Descubra sus vidas pasadas. Патрисио Аумада
MAPUCHES EN CHILE
La llegada del invasor desde Europa provocó sin duda un gran cambio a nivel humano y cultural en los pueblos indígenas americanos.
La primera guerra mundial, según los pueblos originarios, se liberó en Sudamérica con una masacre que supera con creces las guerras iniciadas en 1918 y 1939, fue además una guerra biológica en forma de peste cobró la vida de millones de nativos en rincones insospechados, en esta guerra muchos de los textos sagrados en códice Maya fueron quemados, los Selk’nam fueron masacrados en su isla hogar, perdiéndose una rica tradición de la tierra más austral del mundo, su lenguaje, su cultura, sus historias de antaño y su aprendizaje colectivo fueron lanzados al abismo donde ahora yace en tinieblas.
Eventos geológicos y cataclismos han sido preservados por la tradición oral de este pueblo, a través de leyendas, como por ejemplo, la de la Isla grande de Tierra del Fuego que estuvo unida al continente y durante un violento terremoto las aguas subieron dejando aislado a sus habitantes, los que formarían después un nuevo pueblo.
En Chile y Argentina, nuestros ancestros lograron evolucionar y acceder a muchas verdades con el conocimiento de los reinos espirituales superiores, las “Machis” o hechiceras mapuches poseen un gran legado cultural de magia, energías y sanación. El saber de estos indígenas fue enriqueciéndose a través de los siglos por todas aquellas maestras y maestros clarividentes Machis que fueron naciendo a través de las eras, enseñando su verdad en esta tierra, ampliándola y mejorándola.
De la misma forma en la que volvieron a nacer sucesivamente grandes filósofos en Grecia o maestros clarividentes en Brasil, así también reencarnaron grandes sabias y maestras entre los círculos de hechiceras mapuches, ellas fueron un gran aporte en la forma de hacer medicina, herbolaria, filosofía, ampliaron su cosmovisión del universo, leyes metafísicas, el entendimiento de las vidas pasadas entre muchas otras cosas. En la actualidad aún existen muchas herederas de la magia ancestral de esta antigua raza.
Les compartiré una experiencia que tuve en Concepción.
Durante una exposición mapuche en el centro de la ciudad, habían Machis tocando kultrunes, otras vendiendo hierbas medicinales y tejidos tradicionales, al acercarme a uno de ellos, quien estaba tocando una trutruka, comenzamos una corta pero profunda conversación, en aquellos minutos me di cuenta que podía hablarle asuntos del espíritu, de los reinos superiores y de la reencarnación sin problemas y sin que me quedara mirando extrañado como suele ocurrir con los winkas (chilenos blancos). Me habló de los seres del Wenu Mapu, que siempre hay uno con mayor grandeza que el siguiente, que van por niveles o rangos, que hacia arriba no tienen fin, también me compartió que las machis reciben en sueños de revelación la identidad anterior de ciertos bebés prontos a nacer. Dicho de otro modo, ellos pueden saber cuál persona desencarnada, es la que va a volver a nacer. Es así que si se trata de una machi muerta hace mucho tiempo, la reconocen de alguna forma (sueños o clarividencia), al momento de nacer se le asigna nuevamente su rol de hechicera y al cumplir cierta edad, las machis mayores comienzan el proceso de su reeducación o que simplemente vuelva a recordar todas las lecciones de magia y conocimiento que ya dominaba o conocía. De esta forma se vuelve a aprovechar su potencial (ya sea como sanadora, vidente o yerbatera) preservando el conocimiento ancestral y aún más, volviéndolo a traer al presente o añadiendo saberes olvidados desde algún remoto pasado. Todo este conocimiento tan rico en experiencias sorprendentes me permite seguir siendo testigo una vez más, de la sabiduría de los pueblos originarios.
Nuestro cerebro produce impulsos eléctricos que viajan a través de nuestras neuronas. Estos impulsos eléctricos producen ritmos que son conocidos como ondas cerebrales. La actividad de las ondas cerebrales puede ser observada con un electroencefalograma o EEG.
