Ética para directivos y consejeros. Pedro Regojo Velasco
ÉTICA PARA DIRECTIVOS Y CONSEJEROS
Cómo construir empresas excelentes
y socialmente responsables
Pedro Regojo
Prólogo
El autor de este libro, a quien tuve el honor de supervisar una de sus tesis doctorales, tiene una preparación poco común en quienes escriben sobre ética empresarial, tanto en conocimientos teóricos como en experiencia docente y empresarial. Su bagaje académico está avalado por dos doctorados, uno en Dirección de Empresas por el IESE Business School y otro en Teología por la Universidad de Navarra. Tiene, además, experiencia empresarial como consultor y consejero no ejecutivo de varias empresas y como docente en AESE, una prestigiosa escuela de negocios en Portugal. En esta escuela, por espacio de diecisiete años, el profesor Pedro Regojo se ha ocupado de temas relacionados con el control de gestión y el gobierno de organizaciones y empresas familiares, entre otros.
Estas credenciales quedan reflejadas en el presente volumen, que tiene un marcado carácter interdisciplinar. En él concurren conocimientos de gestión, filosofía, ética y ciencias sociales, así como consideraciones tomadas de su experiencia empresarial. Son también muy relevantes las ideas que el autor toma de la doctrina social de la Iglesia, fuente de saber antropológico y ético, y el modo cómo las aplica a la actividad empresarial y al trabajo directivo.
El subtítulo del libro expresa significativamente su contenido y finalidad: «Cómo construir empresas excelentes y socialmente responsables». En esta línea, pone especial énfasis en el modo de promover la responsabilidad y la excelencia humana de los empleados, así como en la necesidad de favorecer el desarrollo de competencias para el liderazgo en los directivos y la generación de confianza y de una buena reputación empresarial, una de cuyas causas es, sin duda, un adecuado comportamiento ético.
Como ha señalado Mintzberg 1, en dirección de empresas concurren arte, oficio y ciencia. Esos tres elementos se requieren mutuamente tanto en el aprendizaje como en la práctica de la dirección. Arte y oficio juntos sin el análisis sistemático de la ciencia pueden dar lugar a aprendizajes desorganizados. Oficio y ciencia sin la visión creativa del arte pueden conducir a diseños cuidadosos y ordenados, pero sin aquella llama que le da vitalidad. Un diseño basado en el arte y la ciencia es creativo y sistemático, pero sin la experiencia que da el oficio puede producir aprendizajes erróneos, impersonales y desconectados. Subyacente a estos tres elementos hay cierto ethos de la dirección 2 en el que concurren ideas, valores y principios, referidos, entre otros temas, a la visión del ser humano, de la empresa y de la sociedad y a su orientación finalista. En la actuación del directivo es también muy relevante su carácter moral configurado por virtudes. Este libro, de algún modo, se ocupa de todo ello.
Coincido con el autor, quien empieza el libro cuestionándose cómo la ética se está enseñando y aplicando en las empresas. Apunta la existencia, en muchos casos, de una concepción de la ética empresarial incompleta y aun equivocada. Para superar esta visión propone una visión global e integradora basada en tres pilares: los fines esenciales de la empresa, unos principios y normas éticas, y las virtudes indispensables en el dirigente. Argumenta que sin estos elementos, la construcción de una cultura empresarial verdaderamente ética carece de una sólida base en la que sustentarse.
Con este libro, el autor pretende estimular a consejeros y directivos a que conozcan mejor los aspectos morales de su profesión, y estén así en condiciones de promover una auténtica cultura ética en sus organizaciones. Se plantea y trata de responder a cuestiones tan relevantes como las siguientes: ¿Qué responsabilidades tiene la empresa más allá de la creación de valor económico? ¿En beneficio de quién deben ser gestionadas las empresas? ¿Cómo desarrollar virtudes éticas, como integridad, veracidad, audacia, lealtad, etc., tan esenciales en la actividad del dirigente?
