Marginado : Por Estas Razones.. Lambert Timothy James
hasta la economÃa. Mientras me adentraba en el último tramo planificado de mi viaje, sentà náuseas por los "gurús" económicos que pasaban más tiempo reclamando una correlación incidental para impresionar al público en lugar de explicar de manera clara y concisa los mecanismos y remedios sociales, polÃticos y económicos a los problemas económicos globales. Lamentablemente, la pereza de estos oradores ha frustrado el punto de vista de la audiencia. Lo que puedo compartir de mi experiencia con cualquiera de ustedes que esté pensando en cuestionar la forma dominante de comercio y comercio de hoy en dÃa, el capitalismo, no esperen una bienvenida efusiva; deberÃan estar listos para enfrentar el furor de los alucinantes McCarthyistas, como suelo hacer.
He dejado que la clase de perezosos cerebrales descuidados de economistas y polÃticos anden de puntillas alrededor de temas apremiantes. En cambio, usted, el lector y yo estaremos nadando contra el torrente actual. Los capÃtulos uno al seis son exhibiciones del caso contra el actual status quo social, polÃtico y económico - el capitalismo. Si los veo al otro lado del capÃtulo siete, por favor sostengan con fuerza mi mano desde el capÃtulo ocho hasta el diez, donde me arruino por los fundamentos subliminales del capitalismo. Tómese tu tiempo para digerir el capÃtulo once y prepárate para una gran bofetada en la cara. En el argumento final, el capÃtulo doce sigue la recomendación de James Tobin: "Los buenos trabajos en economÃa contienen sorpresas y estimulan el trabajo".
¿Qué más? Hice este libro más fácil de leer que "Fat Torching" (âQuemaduras de grasaâ). Cada capÃtulo debuta con citas que le dan una pista de lo que puede esperar y han interpuesto "interludios" entre lotes para despertar a los jóvenes lectores con cortos perÃodos de atención, y para añadir un toque de novedad para los entusiastas de la literatura. Confieso a la gente que espera cartas y números coloridos y a los economistas adictos a la ketamina (modelos matemáticos) que lamento sinceramente haberlos defraudado. Una cosa es segura, en ningún momento me he echado atrás. Oh sÃ, y no malgasté mi energÃa en el discurso de los economistas del siglo XX. No es necesario tomar muestras de estiércol para confirmar que es estiércol; el hedor de las falsedades es suficiente para discernirlo como tal.
La idea de escribir un libro se equipará a desnudarse frente a una gran audiencia. Nunca tuve problemas para hacerlo. Pero mis constantes batallas internas a través de esta experiencia consistieron en sincronizar mi corazón con mi mente. Tuve que superar la tentación de ser guiado únicamente por la pasión o la visión. Tanto la intensidad como la precisión son esenciales en esta empresa para crear un nuevo concepto. Recuerde, en la vida, la pasión sin visión es un desperdicio de energÃa, y la visión sin pasión es un callejón sin salida.
Un alma brillante, Swami Vivekananda, a menudo cantada tan elocuentemente: "Toma una idea. Haz que esa idea sea tu vida - piensa en ella, sueña con ella, vive de ella. Dejen que el cerebro, los músculos, los nervios, cada parte de su cuerpo, estén llenos de esa idea, y dejen en paz cualquier otra idea. Este es el camino al éxito".
El mundo podrÃa algún dÃa conocer la magnitud de los sacrificios que hice para cultivar esta idea que realmente me importa, una solución a la grave injusticia social, polÃtica y económica mundial. Sin embargo, el ancla de este libro serÃa en vano sin proporcionar una alternativa de cuerpo entero al capitalismo, un remedio que podrÃa reparar justamente a los economistas socialmente conscientes. Ya es hora de que traigamos de vuelta el análisis dialéctico sin canalizar viejos demonios económicos. Sobre todo, espero que este libro estimule a un número de personas a discutir y promover la solución propuesta en este libro o creativamente para dar vida a otro camino lejos del capitalismo. Y que William Godwin descanse, por fin, en paz.