Desde la invención del EEG se han producido numerosas investigaciones que han estudiado las ondas cerebrales. Los diferentes patrones de ondas cerebrales se relacionan con diferentes estados de consciencia, tales como concentración intensa, estado de alerta (despierto), sueño profundo, sueños vívidos, somnolencia, relajación, hipnosis, estados alterados de conciencia, y otros.
Existen seis tipos principales de ondas cerebrales: alfa, beta, theta, delta, gamma e infrabaja. A continuación se describen estos diferentes tipos de ondas cerebrales, en orden de mayor a menor actividad.
Son las ondas más rápidas que el cerebro puede emitir (entre 38 a 42 Hz), se producen cuando el cerebro se encuentra en el más alto estado de concentración, introspección, estas ondas gamma aparecen en los momentos de mayor rendimiento mental o de conciencia expandida. La mente tiene que estar en silencio para entrar al estado gamma. Investigadores descubrieron que el estado Gama es muy activo cuando las personas se encontraban en estados de amor universal, altruismo, experimentando "valores superiores" y en mediciones a monjes tibetanos cuando meditaban.
Se especula que los ritmos gamma modulan la percepción y la conciencia, y que una mayor presencia de gamma se relaciona con la conciencia expandida y el despertar espiritual.
Se producen cuando el cerebro está despierto e implicado en actividades mentales. Su frecuencia oscila entre 12 y 38 Hz (o ciclos por segundo). Denotan una actividad mental intensa. Cuando una persona está dando un discurso, estudiando, realizando un problema de matemáticas su cerebro se encuentra emitiendo este tipo de ondas.
Aparece cuando los pensamientos son altamente complejos, cuando integramos nuevas experiencias, en momentos de alta ansiedad o emoción. El procesamiento continuo de esta alta frecuencia no es una forma muy eficiente de hacer funcionar el cerebro, ya que requiere de una gran cantidad de energía, provocando posteriormente estrés y dolores de cabeza.
Alfa representa un estado de menor actividad cerebral y relajación. Estas ondas son más lentas y de mayor amplitud que las beta. Su frecuencia oscila entre 8 y 12 Hz. Una persona que ha terminado una tarea y se sienta a descansar, se encuentra a menudo en un estado alfa; así como la persona que está dando un paseo y disfrutando del paisaje.
Las ondas cerebrales alfa son dominantes en aquellos pensamientos que fluyen tranquilamente y en algunos estados meditativos. Alfa es "el poder del ahora", estar aquí, en el presente. Alfa es el estado cerebro en descanso. Las ondas alfa ayudan a la coordinación mental general, la calma, el estado de alerta, la integración mente/cuerpo, donde se potencia el aprendizaje.
Son ondas de mayor amplitud y menor frecuencia (entre 3 y 8 Hz). Se alcanzan bajo un estado de calma profunda. La persona que está fantaseando (o soñando despierta), se encuentra en este estado. Se dice que es un estado de inspiración de ideas y soluciones creativas. Se trata de un estado en el que las tareas realizadas se han automatizado, ya no se necesita tener un control atencional y consciente de su ejecución, pudiendo el sujeto distanciarse de ellas mentalmente. Es decir, que su mente esté en “otro sitio” (a veces decimos “en la luna”).
Las ondas cerebrales theta ocurren con mayor frecuencia en el sueño, pero también son dominantes en la meditación profunda. Theta es nuestra puerta de entrada al aprendizaje, la memoria y la intuición. En estado theta, nuestros sentidos se retiran del mundo externo y se centran en las señales que se originan desde adentro. Es ese estado intermedio podemos experimentarlo fugazmente al momento de despertar o quedarnos dormidos, al momento de entrar en una meditación profunda o al salir de ella. En theta estamos en un tipo de sueño; imágenes vívidas, intuición e información que va más allá de nuestra conciencia consciente normal. Es donde guardamos nuestras "cosas", nuestros miedos, nuestras historias y recuerdos más profundos.
Ejemplos de estado Theta haciendo alguna actividad normal
· Peinando tu cabello y viene a tu mente una idea innovadora para resolver un problema
· Estás haciendo una tarea y te sientes completamente en el presente
· Conduciendo a casa desde el trabajo y cuando llegas, no puedes recordar detalles del viaje.
Ondas