Diez años y el vivir. David González Martín
Huía y regresaba, obediente. Huía, regresaba y con ella la ansiedad.
La ansiedad y los precipicios. Y los precipicios en la prisión y fuera de ella. Y fuera de ella las mentiras luchaban por conquistar su espacio. Y dentro de ella la verdad luchaba por destruir los muros. Los muros que callaban los secretos y susurros de una vida de años veintiuno.
Y pasó.
Murió.
Murió la prisión. Murió la depresión. Murió la mentira. La maté con 23 para poder vivir.
Empecemos por el principio…
PRIMERA PARTE:
DE[PRISIÓN]
Historia
La mujer es una madre,
cuida casas y cría hijos.
El hombre es un padre,
valeroso salva hogares.
La hermana, adolescente,
rebelde hacia señorita.
El hermano, dicen, sibarita
de magnífico expediente.
Y es mañana y corre el perro;
y es Lucía y rocía el invierno.
La mujer es un padre,
tremenda y valedora.
El padre es persona,
ateo y mima ángeles.
Y es hoy y vuela el tiempo
solo dos y no hay pequeños.
La hermana, casi mujer
de un hombre otra vez.
El hermano es sin saber
sobre el resto y sobre él.
Y habita roles y rehúye artista.
Hunde mares y pinta fantasías.
Silencia penas y busca compañeras.
Y busca compañeras
por ser hermano y ser hijo;
ser nacido en un colectivo
para doler y sobrevivir.
Sobre el autor anónimo
Los días son cuadros de un pintor
que no es, ni interesa.
Su brisa no lleva olor
y en su color es presa.
Pinta, en lienzos de pincel herido,
paisajes tristes de museo;
matiz de Eros y tono amarillo
para plañir su deseo.
Pero no seca; no hay viento.
Ya es tarde y es noche;
no hay día, no hay tiempo.
.
Y me atreví a dejar la tercera persona; me atreví a hablar en primera conmigo mismo.
Roles y hierros
Vivo en una jaula de costumbres
donde los hombres no pueden salir.
Tengo llave de la puerta y no sé abrir.
No sé abrir, aun teniendo dedos.
No sé abrir, pues son de miedos.
Quién seré
Érase perdidísimo en vano
mi relato en vida destrozado.
Érase lo que es hasta ahora
mi voz sin canción ni piano.
De mí qué será o hasta quién,
si soy o seré El Público de Lorca.
No condenen mi deseo en sombra,
que yo me tengo ya como rehén.
¿Por dónde ando o cuándo?
Que me arranquen esta duda
llena de abismos y amargura,
llena de lunas y de años.
Duerme mi cuerpo tendido sin alma,
que sin vida ya no vive por nada.
Tumbado sobre suelo de alfileres,
por paredes condenado en jaula.
¡Quiero ser como San Francisco!
Solo ahogo este pobre quejido
de libertad, por miedo de perdido,
y ansío por oler a su bandera.
Esencia
Quiero escapar al lugar de maravillas,
allá donde vives y mueren pesadillas.
Quiero huir al rincón de los deseos,
allá donde gritas y huye el lamento.
Quiero marchar al momento de calma,
allá donde sueñas y nutres tu alma.
Quiero correr y ser libre.
Quiero brincar y ser liebre.
Quiero librar y siempre
ser un corredor sin resquiebre.
Quiero dormir y ser fuerte.
Quiero yacer y ser césped.
Quiero luchar y siempre
ser un gladiador sin aliebre.
Quiero amar y ser valiente.
Quiero querer y ser vientre.
Quiero vivir y siempre,
siempre,
ser un volador con nido.
Quiero.
Es lo único que pido.
En suicidio
Todos estos mis pensamientos
son cuentos sin riego.
Confundidos entre sueños,
pesadillas
y naderías de un majadero.
Por sandeces y necedades
yacen ya como fantasías.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.