Shine. Ana de Andrés
Martin Luther King Jr.1
Este libro es una invitación a sumarse a una alianza de seres despiertos. A descargarnos la versión más «actualizada» posible de nosotros mismos para aplicarla a la más necesaria que nunca actualización de la humanidad. Y a hacerlo con otras personas de buena voluntad en todo el mundo que han entendido que estos tiempos increíbles representan una gran oportunidad para transformar nuestras organizaciones, instituciones, países, e incluso el planeta.
La crisis del coronavirus y todas sus externalidades, muchas de las cuales aún no somos capaces de vislumbrar, marcan el fin de una época. Existe una ventana de oportunidad –que se va haciendo cada vez más estrecha– para que los nuevos futuros sean mejores si un número cada vez mayor de nosotros aprovechamos la oportunidad que nos traen los tiempos, no solo para no volver donde estábamos, sino para cambiarlo todo, empezando por nosotros mismos. Una oportunidad para emprender una revolución en la que cada vez más personas elijamos ser parte de la «desviación positiva»2, y nos apliquemos con determinación y sabiduría, pero también con humor y cierta irreverencia, a ir en pos de nuestro potencial. Para que nuestros jóvenes demanden el papel protagonista que les corresponde desempeñar en este momento y para que quienes están en posiciones de poder resuelvan ejercerlo con amor y compasión, en respuesta a las demandas de la justicia como decía Luther King. Y para que un número cada vez mayor de nosotros entendamos que, aún si se pudiera conservar la antigua normalidad, no merecería la pena, porque solo alcanzaremos un bienestar realmente sostenible si incorporamos el del otro, el de los otros, el de cada vez más otros, a la ecuación.
A estas alturas la mayoría hemos abandonado cualquier ilusión de que los cambios necesarios se originarán a partir de alguna estructura o súperestructura, o de que se harán de arriba hacia abajo. Ya estamos preparados para aceptar que vendrán de un movimiento global de agentes de cambio que apliquen energía y voluntad a la transformación de lo colectivo. Y de la colaboración efectiva y en formas nuevas, creativas y poderosas entre individuos e instituciones, y entre los actores, de mundos, disciplinas y épocas diversas, que decidamos ser parte activa, discerniente y creadora de lo que vendrá.
Por eso creo que ha llegado el momento de que este libro vea la luz. El momento kairós3 para compartir un manual alternativo con la mejor «tecnología punta» que conozco para librar la batalla de la transformación con más tracción y menos sacrificio. Una tecnología que he aprendido trabajando con más de dos mil personas que representan un mosaico de nacionalidades culturas, disciplinas, trayectorias, historias personales, estilos y generaciones en todo el planeta. Un recorrido que me ha permitido ser testigo de transformaciones extraordinarias como las que requieren de nosotros los tiempos que nos está tocando vivir, que nos invitan, independientemente de cuán conscientes seamos de ello, a plantearnos qué gestos grandes o pequeños, cambios personales o de nuestro entorno podemos emprender para transformar nuestra realidad.
Lo que viene no podemos afrontarlo desde el mismo nivel de evolución, ni con los mismos modelos mentales, herramientas y habilidades con los que antes hacíamos las cosas. Son precisas otras estrategias y herramientas, y aunque pudiera parecer lo contrario, muchos ya estamos listos para ese viaje. Lo que tenéis en vuestras manos es un intento de compartir mis particulares estrategias para una aventura no apta para pusilánimes, pero tampoco para los que os sintáis firmemente apegados a ninguna verdad. Una aventura que sin duda merecerá la pena para aquellos de vosotros que en algún momento hayáis soñado con dejar un legado «verdadero, bello y bueno»4 y que requiere además de visión, coraje, una cierta irreverencia y ganas de disfrutar.
