Jerónimo Muñoz. Víctor Navarro Brotons
inventarios humanistas. Ahora, lo que hacía falta era obtener un conocimiento lo más amplio y preciso posible de los territorios que quedaban bajo el dominio de un señor y, por lo tanto, no resultaba tan importante conocer cuál podría ser el posible origen de una población como saber su denominación, situación, número de habitantes, fuentes de riqueza, etc. Estas fueron algunas de las preguntas que intentaron responder las famosas Relaciones ordenadas por Felipe II.
La complementariedad de ambos acercamientos se aprecia claramente en el gran monumento cartográfico de la Europa del siglo XVI: el Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius, que alcanzó 42 ediciones entre 1570 y 1612.80 Ciertamente, la función de una obra de estas características era la de ofrecer un acercamiento a la realidad universal del siglo XVI, manifestada en su preocupación por incorporar representaciones de espacios tan alejados como la China o Filipinas, cuyos mapas consiguió Ortelius gracias a los desvelos de su amigo Arias Montano: «Membra suum in corpus, pulchro ast digesta reponens / Ordine, victuris seu dedit unam animam».81 Es decir, «poniendo en orden las partes del mundo y con ello restituyendo a los hombres una sola alma», o, de otro modo, su idéntica dignidad espiritual, premisa de una sola religión, como querían los miembros de la Familia del Amor, a la que pertenecía Ortelio.82 Pues bien, en esta obra, de carácter totalmente contemporáneo, vemos aparecer en el mapa de Valencia topónimos como Durias flumen para referirse al Turia, siguiendo el topónimo de Pomponio Mela. También se denomina a la desembocadura del Palancia: Turulis flumen Ptolomaeus, mientras que en la cabecera se nombra como Morvedre flumen, y al referirse a las Baleares indica: Formentera insula olim Ophiusa y Yvica insula olim Ebisus.
Estas funciones de la geografía fueron asumidas plenamente por Jerónimo Muñoz. Muñoz llevó a cabo una importante labor en el ámbito de la geografía práctica y particularmente en la descripción de España y del País Valenciano. En la obra que comentamos y en otros trabajos, Muñoz se refiere a estas actividades, y a las que al parecer realizó en Francia e Italia. Así, en el contexto de sus críticas a Ptolomeo en la descripción de la Galia, dice: «Igualmente (Ptolomeo) describió muy mal la Galia, pues a Narbona le adscribió 43g. de latitud, cuando tiene casi 44g., y todo lo que está entre Narbona y Montgenebre, que nosotros describimos mediante ángulos de posición, en la medida en que los galos nos lo permitieron, fue descrito por él muy mal» (69r). Asimismo, en sus críticas a la descripción de Italia por Ptolomeo, se refiere también a sus trabajos cartográficos en este país, algunos de ellos realizados acompañando al cardenal Poggio «desde Zaragoza a Roma» (69v), como hemos comentado anteriormente.
Con relación a España, en una carta ya citada de Muñoz a Hagecius de 1574 le decía que en 1549 trabajaba ya en su «descripción», es decir, en la determinación de las coordenadas geográficas de los lugares. Muñoz fue citado en su época como una autoridad en cuestiones de geografía por autores como Escolano, que se refiere varias veces a su Lectura geográfica, de la que menciona a veces el libro y el capítulo, referencia que no se ajusta al texto manuscrito de la Introduccion a la Astronomía y la Geografía.83 También Diago cita varias veces a Muñoz como autoridad, aunque no menciona ninguna obra.84 Por otra parte, su discípulo Pedro Ruiz menciona una Descripción de España de Muñoz de la que sacó una tabla de latitudes, que no figura en ninguna de las dos copias conservadas del manuscrito de la obra que comentamos.85 Esta tabla la utilizaron después autores como Tornamira.86 De todo ello cabe presumir que Muñoz compuso un tratado de geografía descriptiva diferente y acaso más amplio que incluía una «Descripción de España».
