Textos bizarros. Pedro Montalbán-Kroebel

Textos bizarros - Pedro Montalbán-Kroebel


Скачать книгу
No me preguntes por qué, pero te lo noto en la cara.

      HIJA: Prométeme una cosa, abuela. Prométeme que no vas a martirizar a mamá.

      ABUELA: No te vayas.

      HIJA: Esto ya está.

      ABUELA: Quédate conmigo, por favor.

      HIJA: Me voy a hacer la maleta.

      ABUELA: ¿Nos lo jugamos?

      HIJA: El azar no puede decidir por nosotras.

      ABUELA: Dale una oportunidad a tu abuela.

      HIJA: Cara.

      ABUELA: Si gano, te quedas hasta que me muera.

      HIJA: No digas eso, abuela.

      ABUELA: Entonces hasta que yo diga.

      HIJA: ¡Cara! Lo siento, abuela.

      [Sale]

      ABUELA: Corre. Vuela. Aquí me dejas, para que me coman los gusanos. Es ley de vida. Algún día te arrepentirás del tiempo que no has pasado conmigo. ¡Eres valiente! Yo soy valiente. Aquí, dentro de casa, soy valiente. Desde aquí me como el mundo. Reto al universo. Quiero salir de esta casa. Pero no me atrevo. Me falta valor. Soy cobarde, muy cobarde. ¿Dónde vas a ir, vieja? ¿Tú crees que a tu edad puedes valerte por ti misma? ¿Serías capaz de hacerlo? Yo no la martirizo. Es ella. Ella la que intenta despedazarme. Yo lo único que hago es defenderme. Solo soy una pobre anciana indefensa. Un trasto abandonado.

      [Una larga pausa]

      Miradla. Lo valiente que era. Ella sola con su hija y fue capaz de enfrentarse al mundo. Ella sola, ella sola...

      [Una larga pausa]

      Arrancamos las páginas, así, despacio. Debemos hacer pedazos. Muy pequeños. Lentamente. Así, cortando el papel en cuadrados. Soy una vieja idiota. Un mueble aparcado en medio de la nada. ¡Quién me ha visto y quién me ve!. Lápiz. Papel. La bata. Aguantar. Fingir. Dolor. La cabeza. El juanete. Burla. Vamos levántate y sal de esta cárcel. No puedes quedarte aquí con ella. Te vas a ahogar. Te matará. Lucha por tu vida. Tienes tiempo todavía. ¿De dónde saqué el valor para enfrentarme al mundo? ¿Cómo fabricaba el arrojo para luchar sola? ¿Qué hacía cuando tenía miedo? Hija, no me hagas más daño. Deja de atormentarme. ¿Qué te he hecho para que me odies tanto? No me hagas sufrir más.

      [Una larga pausa]

      MADRE: [Entra] Hace mucho frío en el despacho. [Pausa] No puedo trabajar. [Pausa] No me concentro. [Pausa] No me gusta estar sola. [Pausa] ¿Ha terminado ya de planchar?

      ABUELA: Sí.

      MADRE: Podías haberle dicho que apagara la plancha.

      ABUELA: No me he dado cuenta.

      MADRE: ¿Qué te ha dicho?

      ABUELA: He debido quedarme dormida.

      MADRE: ¿No ha dicho nada?

      ABUELA: No sé, creo que ha ido a hacerse la maleta.

      MADRE: Necesito concentrarme.

      ABUELA: Está haciendo la maleta.

      MADRE: Tengo que corregir los exámenes.

      ABUELA: La maleta.

      MADRE: ¡Es patético el nivel de mis alumnos!

      ABUELA: ¿No te das cuenta?

      MADRE: Me pregunto si la culpa será mía. No consigo que se aprendan la Ley de Faraday.

      ABUELA: Siempre estás con la misma murga.

      MADRE: Debería dejar las clases. ¿No crees?

      ABUELA: Cuando termine de hacer la maleta, se irá.

      MADRE: Estoy pensando en pedir una baja médica.

      ABUELA: Me pones la cabeza como un bombo.

      MADRE: Baja por depresión. Sí, eso. No aguanto más.

      ABUELA: Se irá. Tal vez para siempre.

      MADRE: Aquí me tienes, corrigiendo los mismos exámenes año tras año, las mismas preguntas, las mismas respuestas.

      ABUELA: El mismo lamento.

      MADRE: ¿Tú crees que me estoy haciendo vieja?

      ABUELA: Dos viejas locas enterradas vivas en una casa, eso es lo que acabaremos siendo.

      MADRE: Podríamos alquilar su habitación.

      ABUELA: ¿Alquilar? ¿A quién?

      MADRE: A una estudiante.

      ABUELA: Me parece bien. Así tendríamos a alguien con quien respirar.

      MADRE: Estoy cansada.

      ABUELA: Y yo.

      MADRE: Me duele aquí en el costado, como si me clavaran un puñal. Deben ser los...

      ABUELA: Yo tengo la tensión disparada.

      MADRE: Deben ser los...

      ABUELA: Tengo como una especie de vértigo agudo desde que me he levantado.

      MADRE: Mamá...

      ABUELA: Cuando llegas a vieja, todo son achaques. No sé de qué puede ser.

      MADRE: Yo...

      ABUELA: La pastilla de la tensión me la he tomado a la hora exacta en que me tocaba.

      MADRE: ... los nervios...

      ABUELA: No me está haciendo efecto.

      [Una larga pausa]

      MADRE: ¿Has acabado?

      ABUELA: Sí.

      MADRE: Me duele el costado. Deben ser los nervios.

      ABUELA: Voy a preparar la cena.

      MADRE: Deja, ahora la hago yo.

      ABUELA: No quiero cenar de cualquier manera.

      MADRE: En cuanto termine con los exámenes, voy

      ABUELA: ¿Qué preparo?

      MADRE: Déjalo.

      ABUELA: ¿Unas acelgas?

      MADRE: Cualquier cosa.

      ABUELA: ¡Un plato de cualquier cosa! De eso no tenemos. Hay que cenar como Dios manda.

      HIJA: [Entra] Me marcho. ¡Adiós!

      ABUELA: ¿Te tienes que ir ahora?

      MADRE: Ahora o mañana, qué más da. Se va a marchar.

      HIJA: Cuanto antes mejor.

      ABUELA:


Скачать книгу