CapÃtulo 2
Kamikaze
"Soy el hombre más sabio del mundo, porque sé una cosa, y es que no sé nada."- Sócrates
Hace unos años, mientras caminaba por una desordenada y deprimente calle de Addis Abeba en EtiopÃa, la visión de una frágil madre adolescente y una niña sucia y dormida envuelta en su espalda con un pequeño trozo de tela, transportó instantáneamente mi mente de vuelta a mi derrota intelectual de "Waterloo" en el Aeropuerto Internacional Kenyatta de Nairobi. Fue entonces cuando me di cuenta: ¡Eureka! Aún asÃ, en ese dÃa, estaba lejos de ser años de una montaña rusa de investigación para articular una cura para la descomposición de las clases sociales que atormentaba a todas las sociedades.
Después de eso, invertà tiempo, dinero y energÃa para tener una idea real de los problemas que la gente enfrenta alrededor del mundo. Con ese fin, Tara y yo viajamos tanto como pudimos, leÃmos en abundancia y nos pegamos durante horas a la pantalla de televisión viendo documentales. Una de mis cruzadas nos llevó a través de la región subsahariana y oriental de Ãfrica (SSEA), y nos sorprendieron los muchos desafÃos de la región, que trascienden las fronteras geográficas. La caracterÃstica principal de la SSEA es una mamba exótica con dos cabezas: la corrupción y la represión. Se puede culpar a los gobiernos disfuncionales de la región, que se están utilizando esencialmente como un aparato para consolidar el poder y la riqueza dentro de unas pocas familias gobernantes. En resumen, los servicios públicos en toda esta región son una broma desastrosa.
Hay muchos dedos que señalar en el caos organizado de la SSEA; estas prácticas de gestión abismal son de diseño de las naciones de la SSEA o se les impone desde el exterior, como sospecho, para impedir tanto interna como externamente.
Mientras recorrÃa diferentes ciudades del hemisferio occidental, noté la misma gangrena que encuentro en paÃses africanos o latinoamericanos. En serio, uno pensarÃa que el estado de Illinois estaba en Nigeria cuando el ex gobernador Rod Blagojevich fue encarcelado por tratar de vender al cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, su antiguo escaño en el Senado. Los escándalos del BRIC son de proporciones épicas. No soy un gran fanático del fútbol, pero esperaba que los contratistas brasileños se burlaran de la Copa Mundial de Fútbol de 2014, con estadios y puentes sobrevalorados que se derrumbaron antes y durante la fiesta sagrada. ¿Qué decir del escándalo en la sureña ciudad china de Hengyang que provocó la dimisión de casi todos los lÃderes del Congreso del Pueblo? La prevalencia de la mala gestión de los recursos y la autocomplacencia de los dirigentes han dado lugar a niveles de despilfarro financiero sin precedentes en todo el mundo.
"Un paseo casual por el manicomio demuestra que la fe no prueba nada."- Wilhelm Nietzsche
En mi tour du poor monde, (viaje por el mundo pobre) conocà a estudiantes occidentales dedicados que estaban en o preparándose para viajes misioneros para animar sus currÃculos o para aumentar sus posibilidades de ser admitidos en una prestigiosa institución de educación superior. Me he sorprendido a mà mismo con hermosas fotos de celebridades que figuran en la lista A, o un portavoz de la caridad, que profundamente querÃa "salvar a la gente" (aunque a veces a los animales más que a la gente). La locura no es nada comparado con las clases de postgrado sobre compromiso público o desarrollo económico que he tomado en el mejor lado del mundo, donde encontré personajes ingenuos que se ven a sà mismos como obreros milagrosos y benefactores de paÃses del tercer mundo. Por muy talentosos que sean estos individuos, las fallas en su enfoque conceptual es la visión intolerante de los desafÃos y necesidades de las naciones menos desarrolladas. Basan sus modelos de desarrollo en la profunda pasión por el capitalismo y el sentido de superioridad cultural. Esta mentalidad me recordó el aforismo "si la única herramienta que tienes es un martillo, todo empieza a parecer un clavo".
¿Qué es más peligroso para las naciones pobres que los occidentales listos? Inmigrantes de paÃses olvidados por Dios; conformistas auto esclavos y adoradores, con poco acceso a las comodidades modernas y al gusto