40 ejercicios de neurociencia para lograr armonía interior. Néstor Braidot

40 ejercicios de neurociencia para lograr armonía interior - Néstor Braidot


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mantener las emociones en orden son enfrentarse al día a día con pasión, entusiasmo y actitud positiva y aprender a reírse de uno mismo y de las situaciones que nos tocan en suerte.

      Las investigaciones más recientes en neurociencias ofrecen nuevos conocimientos para mejorar el desempeño de las capacidades intelectuales y emocionales.

      Así proporcionan habilidades para aprender y memorizar más rápido, razonar con claridad, desarrollar la creatividad y decidir en forma efectiva, entre otras.

      También es posible obtener una gran cantidad de recursos para relacionarse mejor con uno mismo, con los demás y con el medio ambiente.

      El cerebro se constituye a partir de los pensamientos y, como consecuencia, de lo que cada sujeto realiza y de lo que efectivamente siente.

      Cualquier individuo puede convertirse en protagonista absoluto del desarrollo de sus capacidades cerebrales, con mayor autonomía enriquecida y calidad de vida.

      Diariamente, las personas pueden beneficiarse de la neuroplasticidad de sus cerebros.

      Un fenómeno en el que interactúan acciones presentes, experiencias pasadas, recuerdos asociados y las emociones que todo lo anterior despertó, al igual que el registro que se tiene de ellas hoy, cuando ya pasó el tiempo.

      La Universidad de Liverpool ha detectado en una de sus investigaciones más recientes que el recuerdo de experiencias agradables vividas socialmente produce un círculo virtuoso.

      El sujeto que las evoca se siente bien en el momento en que lo hace y esta percepción le genera más estímulos positivos para recrear nuevos momentos agradables.

      Otros estudios confirman que cuando una persona se concentra en el dolor que puede sentir sobre algún malestar, su cuerpo lo experimenta de manera real.

      Del mismo modo, cuando ríe, se alegra o piensa en plenitud, el cerebro hace carne esas ideas.

      El paralelo entre la clase de pensamientos de un sujeto y sus éxitos es, bajo estos parámetros, absoluto.

      En este escenario, es imprescindible que cada persona sea consciente de las ideas que construye en su cerebro y de los cambios que puede producir activamente a partir de ellas.

      En manos de cada sujeto se encuentra la posibilidad real de transformar su realidad a partir de lo que piensa.

      Puede intentar un análisis de los procesos que desencadenan situaciones de estrés y, en consecuencia, hacer los cambios que amerite para reducirlas.

      Las personas disfrutan (o sufren) de emocionalidad. Se entusiasman y decepcionan, hacen chistes o se angustian, son proactivas o tímidas, osadas o temerosas...

      Esas condiciones se retroalimentan a la par de la evocación que su cerebro hace de aquello que ya vivieron.

      Así, entran en un loop: si no se opera un cambio, la historia se repite.

      Según la mirada que se otorgue a estas estructuras mentales, el resultado puede ser productivo o beneficioso (si es constructiva) o desconsolador (si es destructiva).

      Las emociones colaboran en la lectura del mundo: en la forma de vivir los vínculos sociales, de establecer pareja o relaciones familiares, de transcurrir el desarrollo profesional...

      Son grandes responsables de los logros y las frustraciones. Es esencial actuar sobre ellas todo lo posible para transformarlas, para que jueguen a favor.

      A lo largo de este libro se trazará un camino minucioso para encontrar las perillas necesarias que permitan ajustar las direcciones e intensidades del sentir en pos de un vivir mejor.

      Durante los últimos años, los avances en el estudio del cerebro han permitido una comprensión mucho más precisa de su funcionamiento y de su impacto en el comportamiento humano.

      Esto ha favorecido la aparición de nuevas aplicaciones destinadas a mejorar la calidad de vida de quienes están interesados en su crecimiento personal.

      Uno de estos campos científicos está destinado a crear estrategias que permitan desarrollar la habilidad innata del ser humano de encauzar sus acciones hacia el logro de objetivos y metas propuestas.

      Es decir, que faciliten que cada uno pueda obtener lo que se propone.

      Una de estas herramientas es la capacidad para centrar la atención en imágenes mentales claras de las metas que se desean alcanzar, visualizando las situaciones como si fuesen una realidad.

      La efectividad del autoliderazgo del pensamiento está avalada por estudios de imagen funcional del cerebro.

      Uno de los casos más conocidos es el del famoso golfista Jack Nicklaus, quien describía que, minutos antes de golpear una pelota, se imaginaba varias veces la acción tal como esperaba que sucediera.

      “Si lo puedes soñar, lo puedes lograr”. Walt Disney dijo un día esta frase y vivió siempre con el total convencimiento de que así era.

      Disneylandia comenzó con una idea mientras paseaba con sus hijas por el parque y hoy es considerado uno de los centros de diversiones más grandes del mundo.

      Si analizamos el éxito de grandes personajes, aparece un factor en común: todos utilizan la capacidad de generar mentalmente una imagen clara y definida del objetivo que desean alcanzar, de modo que toda acción que emprendan esté guiada por esa visión.

      Observa durante unos segundos el dibujo de la izquierda y luego, sin mirar, reprodúcelo en el lado derecho.

      Diversas investigaciones neurocientíficas confirman una teoría sostenida durante mucho tiempo por psicólogos, expertos en motivación y coaches deportivos: la imaginación posee la extraordinaria capacidad de dar forma a la realidad.

      Un estudio reciente detectó que el hecho de visualizar una postura condiciona la respuesta del cuerpo, tanto como la forma física realmente adoptada.

      Para llegar a esta conclusión, se solicitó a un grupo de personas que buscaran en la pantalla de una computadora una letra que se encontraba confundida en un conjunto.

      Debían avisar cuando la encontraran presionando una tecla con la mayor velocidad posible.

      Paralelamente al ejercicio de búsqueda, se solicitaba a cada participante que imaginara dos posturas: sus manos cercanas a la pantalla de la computadora (cerca del objeto) o sus manos situadas en la espalda (postura lejana).

      Cabe aclarar que aunque imaginara las manos en distinta posición, permanecía junto al teclado durante todo el experimento.

      Los resultados demostraron que el hecho de imaginar diferentes posturas afecta la velocidad de respuesta.

      Si las manos están cerca del objeto analizado, la reacción corporal tarda más en producirse que si están alejadas.

      Los investigadores sugieren que esta diferencia en la velocidad se debe a que cuando los artículos se encuentran cercanos a las manos, requieren un análisis más minucioso, aunque esta postura no sea real.

      En esta grilla se esconden 7 palabras que refieren alimentos que se pueden encontrar en un hogar. Entrena tu capacidad de concentración sombreando las letras que las componen (todas están en posición horizontal y sin acentos).

      Ahora sí debes poner a prueba tu creatividad: haz 5 combinaciones con estos alimentos que te permitan ofrecer algo rico a tus invitados


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