La Posesión De Un Guardián. Amy Blankenship
guardianes y los seres humanos más fuertes en este mundo trataron de mantenerlos protegidos, pero no siempre podÃan estar allà en el momento adecuado.
Tal era la situación con los gemelos. No mucho después de que el cristal del corazón del guardián hubiera sido destrozado, Kyou habÃa oÃdo hablar de un pueblo cerca de su castillo atacado por los subordinados de su tÃo y sabÃa que debÃa haber un talismán allà para que Hyakuhei mostrara tal interés. Además de eso, el pueblo estaba dentro de su territorio y por lo tanto bajo su protección. Por desgracia, por razones que todavÃa no habÃa descubierto, no habÃa sentido que los demonios se acercaran hasta que era demasiado tarde.
Cuando Kyou llegó, el pueblo estaba bajo ataque de varios demonios de fuego en el aire. Los gemelos habÃan sido los únicos que quedaban y eso era sólo porque sus padres los habÃan escondido en una cueva bajo su choza. ¿No habÃa oÃdo sus gritos bajo el refugio ardiente ...? A Kyou le resultaba difÃcil pensar en esa parte de la misma que le llevaba constantemente a un estado confuso.
Habiéndolos sacado de los restos, se habÃa dado cuenta de que los gemelos habÃan sido adornados con un collar hecho a partir de los pedazos destrozados del cristal del corazón de la guarda. Los ojos azules cristalinos del gemelo habÃan emparejado el color de la joya que colgaba alrededor de su cuello mientras que gritaban para la familia que se habÃa tomado de ellos.
HabÃa permanecido allà mirando alrededor del pueblo destruido mientras los gemelos se aferraban a sus piernas, ocultando sus rostros contra él.
Kyou habÃa pensado que era extraño que ambos fragmentos hubieran estado en forma de una lágrima ... ¡qué irónico al mirar alrededor del pueblo que habÃa sido asesinado dejando atrás la misma razón por la que habÃa sido demolido. ¿Acaso el cristal guardián del corazón habÃa escondido a los niños de los monstruos que habÃan venido por ellos? Teniendo en cuenta la naturaleza desconocida del cristal y los muchos secretos que contenÃa ... no le habrÃa sorprendido.
Sabiendo que otros vendrÃan por los collares contaminados, Kyou rápidamente quitó los fragmentos de sus cuellos. Trató de convencerse repetidamente de que era parte de su deber como guardián proteger el talismán pero, de nuevo, la emoción constantemente influyó en sus decisiones. Más tarde, mirando hacia atrás en el evento, tuvo que dejar de asociarse a sà mismo ya sus hermanos con los gemelos. Como los niños, ellos no tenÃan familia excepto el uno al otro.
Ya estaba ocultando sentimientos por Kyoko, le habÃa hecho curioso acerca de los humanos, asà que cuando los gemelos intentaron caminar detrás de él ... queriendo seguirlo ... él se dio cuenta de que ellos también morirÃan sin su ayuda.
Algo en los rostros con lágrimas y en la forma en que lo miraban hacÃa que su pecho se sintiera tenso y pesado ... él no los dejarÃa. La decisión tomada, se habÃa vuelto y los habÃa arrastrado en sus brazos y los habÃa llevado a casa detrás de las paredes donde los demonios no podÃan encontrarlos. VigilarÃa a los hermanos humanos y aprenderÃa el secreto de por qué el cristal del corazón guardián protegÃa tal raza.
Sacudiendo los recuerdos de su mente, sacó la cadena de su camisa y echó un vistazo a la esfera que descansaba allÃ. Los fragmentos del cristal que habÃa tomado de los niños.
Lo elevó hasta el nivel de los ojos para ver cómo las pequeñas gotas de lágrimas flotaban dentro de la barrera que les habÃa dado. Tales hermosas hilachas de cristal azul que parecÃan nadar en un mar de lágrimas que habÃan causado. Lágrimas que sabÃa que los gemelos todavÃa perdÃan por su familia perdida, aunque venÃan menos a menudo que antes. Ocasionalmente, mientras descansaba, uno o ambos intentaban arrastrarse a la cama con él para dormir. No comprendÃa este aspecto de la comodidad, pero lo permitió, curioso.