Descubriremos juntos ocho estrategias. Las cuatro primeras tienen que ver con emprender la propia revolución para poder tener una vida a la altura de nuestro potencial. Con cruzar el umbral de la auto-transformación en diálogo con la vida, sin agotarnos y caer en la trampa –que muchos conocemos bien– del deber. Las cuatro siguientes tienen que ver con establecer las condiciones para que ese ser brillante que somos pueda expresarse de forma más completa y expandida, y eso nos permita algo tan importante como acercarnos a nuestros sueños.
Las estrategias que vamos a descubrir no son atributo de súper-héroes y heroínas, sino que están presentes en dosis diversas en los mejores seres humanos con los que me he encontrado en el camino y a los que he visto «por dentro». Lo que vais a leer es así, por encima de todo, un homenaje a mis referentes, a todas esas personas de mundos diversos que han traído color a mi vida y me han convencido de que todo el mundo tiene algo extraordinario que aportar.
Ojalá sus historias y mis aprendizajes os sirvan para descubrir algunas claves para el proceso de sofisticación que las múltiples mutaciones del mundo como lo conocíamos van a requerir de cada uno de nosotros. Para desarrollar vuestro mejor leadership, y para encarnar al mismo tiempo un mejor followship, para que los que quieran regir nuestros destinos no puedan hacerlo sin nosotros, y se encuentren al otro lado a personas lúcidas, pensantes y dispuestas a hacerse cargo de sí mismas.
Es el momento para formar parte de la «red de esperanza» y de brillar en el camino. No permitamos que nadie nos robe esta época llena de posibilidades, ni la oportunidad de que ganen los buenos. Cerremos los ojos e imaginemos mejores futuros. Y al abrirlos, pongámonos a la tarea de cambiar cada uno el entorno que tengamos más cerca. Transformemos la realidad, sumemos esfuerzos y voluntades para lograr un cambio que valga realmente la pena… y que la Fuerza nos acompañe.
1 Martin Luther King Jr. (1967) Where Do We Go From Here: Chaos or Community? Beacon Press. En este libro, muy actual a pesar del paso del tiempo, Martin Luther King describe algunos de los desafíos tan presentes en este momento y habla de la necesidad de atajar la desigualdad y de la comunidad global: «Hemos heredado una casa grande, una gran 'casa mundo' en la cual tenemos que vivir juntos negros y blancos, orientales y occidentales, gentiles y judíos, católicos y protestantes, musulmanes e hindúes, una familia separada indebidamente por ideas, cultura e interés, quienes, porque no podemos vivir separados para siempre, debemos aprender de alguna manera a vivir juntos en paz».
2 El concepto de desviación positiva está basado en la observación de que en cada grupo humano hay ciertos individuos o grupos cuyos comportamientos y estrategias inusuales les permiten encontrar mejores soluciones que a sus iguales, a pesar de tener acceso a las mismas fuentes y enfrentar desafíos similares o peores. Un concepto poderoso que me ha sido muy útil en algunos momentos de mi vida.
3 Kairós, o el «tiempo de Dios». Los griegos tenían dos palabras para referirse al tiempo: Cronos y Kairós. La primera se refiere al tiempo cronológico o secuencial; la segunda se refiere a un concepto de la filosofía griega que representa un lapso indeterminado en que algo importante sucede. Su significado literal es «momento adecuado u oportuno». Mientras la naturaleza de Cronos es cuantitativa, la de Kairós es cualitativa.
4 Para una reformulación sobre las virtudes básicas de la trilogía kantiana adaptada a nuestros días, os recomiendo el libro de Howard Gardner, Verdad, belleza y bondad reformuladas. 2011. Editorial Paidós.
El contexto
Un nuevo orden merece
otros liderazgos
En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe.
Eric Hoffer
Hace tiempo que vivimos un «nuevo orden» que nos plantea dilemas antes desconocidos y representa al mismo tiempo enormes oportunidades, y que nos fuerza, pese a nuestros miedos y reticencias, a buscar formas diferentes de dirigir nuestras sociedades, nuestras economías, nuestras organizaciones… y a nosotros mismos. A la situación compleja que veníamos