Criptomonedas . Laura Moresi
todo estalló en octubre de 1929.
Por otro parte, la Reserva Federal de los Estados Unidos no socorrió a los bancos dándoles liquidez, sino que redujo la oferta monetaria, generando un efecto multiplicador que se extendió desde el origen hacia otros países del mundo generando la gran depresión mundial. En 1931, Estados Unidos abandona el patrón oro; otros países lo seguirían tiempo después.
Cuando en 1933 asumió el presidente Franklin D. Roosevelt, tomó una medida drástica: prohibió a los ciudadanos la posesión de oro, de manera que aquellos que lo tenían atesorado se vieron obligados a cambiarlo por dólares a un tipo de cambio fijado por el gobierno. Las sanciones impuestas para quienes no cumpliesen eran multas elevadísimas. Por otro lado, se prohibió la exportación de oro sin la autorización del gobierno, y se estableció la obligación de que las minas auríferas vendieran su producción al Estado. De esta manera, al haber confiscado todo el oro, el dólar se devaluó; es decir, se necesitaba más cantidad de billetes por cada onza de oro. Esto permitió la expansión de la base monetaria, la posibilidad de que los precios dejasen de caer, aumentando la producción y el crédito.
Con idas y vueltas, cuando Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, el dólar estadounidense ya había adquirido un protagonismo tal que había menoscabado la importancia de la libra esterlina de antaño.
Las dificultades económicas y sociales que se fueron suscitando hicieron que los países se reunieran en 1944 en Bretton Woods, New Hampshire, Estados Unidos, para discutir un sistema monetario internacional que permitiese a las naciones el crecimiento económico interno y el equilibrio externo. Cuarenta y cuatro países formaron parte de la conferencia, buscando establecer reglas en las relaciones comerciales y financieras. La Unión Soviética también participó de la conferencia, aunque no ratificó el acuerdo; sí lo hizo China (aunque se retiró con la revolución comunista de 1949).
Los países del Eje estaban perdiendo la guerra, y el Estado más interesado en lograr un acuerdo era justamente Estados Unidos, debido a que se trataba de uno de los principales productores de carbón, petróleo, barcos, maquinarias y cientos de productos, y, por lo tanto, necesitaba de los mercados del mundo para poder colocarlos.
En esta conferencia de Bretton Woods se creó el Fondo Monetario Internacional (FMI), que comenzó a funcionar oficialmente en diciembre de 1945, con la idea de controlar el manejo de la moneda de los países miembros; de esta manera era posible vigilar la actividad económica de las naciones. El FMI se sustentaría con las cuotas que pagarían los países, y la cantidad de aportes les daría facultad de voto. Cuando una nación se hallase en dificultades económicas, el Fondo podría otorgarle préstamos a cambio de que acordaran sus políticas económicas de manera conjunta.
Según el trabajo elaborado por Augusto Javier Bou Quibar, de la Universidad Nacional de Cuyo, en este acuerdo se estableció lo siguiente:
Cada país miembro del FMI debería fijar su paridad en relación con el oro o con el dólar norteamericano. La paridad del dólar con el oro determinaba, indirectamente, la relación con respecto a este metal de las monedas cuya paridad se expresase en términos del dólar. El tipo de cambio debía permanecer prácticamente fijo, ya que solo podía variar en +-1%. El sistema era pues un patrón cambios oro, en el que el dólar era la principal moneda de reserva2.
Bou Quibar sostiene que en este acuerdo se creó la obligación de que los tipos de cambio fueran fijos respecto al dólar, mientras que el dólar lo sería respecto al oro. Se trataba, claramente, de una forma de control para mantener un orden económico internacional.
No obstante, este sistema de cambio de patrón oro comenzó a desvanecerse cuando algunos países europeos volvieron a la convertibilidad y se produjo una profusión de dólares. Al mismo tiempo, Estados Unidos comenzó a tener problemas en el manejo de la economía, con gastos muy elevados generados por la guerra de Vietnam, además de la puesta en marcha de programas sociales, de manera que la expansión de su economía, sin ingresos genuinos a través de los impuestos, fue generando inflación en el país. También las naciones que tenían sobreabundancia de dólares comenzaron a cambiarlos por oro de acuerdo a la convertibilidad que se había establecido, y así, mientras Estados Unidos bajaba sus reservas de oro, otros países las aumentaban.
Entre idas y vueltas, en 1971, Estados Unidos suspendió la convertibilidad al oro provocando una alta desconfianza; en 1973 permitió la libre flotación de las divisas. De esta manera, comenzaba la desregulación.
En la década de 1980, Estados Unidos había aumentado el gasto público a la vez que disminuía los impuestos a las personas de mayor riqueza, así mermaron los planes sociales. El gobierno intentó equilibrar la situación aumentando la tasa de interés y revaluando el dólar, pero eso causó que muchos países en desarrollo, que tenían sus deudas en esta moneda, necesitasen reembolsar más cantidad de divisas para poder pagar.
Es la época de recesión en los países de América Latina y el surgimiento del Consenso de Washington3, una serie de diez recomendaciones de política económica del Fondo Monetario Internacional para orientar a los países a salir de sus crisis. Entre estas medidas propuestas se encontraban la reducción del gasto público, la facilitación de la inversión extranjera, la desregulación de los precios, y la liberación de importaciones y exportaciones de manera que se expresara en mayor competitividad. De más está decir que en la mayoría de los países, y especialmente en la Argentina, esto generó no solo una gran desigualdad sino que, además, no se logró el crecimiento económico que según “los expertos” propiciaban estas recomendaciones. Así los países de América Latina eran cada vez más pobres, los dólares eran cada vez más preciados y el Fondo Monetario se robustecía.
En Estados Unidos estaba vigente la ley de Glass-Steagall, que había sido promulgada en 1933 por el presidente Roosevelt, para controlar la especulación. A través de esta normativa se separaba a “los bancos de depósitos” de “los bancos de inversión”; de esta manera, la banca no podía utilizar los ahorros de los ciudadanos como forma de especulación. A la vez, los bancos no tenían autorización para participar en compañías comerciales, industriales o de servicios. No obstante, esta ley fue derogada en 1999, y esto permitió legalizar la fusión de los grupos Travelers y Citicorp (Citigroup), que se había implementado el año anterior4.
A pesar de que otras divisas provenientes de Japón, China e India, comenzaron a objetar la hegemonía del dólar a través del yen, del yuan y la rupia india, la confianza en el dólar continuaba. En definitiva, mientras las personas confiaran en los “billetes verdes” como promesas de pago, el sistema seguiría funcionando.
1 Bou Quibar, A. (2021). Sistemas Monetarios Internacionales y guerras de monedas. Una perspectiva histórica.
2 Bou Quibar, Augusto Javier, “Sistemas monetarios internacionales y guerras de monedas: una perspectiva histórica”. Trabajo presentado en Jornadas de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCuyo, Mendoza, Argentina, 2016.
3 El Orden Mundial (2020). ¿Qué fue el Consenso de Washington?
4 La Reserva Federal les había otorgado un año de moratoria para la legalización.
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