Educación artística y diversidad sexual. AAVV

Educación artística y diversidad sexual - AAVV


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sexual a los maestros en formación, llevan a cabo una investigación con la participación del alumnado de Magisterio, compleja y extensa, de la que aquí comparten una porción. En su aportación titulada «La sexualidad de los personajes de series televisivas infantiles. Interpretaciones de futuros maestros», las autoras recogen los argumentos y visiones de los estudiantes como espectadores de series televisivas de tres cadenas gratuitas dirigidas al público infantil, público que deberán educar en el futuro. Concretamente desenmarañan las identidades que este colectivo estudiantil percibe en los personajes de ficción, evidenciando las creencias, prejuicios y cambios de opinión que surgen durante este proceso formativo. De manera que llegan a visibilizar las concepciones sobre la orientación sexual de protagonistas de la cultura visual televisiva y el tipo de información que ayuda al televidente a conformar sus creencias. Es una contribución que trata de penetrar en ese hueco estructural al que otro de los autores de este libro se refería con anterioridad.

      El siguiente capítulo nos adentra en otro lugar de formación universitaria, la educación artística vinculado a las bellas artes y a la historia del arte. Leer «¿Deseducando? Experiencias de desobediencia sexual en el estado español», es en realidad leer a Juan Vicente Aliaga, de la Universitat Politècnica de València, porque su texto es autobiográfico, y como las primeras autobiografías de feministas, recoge las vivencias junto con una revisión crítica de la realidad, una mirada situada. Esas experiencias de vida y de aprendizaje surgen en otros contextos como el anglosajón, el francés, o más recientemente a través de geografías culturales y artísticas de Argentina, México y Chile. Es una memoria que recorre desde los años 70 hasta la actualidad, y que se refiere especialmente a tres aspectos: el sector de la enseñanza universitaria, su actividad como investigador con publicaciones e importantes experiencias expositivas, y la praxis política desempeñada en la militancia o el activismo. Su resistencia no lo es solamente ante los discursos y las políticas heterocentradas, patriarcales y machistas; también lo es hacia el propio concepto que se tiene desde el academicismo de lo que debe ser un profesor de universidad. Aliaga no ha sido testigo simplemente, su texto no es solo testimonio, él ha abierto camino. A pesar del silencio que imperaba en las aulas donde se formó en los 70, ha sabido crear asociaciones entre la historia del arte y los estudios de género de base feminista, entre la historia del arte y la política, entre activismo y análisis de la producción artística, entre la docencia y la diversidad, entre las manifestaciones artística y la sexualidad, ha descubierto a los ojos del público –desde el comisariado– y a los ojos del alumnado de Bellas Artes –desde la docencia– aportaciones de artistas cuyas vidas ajenas a las normas hegemónicas habían impregnado su obra. Huelga decir que no todos los docentes podemos ser capaces de hacer confluir la política, la sociedad, los medios de comunicación y la historia en su vinculación con las prácticas artísticas; pero son necesarios estos referentes que demuestran que una enseñanza basada en la diversidad es posible. Y quien precise ejemplos de artistas, exposiciones, libros u otro tipo de publicaciones con los que poder obtener una experiencia estética o una reflexión provechosa, encontrará en este texto fructíferas recomendaciones también para un uso pedagógico.

      Adentrarse en el capítulo «El profesor no receta bibliografía», escrito por el docente de la Universitat Politècnica de València Pepe Miralles, es decidirse a aprender de otro modo. Porque la pedagogía de Miralles es difícil de definir por lo que es, pero sencilla de comprender por oposición a lo que seguro que no es. Sus metodologías no son heteronormativas y reflexiona sobre cómo se han de hacer las clases, las presentaciones, los trabajos, las evaluaciones. Su discurso subjetivo, parcial, localizado y posicionado en la no universalidad descoloca al alumnado. Estudiantes que adormecidos en la postura contraria, no veían como extraña esta forma en que venían siendo adoctrinados culturalmente, esta perspectiva heteronormativa que lo contamina todo; y sin embargo dudan y se sienten inseguros ante el cambio de posicionamiento o la invitación a mirar con «ojos operados de cataratas» que propone el autor. Pero me gustaría destacar una fragmento tan potente que aun descontextualizado podrá intrigar al lector para pasar las páginas hasta casi el final del libro y comprender su profundo significado vinculado a los docentes, «lo otro personal es político, porque lo suyo personal es hegemónico». Miralles además pone en tela de juicio las competencias que se diseñaron para el Grado en Bellas Artes, considerando que deben ser revisadas para incorporar otras cercanas a la diversidad sexual. Y por último cuestiona la investigación, que tiene lugar en la facultad donde trabaja, por retroalimentar temáticas y homogeneizar la bibliografía, lo que genera en consecuencia que no emerjan creativamente otros temas de interés. Por eso el autor afirma que en las clases que imparte no «receta» bibliografía.