De la labor realizada por Muñoz en Francia e Italia no nos queda más que lo que dice en el texto que comentamos. De la realizada en España, se conserva la tabla de latitudes citada y reproducida por Pedro Ruiz y el mapa de la Península y la descripción incompleta y sumaria de España, también incluida en la Introduccion a la Astronomía y la Geografía, sobre la que volveremos. Esta obra contiene un capítulo dedicado al antiguo Reino de Valencia, sobre el que tenemos también otro trabajo de Muñoz, transcrito por M. Dánvila Collado, dedicado a la Descripción de los términos del Reino de Valencia según los nombres de agora y según este tiempo, en el qual la Governación de Orihuela es del reyno. Este texto proporciona datos de las distancias entre lugares y va acompañado de un censo de habitantes de todas las poblaciones del entonces reino.87 A ello hay que añadir los mapas y trabajos para la determinación de los límites municipales y el mapa para determinar la demarcación de los límites del Reino de Valencia hasta la Sierra Negrete.
Para ofrecer un primer análisis de conjunto y una evaluación de la labor geográfica y cartográfica de Muñoz referida a España y al País Valenciano, comenzaremos presentando su tabla de latitudes de localidades peninsulares. En la siguiente tabla hemos incluido también, con propósitos de comparación, las cifras que figuran en el Astronómico Real de Alonso de Santa Cruz y las procedentes del mapa de España del Atlas del Escorial, considerado como una de las grandes empresas cartográficas de la monarquía hispánica y de la Europa de la época. Como puede verse, en casi todos los casos las cifras de Muñoz se acercaron más a los valores actuales que las de Santa Cruz o las del Atlas del Escorial.88
Tabla 1
Comparación de latitudes: Santa Cruz-Atlas Escorial-Muñoz-Actuales
En un trabajo reciente, Crespo ha estudiado con detenimiento el Atlas del Escorial, mostrando ya sin lugar a dudas lo que Paladini ya había apuntado, a saber, que el verdadero autor del Atlas no fue Pedro Esquivel sino Alonso de Santa Cruz. En su minucioso estudio del Atlas Crespo señala, como ya había hecho Paladini, que Santa Cruz subestimó la longitud del grado (en 16 leguas 2/3), por lo que las latitudes están afectadas de un error tanto mayor cuanto mayor es la latitud. Y ello porque Santa Cruz no determinó las latitudes astronómicamente sino estimando las distancias. Crespo propone para corregir los datos añadir 8’ por grado desde el sur de España hasta el norte.89
Con ello, efectivamente, las cifras para las latitudes se aproximan mucho más a las cifras actuales. Una corrección similar podría aplicarse a las cifras de Muñoz, pero mucho menor, ya que Muñoz utilizó una longitud del grado más próxima a la cifra actual que Santa Cruz.
En cuanto a las longitudes, Muñoz da los valores para algunas ciudades como Toledo o Valencia, además de los datos arriba mencionados de los extremos de la Península y los que se pueden deducir de forma aproximada del mapa reproducido por los copistas del tratado que editamos. Presentamos en la siguiente tabla algunos datos deducidos del mapa o recogidos de los que da Muñoz en el texto. Tomamos como meridiano cero el meridiano de Toledo, con el fin de comparar con los valores actuales y los del Atlas del Escorial.
Tabla 2
Como podemos apreciar, todos los valores que da Muñoz exceden en una cantidad variable a los reales, siendo de todos modos y en casi todos los casos mayores en valor absoluto que las cifras actuales, lo que es muy evidente en el caso de Cataluña. De hecho, en el mapa de la Península de Muñoz esta abarca de este a oeste 15º 10’, y según los datos actuales son 12º 48’, es decir, 2º 23’ de diferencia.
Muñoz debió de estimar las longitudes a partir de las distancias, y dado que subestimó la longitud de un grado (de longitud), todas las cifras acusan este error, aunque no de la misma forma. Es decir, no hay un factor único que explique los errores, ya que, obviamente, no determinó todas las distancias por sí mismo, sino que las debió de tomar de diversas fuentes.90
Junto a esta perspectiva matemática, Muñoz también se preocupó por el acercamiento descriptivo del territorio, que dejó plasmado, al menos en dos textos que han llegado hasta nosotros. El primero, la parte final del tratado de Introducción a la Astronomía y la Geografía fue el resultado de sus enseñanzas en la universidad valentina: