Cómo Realizar Fácilmente Cualquier Deseo. Берардино Нарделла
¿No es quizás este ya uno de los deseos más comunes? ¿Uno de los más recurrentes para la mayor parte, sino para toda la humanidad? El de poder realizar los propios sueños (y aquí la palabra se entiende como deseo esperando que se pueda realizar, pero también en el auténtico sentido de la palabra, porque el sueño es algo relacionado con el inconsciente, y nuestros deseos también nacen allí).
Esto se ve con intensa emoción y con una enorme expectativa, pero, al mismo tiempo como algo difícil - si no imposible – de realizar, algo demasiado místico, utópico y fantasioso como para poderse atenuar en la moderna, real y tecno sugestiva realidad que nos rodea.
Dicha realidad nos plasma para no podernos sorprender de nuevo lo que una vez, cuando éramos niños, lo hacía; y ya no somos tan propensos a innovaciones y cambios, especialmente si ellos comportan el deber de hacer quién sabe qué, o deber ceder nuestras comodidades, levantar nuestros culos del sofá y hacer que nos perdamos, quizás, nuestra serie preferida en la televisión.
Y, sin embargo, yo te digo que para realizar tus deseos no debes hacer nada de extraño o de exagerado, lo que estoy a punto de desvelarte es algo que puede hacer cualquiera, no debes invertir dinero (excepto el poco que has tenido que gastar en este libro).
No hace falta ningún conocimiento particular, no os estoy proponiendo la práctica del yoga o de la meditación, no existen vinculaciones religiosas ni límites de edad.
Así que, te estarás preguntando, no tengo que hacer nada y, sin embargo realizaré mis deseos, ¿qué me está proponiendo?
Entiendo la perplejidad, no te estoy proponiendo una escuela de magia, simplemente una técnica que consigue sacudir las cosas, consigue crear oportunidades y consigue cambiar tu punto de vista sobre el mundo.
Es más, las técnicas propuestas son tres, para que te puedas servir de la que te resulte mejor o más sinérgica para amplificar los efectos y obtener resultados en menos tiempo.
¿Nunca has buscado algo sin encontrarlo hasta que te has dado cuenta de tenerla justo frente a ti?
Del mismo modo, lo que necesitas para poder realizar tus deseos no está quién sabe dónde, en quién sabe qué espacio ni tiempo, sino que está a tu disposición aquí y ahora, está prácticamente delante de ti.
En el pasado no podrás desear, simplemente porque ha pasado, es más, el pasado es el primer motivo por el que deseamos, como consecuencia de situaciones no resueltas, insatisfacciones y resentimientos.
Situaremos nuestro deseo, en primer lugar, en el futuro, pero dicho futuro se puede realizar solo si lo establecemos desde ahora, en el momento presente en el que vivimos; y no me estoy inventando nada raro. Si, entre mis deseos, se encontrase tener un jardín florido en el futuro, necesariamente deberé, en el presente, al menos limpiar la tierra, abonarla, sembrarla, etc.
Te daré algunas explicaciones, pero no hace falta saber necesariamente para qué hace falta todo ello, sino simplemente cómo funciona.
Para explicarme mejor, piensa en cuando entras en casa y enciendes la luz gracias al interruptor.
¿Quién de nosotros sabe exactamente qué es la electricidad, cómo funciona y por qué?, ¿cómo consigue crear luz gracias a la bombilla? Y esta a su vez, ¿cómo funciona, con cuál lógica y procedimiento? Y ¿cómo hace dicha energía eléctrica producirse?, ¿cómo consigue llegar a mi vivienda?
Y por último, ¿por qué si no pago el recibo deja de encenderse?
Bromas aparte, la mayor parte de nosotros ignora completamente todo esto, y no solo lo ignora, sino que no se preocupa, porque nociones como la de saber que la bombilla fue inventada por un tal Edison u otra persona pueden servir como información que se añade para enriquecer la propia base cultural, pero para lo que sirve realmente, basta saber que si pulso el interruptor la luz se enciende y si lo vuelvo a pulsar se apaga, punto.
Así que te guiaré paso a paso a lo largo de la técnica que te permitirá fácil y concretamente realizar tus deseos; verás que está al alcance de todos y que no tendrás que llevar a cabo ningún ritual mágico, no tendrás que adquirir nada más y no tendrás que hacer cosas raras o que se oponen a tus ideales o convicciones (para aclararnos, no te pediré que vayas a atracar un banco ni que camines sobre carbones incandescentes).
Todo lo que necesitarás será un bolígrafo, dos libretas blancas (o una libreta de apuntes o cualquier otra cosa sobre la que poder escribir) y un poco de paciencia (no os penséis que deseando hoy una cosa, mañana se realizará...), una cartulina o un espejo o, naturalmente, los tres.
Pero antes, hay que aclarar algunas cosas.
Este libro es puramente práctico, el objetivo no es el de cubrir estas páginas solo con conjeturas, sino que se ofrecen los medios necesarios para obtener lo que realmente se desea, simplemente hay que intentarlo.
He dividido el libro en dos secciones, la primera es teórica y, la segunda, práctica.
La teoría expuesta servirá para comprender mejor los mecanismos y para alcanzar más fácilmente los objetivos propios, pero no se indagará minuciosamente hasta en sus mínimos detalles, a propósito sobre el mismo concepto, como la metáfora del interruptor anteriormente mencionado.
Así que, en lugar de disertaciones filosóficas, nos preocuparemos de enseñar unos potentes medios que pueden, literalmente, cambiar la vida de quien pondrá en práctica lo que propongo.
¿QUÉ SON LOS DESEOS Y POR QUÉ DESEAR?
El deseo es la mitad de la vida. La indiferencia es mitad de la muerte
Kahlil Gibran
Desear... ¿Qué significa?
En los diccionarios italianos encontramos definiciones como: voluntad intensa de tener o de hacer algo que aporta placer y satisfacción, sentimiento de falta de algo necesario a nuestro interés físico o espiritual, sentimiento intenso que empuja a buscar la posesión, la obtención o la realización de cuanto pueda gratificar una necesidad física o espiritual propia, sentimiento de búsqueda apasionada o de espera de posesión, de obtención o de actuación por cuanto se ha sentido adecuado a las propias exigencias o a los propios gustos, apremios, necesidades.
Por lo tanto, desear es una tensión dirigida a obtener el objeto del deseo y, si este ímpetu alcanza su objetivo, otorga un sentimiento de adecuación y gratificación; de otra manera pueden surgir sentimientos de dolor y frustración.
Pero, ¿de dónde nace el deseo? ¿Qué es exactamente?
La etimología del término desear es bastante interesante y, como sucede a menudo para dichos significados, revela su profundo sentimiento.
La palabra deseo, de origen latina, se compone de la partícula de- y del sustantivo -sidera; de- puede tener un valor sustractivo, de lejanía, ausencia; mientras -sidera es el plural de -sidus, es decir, estrella.
Por lo tanto, podremos decir que deseo significa "dejar de ver las estrellas", o "constatar la ausencia de estrellas".
El deseo es la ausencia de estrellas, la ausencia de una dirección, que lleva irremediablemente a sentirse perdido, desorientado y, probablemente, incluso angustiado.
El deseo tiene en sí una cantidad de dolor porque nace de una ausencia y el espesor de dicha ausencia determina el tamaño de dicho dolor.
De este modo, el deseo