Me parece un gran acierto el fino análisis del autor acerca de la naturaleza y finalidad de la empresa, en la que distingue varios fines inseparables que implican responsabilidades sociales que toda empresa debe asumir. Entre ellos, servir a sus clientes, promover el desarrollo humano y profesional de sus empleados, y generar riqueza.
También destacaría el enfoque práctico del libro, sin menoscabo de los fundamentos teóricos, con aspectos concretos para la dirección y buen gobierno de la empresa. Así, por ejemplo, se ocupa de las medidas a adoptar para asegurar un buen uso del poder, y también de los modos de ayudar a los directivos y empleados a desarrollar un conjunto de virtudes éticas, del todo necesarias.
En definitiva, pienso que este libro es una buena contribución a la literatura actual de ética empresarial. Será de utilidad, como pretende el autor, a directivos empresariales y consejeros para reflexionar sobre la relación entre empresa y ética y la presencia de la ética en una buena gestión. También será de provecho a quienes se preparan como profesionales de la dirección y administración de empresas.
Domènec Melé
Profesor Ordinario
y Titular de la Cátedra de Ética Empresarial
IESE Business School, Universidad de Navarra
Notas:
1. Mintzberg, H.: 2004, Managers not MBAs (Berrett-Koehler, San Francisco).
2. Melé, D.: 2012, Management Ethics: Placing Ethics at the Core of Good Management (Palgrave MacMillan, New York), pp 1-22.
Presentación
Desde el nacimiento de la empresa moderna –que podemos situar en la segunda mitad del siglo XVIII con el descubrimiento de la máquina de vapor y el inicio de la revolución industrial–, siempre ha habido compañías que han tenido que cerrar por mala gestión o por conductas deshonestas por parte de sus accionistas o dirigentes.
Pero desde los inicios de los años ochenta del siglo pasado –década en la que se dieron varios casos de insider trading en la Bolsa de Nueva York– ha habido una preocupación creciente, principalmente en Estados Unidos y en Europa, por el modo en que estaban siendo dirigidas y gobernadas las empresas. En los últimos años, esta inquietud se acentuó, entre otros motivos, por el fracaso de numerosas operaciones de reestructuración financiera (fusiones y adquisiciones) y por sonoros escándalos anunciados por algunas empresas importantes (Enron, WorldCom, Parmalat, Ahold, Banesto, etc.).
Entre las causas más importantes que dieron origen a las dificultades experimentadas por muchas compañías en los años previos al último cambio de siglo, podemos apuntar problemas de gobierno y de dirección, tanto de naturaleza técnica como ética. Entre los primeros se han referido el erróneo diseño de los sistemas de incentivos (debido en algunos casos a la mala utilización de las stock options), el mal funcionamiento del Consejo de Administración, un incorrecto análisis y gestión de riesgos financieros y de negocio, etc.
Con más frecuencia aún se ha apuntado que esos problemas empresariales tuvieron una clara dimensión ética. No han sido infrecuentes las situaciones en las que consejeros y directivos actuaron de forma claramente deshonesta: falsificaron los estados económico-financieros, favorecieron injustamente a algunos accionistas, aprobaron esquemas retributivos escandalosos, o usaron informaciones confidenciales para obtener ganancias espurias (v.gr.: operaciones bursátiles, recalificaciones de terrenos, etc.). En otros casos se trató de negligencias importantes, por falta de dedicación al trabajo o por no haber empleado los medios necesarios para adquirir conocimientos y capacidades que sus responsabilidades requerían.
Para restablecer la confianza de los inversores, y del público en general, y hacer frente a la preocupación de cómo estaban siendo gobernadas las organizaciones, las autoridades políticas y los reguladores del mercado de varios países decidieron, en los primeros años del siglo XXI, adoptar un conjunto de medidas. Entre ellas cabe destacar la elaboración, a nivel nacional e internacional, de los llamados códigos de buen gobierno y la introducción de un conjunto de reformas de tipo legal (modernización del derecho mercantil, penas más severas para los crímenes ‘económicos’,