Estudios históricos del reinado de Felipe II. Cesáreo Fernández Duro
Soto.
Nuncibay.
Juan Pérez de Vargas.
Francisco Ortiz.
Salazar.
QUEDARON EN EL FUERTE Y NO CONSTA LA SUERTE QUE TUVIERON, SI BIEN LOS MÁS MURIERON.
Coronel, Stefano Leopart.
Sargento mayor, Martín de Lequeque.
Capitanes, Bernardino Álvarez de Mendoza.
Federico Mazzalotte.
Juan Osorio de Ulloa.
Rodrigo Zapata, que entregó el fuerte.
Juan de Funes, que capituló.
Juan del Águila, idem.
Jerónimo de la Cerda.
Juan de Gama.
Sebastián Poller, inventor de los alambiques.
Maestres de campo, Alonso Padilla.
Miguel de Barahona.
Jerónimo de Piantanigo.
Capitanes, Bartolomé González.
Adrián García.
Pedro Vanegas.
Alonso de Guzmán.
Pedro Bermúdez.
Antonio de Mercado.
Gregorio Ruiz.
Juan de Vargas.
Carlos de Haro.
El Conde Galzano Anguisciolo, florentino.
Diego de la Cerda.
Luis de Aguilar.
Álvaro de Luna.
Jerónimo de Sande.
Juan Ortiz de Leyva.
Frías.
Martín Galarza.
Alonso Escobar.
Alonso Golfín.
Bravo.
Gaspar de Tapia.
Juan Paulo.
Pedro de Aguayo.
Juan Daza.
Francisco Rota.
Francisco Collazos.
Álvaro de Luna.
Clemente, siciliano.
Gabriel Girardo.
Georgio, siciliano.
Stefano Palavicino.
Charles de Vera.
Mos de Indón.
Mos de Lampujada.
Álvaro de Lara.
Julio Malvesín.
Gaspar Peralta.
Juan Antonio Spínola.
Jerónimo de Montesoro.
Constantino Sacano.
Giuseppe Tremarchi.
Juan Andrea Fantone.
Pedro de Vida.
Pedro de Juan.
Lucas Calabres.
Pedro de Almaguer.
Juan de Zayas.
Perucho Morán.
Juan de Zayas.
Juan de Castilla.
Luis de Aguilar.
Diego de Santa Cruz.
Pedro de Vargas.
Bernardino de Velasco.
Sebastián.
Bernardo de Quirós.
Piantanigo.
Borja.
Guillén Barbarán.
Garay.
Fuentes.
Juan Pérez de Vargas.
Diego de Vera.
Antonio Dávila.
Alférez, Sedeño.
Herrera.
Beltrán.
Serrano.
Pedro Ginovés.
Hidalgo.
Francisco Ortiz Zapata.
Diego de Castilla.
Martín de Ulloa.
Andrea Espinguel.
Rodrigo de Cárdenas.
Valdés.
Comisario, Pacheco.
Contador, Juan de Alarcón.
APÉNDICE I
RELACIÓN
de la jornada que hicieron á Trípol de Berbería las armadas católicas, años 1560 y 61. [38]
Al Duque paresció muy bien lo que el Maestre procuraba, porque allende del beneficio grande que venía al reino quitando un tan mal padrastro, de cabo él por su parte desearía hacer alguna cosa en Berbería, digna de memoria, como lo había hecho el Visorrey pasado Joan de Vega en la tomada de Africa, y ansí acordaron de escrebir los dos al Rey sobrello, encargando la solicitud del negocio al Comendador Guimarán, que se hallaba en la corte.
No pareció mal al Rey lo que el Maestre y Visorrey demandaban, por