La venganza del cordero atado. César González
toba (¡otro indio!), el hijo de un padre alcohólico y violento, el mayor de seis hermanos, aquel que se colgaba del cable para ver pelis con su madre. En el Agote** le tocó –por carátula y por ascendiente– el sector de los más bravos. Al tiempo conoció a Patricio «Merok» Montesano, a quien definió como «un loco que daba talleres de magia dentro de la cárcel». (Si César fuese oriundo de Baltimore o de Macondo, el escritor local que contase su historia realzaría la figura del extraño que llega a traer luz, sucumbiendo a la tentación de convertirlo en mago de verdad. Pero nosotros somos cabeza, y nos parece más lindo que un pibe al que le gusta practicar nudos y hacer pases de manos sea capaz de crear magia verdadera en la vida de alguien.)
«Nos trataba bien –recordó César durante un reportaje–, no venía desde un lugar de profesor, al estilo ‘a ustedes, negritos, les voy a enseñar cómo es la vida’, que es muchas veces la postura de los talleristas en la cárcel. Daba su taller en el pabellón, derribando muchos prejuicios. Nos enseñaba un truco de magia mientras nos hablaba de Walsh, de Cooke, del Che, de lo que pasó en los ’70. Nos hablaba de arte, de poesía... Al principio no le di importancia, ‘este salame, qué importa lo que dice, si total me quedan un montón de años acá adentro’. Y comenzaron las preguntas: por qué nací en una villa, por qué tuve que ser pobre, por qué me tocó crecer en un contexto tan de mierda, por qué tuve que ver cuerpos acribillados a los 7, 8 años... Todo lo que sos es consecuencia de mamá y papá, te dicen. ¿Y alrededor de mamá y papá no pasa nada?, ¿en qué contextos se criaron ellos? Yo soy consecuencia de dos presidencias de Menem, del año 2001; no es poco lo que hicieron tantas basuras en este país. Yo era un niño pero me acuerdo del hambre que había en el barrio. ¿Cómo el psicólogo puede saltearse eso que es tan obvio?»
Los libros fueron cruciales, pero no lo fueron todo. «Hay gente que lee sin parar y hasta habla en latín y cree que un pobre es alguien que no llega a la categoría de individuo», contó otra vez. «Entonces un libro no garantiza nada, lo importante es lo que se siente en el corazón: si amor u odio, si sentís amor por la humanidad y te reflejás en el otro y te ponés en el lugar del otro y encima leés es una cosa; pero si sentís odio y leés, podés usar lo que leíste para justificar tu odio y desprecio por los demás... El arte fue siempre un privilegio aristócrata, determinado por lo material, por la clase en que naciste. En mi caso sirvió para darme una antorcha en la caverna y ayudarme a salir a la luz y transformarme como sujeto, para sentirme creador y no un número más de la matrix
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.