Thomas Merton. Sonia Petisco Martínez
Merton – la de creador crítico y la de contemplativo – no obstante ambas mantuvieron una tensión aparentemente irreconciliable en el poeta, especialmente durante sus primeros siete años monásticos. El primer capítulo de este libro incluye, por tanto, un estudio del desarrollo de estas dos vertientes de su personalidad, que – como veremos – está íntimamente ligado a la evolución de su obra poética desde un misticismo de negación del mundo y un dualismo exacerbado a un humanismo compasivo y profético que, al mismo tiempo que se alza contra las realidades más alienantes de su época, anuncia el nacimiento de un hombre nuevo.
El segundo capítulo está dedicado a las diversas fuentes religiosas, literarias e ideológico-críticas de las que su poesía se nutrió. En el apartado de influencias literarias, y dado que nuestro campo de especialización se centra en estudios literarios anglófonos, hemos hecho más hincapié en el examen de poetas de habla inglesa, mientras que el influjo de poetas españoles como San Juan de la Cruz o García Lorca se analiza con ejemplos concretos a lo largo del estudio crítico de sus nueve libros de poemas que constituye el tercer capítulo de este libro.
Con esta arquitectura se engarza el itinerario poético de Merton desde su poesía religiosa más temprana hasta su dos últimos poemas épicos, cuyo comentario pormenorizado conforma el tercer capítulo de esta monografía. Hemos intentado encontrar un equilibrio entre una lectura puramente formalista que considera el texto como una entidad absolutamente autónoma y aislada, y una excesiva atención a la “Weltanschauung,” totalidad de vida y obra, del texto y su contexto.5 El análisis, así pues, se inicia con el comentario de poemas individuales para desde ahí llegar a una síntesis de la visión de Merton del hombre y su relación con el arte, la sociedad, la naturaleza, el lenguaje y Dios.
Asimismo, nos hemos permitido incluir, como anexo a este libro, una iniciativa de traducción de una serie de poemas contenidos en su libro Eighteen Poems. El criterio de selección de estos poemas ha sido, en primer lugar, el de la originalidad: no es frecuente que un monje se enamore de una mujer y dedique a su amada poemas amorosos. En segundo lugar, reconocemos en estas composiciones la más alta expresión de una poesía que transciende las identidades particulares en aras de lo que nos rebasa: “escribirte es como escribir a mi corazón/ tú eres yo mismo/ esta soledad/ me posee/ como si fuese tu misma soledad/ explorando mi oscuro bosque/ y mi casa olvidada/ para reencontrarse también ella.”6
Por último, quisiéramos subrayar el creciente interés que actualmente está suscitando la obra de Thomas Merton en Norteamérica como los demuestran los numerosos ensayos críticos, biografías, ediciones de fuentes primarias, análisis y estudios que se han publicado durante las últimas cinco décadas.7 A todo esto se añade la creación en 1987 de la International Thomas Merton Society (ITMS) que cuenta con diversos “chapters” o grupos locales en Estados Unidos, publica la revista The Merton Seasonal y The Merton Annual8 y organiza congresos sobre el autor. También en Europa su popularidad es notable y creciente en numerosos países. En Inglaterra se fundó en 1993 la Thomas Merton Society of Great Britain and Ireland,9 responsable de The Merton Journal,10 y en nuestro país se han realizado dos retiros o encuentros mertonianos en el Monasterio de Cóbreces (Cantabria, 2001) y en el Monasterio de Cardeña (Burgos, 2002). En 2006 se celebró el I Congreso Internacional Thomas Merton en el Centro de Estudios Místicos de la ciudad de Ávila.11
Además, aquí en España, se están cubriendo lagunas en la traducción de su obra en prosa, que conoció un momento dorado en la década de los cincuenta y sesenta.12 En los años noventa y en la primera década del siglo XXI, también proliferaron las versiones en idioma español. Destacan Amar y vivir, trad. Joaquín Adsuar (Barcelona: Oniro, 1997); La sabiduría del desierto, trad. Marcelina Moreno y Morales, BAC, 1997; El Camino de Chuang Tzu (Madrid: Debate, 1999); Diario de Asia, trad. Fernando Beltrán Llavador y Francisco Rafael de Pascual, ocso (Madrid: Trotta, 2000); Thomas Merton, Diarios (1939-1960): La vida íntima de un gran maestro espiritual, o Thomas Merton, Diarios (1960-1968), trad. Isidro Arias Pérez (Barcelona: Oniro, 2001); Escritos esenciales de Thomas Merton, introducción y edición de Francisco