento – por sus nuevos ideales y sus nuevas actitudes – para que experimentéis [por vosotros mismos] cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta [para vosotros, a los ojos de Dios].
Digo, pues, por la gracia (el favor inmerecido de Dios) que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener – no teniendo una opinión exagerada de su propia importancia – sino que piense de sí con condura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función; así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Romanos 12:1-5, TAB
En el primer versículo, escribiendo a los cristianos en Roma, Pablo declara que todos los cristianos deben presentarse ante Dios como sacrificio vivo. Es sólo mediante esta dedicación incondicional y sin reservas que nuestros dones motivacionales pueden ser utilizados de la forma en que Dios los diseñó.
El versículo siguiente nos dice que tenemos que renovar nuestra mente. ¿Cómo hacemos esto? Por la Palabra de Dios. Conforme oramos, leemos y estudiamos la Biblia, esta se convierte en una revelación viva y personalizada de Dios para cada creyente, y nuestra mente es limpiada y renovada.
En el tercer versículo, aprendemos primeramente que debemos tener una actitud correcta acerca de nosotros mismos. Debemos ser agradecidos y humildes y no engreídos, pero al mismo tiempo, saber que somos valiosos a los ojos de Dios en vez de rebajarnos indebidamente. Luego aprendemos que a cada uno de nosotros se nos ha dado un grado de fe que nos permitirá usar efectivamente nuestros dones motivacionales. El que percibe tiene fe que Dios responderá a sus peticiones; el servidor tiene una fe que le permite terminar cualquier tarea que ha iniciado; el maestro tiene la fe necesaria para investigar y descubrir la verdad sobre cualquier tema; el dador tiene fe que Dios suplirá todas sus necesidades; el administrador tiene fe que cualquier proyecto puede llevarse a cabo si las personas adecuadas se unen para hacerlo; y la persona compasiva tiene fe