      Deleitarse con la poética de una lengua como el italiano, y bailar entre las palabras de Scaramuzzo es uno de los mayores placeres que ofrece este libro. Porque forma y contenido son uno en este escrito, donde la importancia de la expresión a través de la forma se entiende tanto en lo corporal como en el propio grafismo; donde el acto del movimiento corpóreo que tanto le interesa, es provocado sobre el lector a medida que se acarician sus palabras. De este modo comprendemos algunos conceptos a los que el autor nos aproxima, como la mímesis, expresión, manifestación o reconocimiento. En un discurso que pone el énfasis en la relación con uno mismo y con el otro desde la pedagogía de la expresión a favor de una civilización basada en el respeto. Sin perder de vista la importancia de la educación, la actuación pedagógica en la infancia y las formas de aprender de los escolares a través de su movimiento corporal.

      Con Leszkowicz, de la Poznan University, de Polonia, cerramos el último capítulo titulado «Queering the Fine Arts Academy, through research, teaching and art curating». Su aportación es un discurso sobre su propia experiencia académica y curatorial respecto a la diversidad sexual y amorosa en el contexto de la educación de las bellas artes. Basándose en su trabajo y colaboración con la Academia de Bellas Artes de Poznan en Polonia, y la Facultad de Artes de la Universidad de Brighton en Reino Unido; explica desde la perspectiva del historiador del arte, el concepto de pluralismo sexual en la sociedad y en las artes. Con este comisariado puede mostrar la respuesta a este concepto, con diferentes aproximaciones, desde el marco de estas dos universidades. La exposición mostrada en Polonia, bajo el título Love and Democracy, se expuso en un espacio privado, pero financiada parcialmente por la Poznan Academy of Fine Art Foundation. Ofrecía el pluralismo sexual en el arte contemporáneo polaco, y muchos artistas que participaron en el proyecto fueron miembros de la facultad, estudiantes o ex alumnos que Leszkowicz descubrió durante la investigación en la institución. Sin embargo en Brighton, la exposición fue organizado parcialmente bajo el paraguas de la Academia, pero en las afueras de la misma. El título de la exposición y simposium organizado en la University of Brighton, Queer and Feminist Art and Activism, ofrecía: retrato queer y feminista, homoerótica del macho desnudo, y arte activista socialmente comprometido. Su texto finaliza con una invitación al apoyo institucional que fomente el trabajo hacia la diversidad.

      Finalmente el presidente de la Fundación La Posta, Romà de la Calle; el secretario de la fundación, Guillem Cervera; junto con la coordinadora de sala de exposiciones, María Tinoco, nos aproximan al cómo, cuándo y por qué de «El aula invertida, una exposición en la Fundación La Posta». La Fundación La Posta y su sede se inauguran precisamente con la muestra «El Aula Invertida» el jueves 13 de noviembre de 2014, durante la primera jornada de actividades del Congreso EDADIS. La exposición, recogiendo los planteamientos programáticos de la fundación, versa sobre la construcción de las identidades. Esta propuesta investigadora y expositiva parte del Grupo de Investigación Fidex (Políticas del Cuerpo; Figuras del Exceso), de la Universidad Miguel Hernández, y se titula «El Aula Invertida. Estrategias Pedagógicas y Prácticas Artísticas desde la Diversidad Sexual».

      REFERENCIAS

      HUERTA, R. (2013), «Arte y educación en el contexto valenciano durante el periodo de democracia», en R. de la Calle (ed.) Los últimos 30 años del arte valenciano contemporáneo (III), Valencia, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, pp. 156-193.