Enigmas de las Américas. Kris Lane
(luego rebautizado como Golden Hind) el famoso mapa de Ortelius de 1570.20 “Drake demostró por primera vez, que Tierra del Fuego era una isla y no la península de un continente [austral]”.21
El artista italiano Baptista Boazio dibujó unos mapas que acompañaron la obra El resumen de los verdaderos descubrimientos de Sir Francis Drake durante sus viajes a las Indias, que fue publicada en Londres por la casa editorial Biggs and Croftes, entre 1588 y 1589. El mapa muestra la ruta seguida por Drake durante su intrépido viaje de circunnavegación y por supuesto resalta la novedad geográfica de la posibilidad de un paso por el Sur, pero representa la cuenca del Pacífico bastante más estrecha que en la realidad, tal vez se buscaba resaltar la viabilidad del viaje transpacífico. Lo que ha llamado la atención es la temprana representación de Tierra del Fuego, asunto que será tratado en un artículo posterior (Imagen 6).
Tras el sorpresivo ataque del corsario, la Corona española encomendó en 1579 al navegante Pedro Sarmiento de Gamboa22, al mando del Nuestra Señora de la Esperanza y del San Francisco, una expedición que tenía como objetivo tomar posesión del paso Sur, constatar que no hubieran asentamientos ingleses y levantar las cartas geográficas de esta región. En noviembre de 1579 la expedición alcanzó los 50º de latitud sur, donde encontraron un canal que parecía ser la boca del estrecho, al que denominó “Golfo de la Santísima Trinidad”. Durante dos meses exploraron los vericuetos de este peligroso paso, en enero, arrastrados por las corrientes, fueron a dar hasta la boca del estrecho al que llamó de “La madre de Dios”. Tras un penoso viaje que duró un mes, Sarmiento de Gamboa logró llegar al Atlántico, luego se enrumbó hacia España, con intención de informar personalmente al rey sobre el hallazgo y sobre su plan de defensa. Este viaje resultó ser un rotundo fracaso, puesto que luego de dejar a los colonos en la región, Sarmiento de Gamboa fue atrapado por una flota inglesa comandada por Walter Raleigh y como prisionero fue llevado ante la reina Isabel I. En Londres fue interrogado, se dice que entregó suficiente información sobre la navegación hacia el Mar del Sur.23 Fue así como el experimento de colonizar el Estrecho fue abortado y este paso quedó abierto y sin resguardo para cualquier valiente que se atreviera a desafiar su peligrosidad y seguir las huellas de Magallanes y Drake. Sarmiento de Gamboa registró la información geográfica en su famosa carta Derrotero al Estrecho de Magallanes,24 que además imprime la leyenda de los gigantes australes en Tierra del Fuego25 (Imagen 7).
Imagen 6: Ruta de Sir Francis Drake, Boazio Baptista, 1588-89, cortesía de Library of Congress (LOC).
En 1584 Sarmiento de Gamboa había fundado el asentamiento de “El nombre de Jesús”, y también el asentamiento “Rey Don Felipe”, cerca del actual Punta Arenas (Chile), estas pudieron haber sido las dos ciudades más australes de América, sino hubiera sido porque los colonos fueron abandonados a su suerte, mientras Gamboa sufría sus propias peripecias en manos de los ingleses y más tarde en manos de los franceses, antes de poder llegar a España e informar al rey sobre los colonos del Estrecho. Se dice que otro navegante inglés, Thomas Cavendish, encontró a los pocos sobrevivientes de aquel fracasado intento de colonización del Estrecho.
Entre 1586 y1588, Thomas Cavendish, un ex capitán de Walter Raleigh, comandando una escuadra conformada por el Desire, el Content y el Hugh Gallant, logró emular las hazañas de Magallanes y Drake. Atravesó el Estrecho de Magallanes y también alcanzó la tercera circunnavegación del globo, en el conocido como el “viaje admirable y próspero”26.