Deslizándose el collar de nuevo en su escondite, Kyou se retiró de nuevo a la habitación que habÃa colocado Kyoko en y abrió la puerta. Sin pisar un pie dentro, podÃa sentir que la habitación estaba vacÃa y su furia creció. No le habÃa dicho que era libre de irse. Su expresión se endureció ... TendrÃa que aprender su lugar si querÃa protegerla.
Inhaló lentamente, detectando el olor de los gemelos que se mezclaban con los suyos. Caminó sobre pies silenciosos hacia uno de los dos balcones que bordeaban el pasillo justo fuera de su habitación. Ãste condujo al centro del castillo y miró hacia abajo hacia las aguas termales que yacÃan dentro.
Al verla nuevamente, Kyou sintió que su ira se enfriaba. No habÃa huido como habÃa pensado por primera vez. Ãl silenciosamente la observó desde las sombras mientras hablaba con los hermanos.
*****
Kyoko caminó hasta el borde de la fuente caliente cerrada, todavÃa indeciso sobre si deberÃa o no estar aquà viendo a los gemelos bañarse o tratando de encontrar una salida del castillo por completo. Ver la felicidad despreocupada de los niños alivió sus preocupaciones durante unos minutos. Mientras estuvieran con ella nada pasarÃa ... ¿verdad?
Dejando que su mente se relajara, se sentó en el revestimiento de piedra que rodeaba el agua caliente, pegándose los pies mientras miraba al conjunto de gemelos humanos. TodavÃa tenÃa curiosidad por saber cómo vinieron los niños a estar aquÃ, con Kyou. "Hiroki, Hiraru, ¿dónde está tu mamá y papá?"
Los gemelos dejaron de salpicar y se volvieron hacia Kyoko con una inclinación hacia sus pequeñas cabezas. "La aldea fue atacada y todos desaparecieron en las llamas". Hiroki tomó un pedazo de tela de un lado, lo sumergió en un tazón de fuente en el lado del resorte, y comenzó a frotar su pequeño cuerpo.
Kyoko se sorprendió al ver que hacÃa espuma mientras se frotaba la piel. Entonces, ¿los padres del gemelo estaban muertos? -¿Cómo has venido aquà para estar con Kyou? Vio cómo Hiraru se dirigÃa a ella sonriendo.
Su pequeña cara se inclinó hacia Kyoko y ella pudo ver el calor en sus ojos. "Los demonios nos habrÃan llevado también, pero Kyou los detuvo y ahora nos quedamos con él". Se dio la vuelta y salpicó el agua de Hiroki, deshacerse del jabón mientras continuaba respondiendo a su pregunta. Los demonios no pueden encontrarnos ahora. Ni siquiera pueden ver este lugar, Kyou lo dijo. Kyoko vio cómo Hiroki luchaba por mojar el cabello de Hiraru y ensuciarlo.
Entonces⦠Kyou los habÃa salvado y ahora los miraba como un padre? Kyoko enarcó las cejas con confusión. Eso no sonaba como el Kyou que habÃa llegado a temer. Su mirada se suavizó por un segundo preguntándose si realmente lo conocÃa. -¿Un prÃncipe de hielo con corazón? Ella se rió de su propia broma.
Viendo la corriente de jabón que se dirigÃa hacia los ojos de Hiraru, Kyoko decidió ofrecer su ayuda. -¿Quieres que te ayude a lavarte el cabello?
Cuando los niños asintieron y se echaron a reÃr, Kyoko se puso nerviosa y se quitó la ropa, luego se deslizó al agua para ayudarlos, ignorando completamente el hecho de que en el momento se suponÃa que estaba tratando de encontrar un camino de regreso a los otros guardianes y lejos del guardián que se habÃa convertido en su cárcel.
*****
"¿Cómo se suponÃa que iba a saber que Kyoko regresarÃa a través del portal del tiempo en medio de la maldita noche?" Toya gritó en el cielo como si Kyou todavÃa pudiera oÃrlo. Le habÃa llevado a Shinbe un rato sólo para conseguirle esta calma.
Al principio, se sintieron aterrados cuando los rastros de rojo comenzaron a filtrarse en los iris de Toya. Cuando Toya empezó a destruir árboles selectos a su alrededor, habÃan decidido retroceder un momento y dejar que trabajara algo de su ira en lugar de dejar que se acumulara a un nivel tan peligroso.
"Y