Libera tu alma. Carlos Arroba Díaz
Despierta para descubrirte y adorarte, porque eres un dios. Tu cuerpo es tu templo, donde habita tu dios, por lo tanto, cuídalo. Haz que tu dios viva en el mejor entorno posible. Cuida tu templo y dale la mejor alimentación que puedas permitirte.
No huyas de ti, de tu propio destino.
Debes poder compartir el camino con más personas y disfrutarlo juntas. Superar obstáculos, tormentas, y ver que todo tiene un principio y un final. No quieras llegar al final pronto, te perderás toda la experiencia del camino, que es lo único importante. Ve paso a paso, supera un problema y luego sigue adelante. Podrás comprobar que todo siempre tiene un sentido.
Debes estar atento a las señales, porque quizá tú eres ese faro que ilumina el camino.
Déjate llevar, no fuerces la corriente de la vida. Si tú eres ese faro, no dejes de alumbrar, otras almas necesitan tu luz para vislumbrar su camino.
Permite que aprovechen esa ruta que les abres con tu luz y que no veían porque estaban dormidos. Solo alumbra, dale más intensidad a esa luz y podrás iluminar el camino a los demás.
Ese es el mejor regalo que puedes darle al universo: ser la luz que alumbra el vacío de la inmensidad.
El amor de tu vida eres tú.
Cada ser humano posee un depósito ilimitado de poder para hacer frente a todos los problemas del camino. Ese depósito está rebosante de amor.
No guardes el mensaje de tu alma en el fondo de una botella lanzada al mar. Así no llegará a su destino.
¿Qué mensaje vas a enviar al mundo cuando todo lo que tienes es un solo mensaje que dar? ¿Qué dirías?
¿Que el ser humano puede ser cruel y bondadoso a la vez?
¿O solo darías un grito de libertad, indicando que no necesitas a nadie para ser feliz?
Cada persona es un universo completo con un mundo infinito de posibilidades.
¿Qué quieres legar al mundo? ¿Por qué lo guardas en una botella y lo tiras al mar?
Atrévete a lanzarlo a los cuatro vientos, que nada frene tu pasión.
Deja que los demás vean todo lo que escondes, porque todo eso es hermoso. Quizá no todo el mundo lo entienda, pero siempre habrá alguien que podrá entenderlo y le dará un sentido a su vida.
Saca todo eso que te dieron y que aprendiste.
Deja que tu imaginación vuele, saca el niño que hay en ti y disfruta como nunca.
Siempre podrás esconderte en una botella, pero deja que el mundo beba de tu mensaje, porque saciará su sed.
Rompe esa botella y transmite todo lo que llevas dentro, no tengas miedo a ser tú mismo.
Solo hay un camino posible y es rendirte a tu ser.


Capítulo 2
«El alma no necesita razón para seguir adelante»
Tu alma es eterna, no pienses que mueres o naces, solo cambias el contenedor donde se aloja.
Cuando vives encarnado puedes experimentar todas las emociones, desde lo más profundo y oscuro de tu alma hasta la mayor plenitud y felicidad de tu ser. Puedes experimentar y disfrutar esas emociones al cien por cien. Desde la depresión profunda a la felicidad plena. El punto medio sería estar en paz.
Solo es decisión tuya elegir lo que quieres vivir. Tienes libre albedrío para sentir todas esas emociones y experiencias en tu vida.
Cuando mueres, entras en un estado de paz más permanente, donde tu alma es plena, pero no percibes todas esas emociones de la misma manera, no puedes bajar del estado de paz.
Te preguntarás cómo puedo tener la certeza de esas afirmaciones. Es muy simple: viviendo todas esas experiencias.
Desde estar en lo alto de la ola hasta estar enterrado en la orilla de la playa.
Cuando experimentas lo mejor y lo peor del ser humano realmente despiertas en otro mundo. Ves el mundo con otros ojos, consigues conectar con ese estado de paz que te hace pleno.
Debes estar abierto a experimentar una y otra vez esas emociones, tanto las buenas como las malas, porque todas son experiencias que hacen que tu vida valga la pena y esté completa.
Lo que nunca debes hacer es dejar que tus pensamientos o tus emociones aplasten tu alma hasta hacerla diminuta, porque entonces serás esclavo de tus pensamientos y emociones.
Si piensas que eres un desgraciado, lo serás. Si piensas que eres el rey del mundo, lo serás, al menos a tu modo de verlo.
Lo ideal es encontrar el punto medio y estar en paz contigo mismo, ser coherente y vivir según tus criterios.
Si estás en paz, los momentos de estar en la cresta de la ola serán comedidos y se disfrutarán plenamente, porque serás consciente de tus logros.
Un ejemplo claro es el de un entrenador cuando su equipo gana una competición y se mantiene en un segundo plano. Es feliz pero comedido, es consciente de sus logros.
Si por el contrario te encuentras enterrado en la orilla de la playa, como ocurre, por ejemplo, con la muerte de algún ser querido, tu estado de paz te facilitará el superar ese momento y seguir con tu vida. Tu alma encontrará ese estado de paz antes y podrás superar esa pérdida.
Por lo tanto, vive en paz. Solo eso, busca en tu vida aquellas cosas que te hagan feliz y puedas sentirte a gusto, sin que implique un perjuicio para nadie. Busca tu propia paz, no busques en nadie lo que es tu responsabilidad como persona.
Tu pareja no te da la paz, ni tus hijos, ni tu familia, ni tus amigos; eres tú quien debe buscarla por tus propios medios.
Tú eres el responsable de encontrarla.
La paz está dentro de ti, no la busques fuera. Es tu alma la que necesita esa paz.
Cuando encuentres la paz, cualquier evento de tu vida, ya sea bueno o malo, se vivirá de diferente manera, y realmente te ocuparás de aquello que es importante. Lo demás dejará de tener importancia, porque no te da paz.
La creatividad es la expresión suprema del estado del alma.
Cuanto más creativo seas, tu alma estará más en paz.
Busca aquello en tu vida que te apasiona y hazlo, aunque sea lo más simple o lo más complicado del mundo. El hecho de ponerte a hacerlo hará que disfrutes y que tu alma encuentre la paz.
Si quieres un trabajo, comprométete a expresar tu amor incondicional en él, porque si no, no te dará paz y será el causante de tus desdichas diarias.
El amor es compartir tu creatividad con los demás, es una forma de quererte a ti mismo y, por lo tanto, también te dará la paz que buscas. Tus talentos y tus dones son tu manera de expresar tu amor, practícalos.
Como ves, juntos dos conceptos que se refuerzan el uno al otro: el amor y la paz.
Ambos son complementarios y no puede existir el uno sin el otro. Ambos comparten la misma energía eterna.
Sí, el amor es pura energía, se siente. Por eso, cada vez que recuerdas a algún ser querido que has perdido,