Se dice que al llegar a la costa de la Patagonia, en una bahía bautizada como “Port Desire” (Puerto Deseado), la expedición de Cavendish encontró la huella de un gigante, de más de 45 cm de largo. En el mes de enero, pleno verano austral, doblaron el Cabo Vírgenes, donde encontraron “18 españoles harapientos, entre ellos 3 mujeres, los únicos supervivientes de las dos colonias fundadas por Sarmiento de Gamboa, solamente uno fue rescatado Tomé Hernández”27. A esta expedición le tomó un mes atravesar hasta el Pacífico. En las costas del virreinato del Perú tomaron muchas presas. Cavendish retornó a Londres en 1588, cuando toda Inglaterra celebraba la vergonzosa derrota de la Armada Invencible, entonces la reina Isabel I expresó: “El rey de España ladra mucho pero no muerde. No nos importan los españoles; al fin y al cabo sus navíos cargados de oro y plata de las Indias se dirigen a nuestro país”28. Curiosamente se dice que las noticias sobre las hazañas del corsario Drake y su circunnavegación al mundo no llegaron a Inglaterra sino hasta el retorno de Cavendish, quien entregó valiosa información sobre las rutas marítimas, estas noticias habían ampliado mucho más el conocimiento sobre la geografía de las costas americanas.
Imagen 7: Detalles del mapa Americae Nova Tabula, William Blaeu, 1630, cortesía Fondo Jijón, Biblioteca Nacional, Ministerio de Cultura del Ecuador.
El mapa de América de Abraham Ortelius (1587) incluye el conocimiento resultado de las expediciones de la época. Como se puede ver, se dibuja el Estrecho de Magallanes como el paso donde además se ubica la región de “Patagones del reino de los gigantes”, que curiosamente se presenta separada mediante el Estrecho de una nueva masa continental denominada “Terra del Fuego”. Además, ubica varias embarcaciones en el Pacífico que reflejan la posibilidad de una navegación hacia Occidente y las islas del Pacífico, todo este registro cartográfico fue posible debido los sorprendentes viajes de Magallanes, Drake y Cavendish (Imagen 8).
Imagen 8: Americae sive novi orbis, nova descriptio, 1587, Ortelius, (edición de 1612), cortesía Fondo Jijón, Biblioteca Nacional, Ministerio de Cultura del Ecuador.
Imagen 9: Maris Pacifici, Abraham Ortelius, 1589 (edición de 1612), cortesía del Fondo Jijón, Biblioteca Nacional, Ministerio de Cultura del Ecuador.
IMAGINARIOS Y FANTASÍAS SOBRE EL MAR DEL SUR
Maris Pacifici es el primer mapa dedicado al Pacífico (Imagen 9), y está centrado en el viaje de Magallanes, como denota la imagen del barco de la Victoria como la figura central del mapa (Imagen 9). Además este mapa registra la información adquirida hasta entonces sobre la cuenca del Pacífico y sus promesas (Imagen 9).
Los mapas que incluyen el Maris Pacificum o Mar del Sur de finales del siglo XVI evidencian todavía un marcado desconocimiento y, por qué no, también la persistencia de alegorías medievales. Su iconografía incluye barcos navegando hacia el Asia, monstruos marinos e intentos de ubicación, sobre todo de las islas, pero también incorporan la posible existencia de una gran masa continental al sur de América, la nomenclatura de estos mapas usa varios nombres como: Terra Incógnita, Terra Australis, Tierra Magallánica, Tierra patagónica e inclusive Tierra de Patagones del reino de los gigantes, para referirse a esta nueva masa continental no descubierta todavía. Estos registros confunden los mitos medievales con los nuevos conocimientos, resultado de las recientes expediciones que se atrevieron a cruzar el paso del Sur.
El imaginario sobre la existencia de habitantes gigantes del Estrecho de Magallanes fue una constante en la cartografía del siglo XVI, se presentó desde muy temprano, de hecho en 1507 en su Cosmographie introductio, Mathias Ringman (Geógrafo francés, siguiendo las reflexiones de A. Vespucio) escribió: “