Rafael de Pascual, ocso (Santander: Sal Terrae, 2007).13 Asímismo, en 2015, con motivo de la celebración del I Centenario del nacimiento de Thomas Merton han visto la luz nuevos títulos de y sobre Thomas Merton en lengua castellana. Entre ellos cabe mencionar: Thomas Merton, “La voz secreta”: reflexiones sobre mi obra en oriente y occidente, ed. y trad. Fernando Beltrán Llavador de “Honorable Reader”: Reflections on my Work (Santander: Sal Terrae, 2015); Fernando Beltrán Llavador, Thomas Merton: el verdadero viaje (Santander: Sal Terrae, 2015); James Finley, El palacio del vacío de Thomas Merton, ed. y trad. Fernando Beltrán Llavador de Merton’s Palace of Nowhere (Santander: Sal Terrae, 2014); Ramón Cao Martínez, Ocultarse en una hoguera: Thomas Merton a través de sus diarios (Ourense, Galicia: Eurisaces Editora, 2015); María Luisa López Laguna, RCM, Thomas Merton: maestro y amigo (Madrid: Edibesa, 2015); Thomas Merton, Oh corazón ardiente: poemas de amor y de disidencia, ed. y trad. Sonia Petisco (Madrid: Trotta, 2015); Diccionario de Thomas Merton, trad. de The Thomas Merton Encyclopedia, ed. William Shannon, Christine M. Bochen & Patrick O’Connell, bajo la supervisión de Francisco Rafael de Pascual, ocso (Bilbao: Editorial Mensajero, 2015).14
Junto a estas ediciones, no podemos olvidarnos de reseñar con admiración y como primicia conmemorativa del cincuentenario de la desaparición de Thomas Merton, la publicación a finales de 2017 de la excelente traducción de Francisco Rafael de Pascual, ocso, del libro de Merton Springs of Contemplation (Santander: Sal Terrae, 2017), cuya atenta lectura ha dado pie a la elaboración de un incipiente proyecto de fundación de un Centro de Investigación y Espiritualidad en la isla de La Palma, en donde poder ubicar una pequeña biblioteca especializada en Teología y Ciencias Religiosas que acogiese el inestimable legado de Thomas Merton, y que sirviese al mismo tiempo como un espacio o foro internacional de estudio y debate acerca de su obra. Incluso cabría pensar en la posibilidad de creación de un aula de poliglotía especializada en la traducción e interpretación de algunos de sus textos todavía inéditos en español. “Busquemos el reino de Dios, que todo lo demás se nos dará por añadidura” (Mt., 6, 32).
Para concluir esta breve introducción, debemos dar paso al capítulo de agradecimientos. En primer lugar, no me es posible expresar con palabras la ayuda y generosidad del doctor Fernando Beltrán Llavador (Universidad de Salamanca). Gracias a su eficaz intercesión, he tenido el privilegio de acceder a la Biblioteca del International Thomas Merton Studies Center ubicado en Bellarmine University (Kentucky, USA), y poder consultar fuentes primarias y secundarias: manuscritos de poemas, correspondencia personal y otros materiales inéditos, su biblioteca particular, grabaciones de conferencias y seminarios que impartió a sus alumnos novicios, así como tesis doctorales, artículos y estudios críticos sobre su obra. Todo ello de especial relevancia para el presente trabajo y enumerado exhaustivamente en el apartado bibliográfico. Mi más sincera gratitud también al actual director del Thomas Merton Center, Dr. Paul M. Pearson, por su cuidadosa mediación ante la editorial New Directions, quien cordialmente me ha permitido plasmar en este trabajo todos los versos citados. Y no puedo dejar mencionar a mi querido amigo Cristóbal Pagán y Fuentes, Shannon Fellow. Juntos tuvimos la suerte de viajar a la Abadía de Thomas Merton, donde los monjes trapenses – algunos de ellos coetáneos de Merton – nos dispensaron tan cálida acogida que aún sigue manifestándose cuando esto escribo. Sobre todo acordándome de Father Alan quien tan generosamente aceptó acompañarnos por las espesuras del bosque a la ermita a la que Merton, anhelando otro destino, eligió retirarse en soledad los tres últimos años de su vida.
Finalmente, quisiera expresar mi gratitud como discípula a los profesores Cándido Pérez-Gállego, Francisco Jarauta, María Toscano, Joëlle Guatelli-Tedeschi, Ricardo Aldana y Agustín García Calvo por su excepcional magisterio. A José Moratiel, por su escuela de silencio. A Fadwa el Heziti, Santiago Henríquez, Magalí Valdepérez, Carlotta Bartelletti, Lorena Quevedo, José Luis Ródriguez Mena y D. Aurelio Feliciano por su cálida amistad. A Manuel Poggio por su apoyo incondicional y a Luis Regueira por su esmerada revisión final del manuscrito. A Elsie y Agustín, mi nueva familia espiritual,