Manual de escritura. Andrés Hoyos Restrepo
26. No excluya al lector
27. Aproveche los guiones, los paréntesis, las cursivas y las comillas
28. Evite las repeticiones innecesarias y las preguntas retóricas
29. Escriba, en lo posible, al derecho
30. Simplifique los verbos y no confunda los tiempos
31. Aprenda a meter y sacar material de un escrito
Expresiones comunes y sus alternativas
32. Procure ser claro, simple y breve
33. Privilegie los sustantivos
34. Evite las nominalizaciones y demás transposiciones verbales
36. Economice los adverbios terminados en mente y otros adverbios
37. No abuse de los pronombres
39. Edite las expresiones superfluas y evite los rodeos innecesarios
40. Recurra a un vocabulario variado y preciso, pero no rebuscado o pretencioso
41. De clichés, muletillas, metáforas, alegorías y demás tropos del lenguaje
44. No haga ruido innecesario, afirme solo lo que pueda afirmar y sea parco en los énfasis
46. Mantenga el tono, distinga entre niveles de formalidad y no violente los contextos
47. Aproveche los detalles, las anécdotas y los ejemplos
48. Editorializar, pros y contras
49. Huya de las jergas y los tics
50. No sobrecargue los diálogos
V. EXPRESIONES, USOS Y PALABRAS CONTENCIOSAS
LA PELEA CONTRA LOS NEOLOGISMOS Y LOS EXTRANJERISMOS
VI. EDICIÓN, CORRECCIÓN Y VERSIÓN FINAL
INTRODUCCIÓN
Escribir es un acto de fe, no un ejercicio gramatical”.
E. B. WHITE
PARA QUIEN NO TIENE LA HABILIDAD, escribir puede ser doloroso y frustrante; quien aprende a hacerlo lo hallará estimulante y divertido.
La escritura ha dado lugar a mil clichés: que es un don divino, que no hay modo de enseñarla, que el escritor nace y no se hace. Pues bien, debemos darle al lector que empieza a acompañarnos en estas páginas una noticia buena y una mala. La mala es que las probabilidades de que llegue a escribir con la potencia y la calidad que se requieren para volverse famoso, sin hablar de ganarse el Premio Nobel de Literatura, son estadísticamente muy bajas, como lo son para que un joven aficionado al fútbol llegue a integrar la selección nacional de su país. El futuro autor de mérito y el futuro crack del balón necesitarán todo el talento que recibieron en la cuna, toda la dedicación que les aporte una recia personalidad y todas las enseñanzas y consejos que vayan acumulando a lo largo de los años, y aun así corren el riesgo de quedarse cortos.
La buena noticia es que sin alcanzar la cumbre se puede vivir a plenitud, ir a muchas partes y pasarla bien. Aparte de que hay dignidad en el intento de escalar una montaña sin coronarla, aprender a escribir es en extremo útil para una gran cantidad de empeños en la vida. Está demostrado, además, que la escritura es enseñable, pese a que no todo el mundo aprende igual ni tiene las mismas necesidades. De hecho, hubo un tiempo en que el futuro Premio Nobel de Literatura