Terapia de vidas pasadas. José Luis Cabouli

Terapia de vidas pasadas - José Luis Cabouli


Скачать книгу
mínimo daño que pueda hacer necesita ser castigado.

       No quiero recordar nada.

       No quiero saber nada.

       Quiero olvidarme de todo.

       Quiero perder la memoria.

      Y la lista podría llenar un libro entero. Tomen cualquiera de estos mandatos y luego imagínense cómo puede llegar a ser la vida de una persona con tan sólo uno de estos mandatos. Realmente funcionan como una maldición y deben ser identificados para ser desactivados y perder su poder sobre la vida del paciente.

      A todos nos resulta muy fácil vernos en el rol de la víctima. Lo duro y difícil es verse como el victimizador o verdugo. Sin embargo, el secreto último de la sanación es tomar contacto con el lado oscuro del alma, reconocerlo como propio, aceptarlo y abrazarlo perdonándolo y perdonándonos a nosotros mismos. Muchos de los mandatos que hemos listado tienen su origen en vidas como victimizador. Tal vez esa experiencia ocurrió hace miles de años, pero la culpa fue tan grande al darse cuenta del daño provocado que la persona en cuestión sintió que para ella no había perdón. Como para el alma el tiempo no existe, ese mandato está vigente todavía como si recién se acabara de emitir. Sin embargo, la persona puede llevar ya en su cuenta varias vidas de sufrimiento como víctima, incluyendo la vida presente, por haber sido el verdugo allá lejos y hace tiempo. Tomemos por ejemplo este mandato: “Ningún sufrimiento es suficiente para pagar todo el daño que hice”. Éste fue el pensamiento final de una mujer en el momento de morir en una vida en la que había abusado de su poder causando dolor y muerte a muchos de sus semejantes. Ahora bien, no fue fácil llegar a ese punto. Esto le llevó un buen tiempo y varias regresiones hasta que finalmente la experiencia surgió espontáneamente. Fue muy duro encontrarse a sí misma en ese papel, pero el alivio fue inmediato. Al permitirse vivenciar ese personaje pudo identificar y desactivar ese mandato terrible que la había colocado en situaciones de abuso y de sufrimiento en su vida actual.

      Siempre que un paciente aparezca como víctima en una vida pasada hay que procurar que reviva la acción original que lo llevó a pasar por esa experiencia. Lo ideal es lograr esto en la misma sesión aunque no siempre esto es posible, en cuyo caso habrá que esperar la oportunidad propicia. Pero yo debo saber que el trabajo terapéutico y la sanación no estarán completos hasta que no se experimenten ambos lados de la moneda.

      Veamos un ejemplo sencillo. Un hombre joven consulta porque en determinadas situaciones siente un profundo dolor en el estómago como si le clavaran un puñal. Generalmente esto ocurre cuando tiene un altercado con amigos o compañeros de trabajo con quienes discute acaloradamente o cuando su novia sale sola de vacaciones. En la primera experiencia de vida pasada se ve en una taberna en la que discute con un conocido por causa de una mujer. Los dos están ebrios y, de repente, el otro saca un cuchillo y se lo clava en el estómago. El hombre se desploma al piso con el cuchillo clavado en su estómago al mismo tiempo que siente dolor, sorpresa, rabia, impotencia y muere desangrado sintiendo que ha sido traicionado por la mujer y por el amigo. Aquí ya tenemos el porqué de su dolor de estómago cuando discute y cuando su novia sale sola. Terminada la experiencia de la muerte simplemente le pido al paciente:

       —Contaré hasta tres y, al llegar a tres, irás al verdadero origen de esta experiencia. Al contar hasta tres irás al hecho original que te llevó a pasar por esta situación. Uno... dos... tres.

      Entonces el paciente aparece de improviso en una vida en la que él es un señor feudal, y como codicia a la mujer de uno de sus vasallos lo manda matar a éste para quedarse con ella. Ahora el paciente puede entender toda la historia y comprender que no es una simple víctima del infortunio. Él ha creado con su propio accionar el escenario para la vida en la que fue muerto en la taberna. También comprende la desconfianza cuando su novia tiene que viajar sola porque él tiene experiencia en codiciar a la mujer del prójimo. Al vivenciar ambas existencias el paciente pudo desprenderse totalmente de las sensaciones y malestares involucrados en ambas experiencias.

      Éste es un ejemplo breve y sencillo que además nos permite comprender que muchas de las dificultades y enfermedades que padecemos en esta vida no son kármicas, sino que son la consecuencia emocional del karma. Siguiendo con este ejemplo, la vida que originó el karma fue la vida en la que el paciente mandó matar a su vasallo. La vida en la que fue asesinado en la taberna es la vida kármica. Allí terminó con el karma generado en la vida anterior, pero se quedó con todas las reacciones físicas y emocionales en el momento de la muerte. Su dolor y sus emociones en su vida actual no son kármicos; son la secuela emocional de la vida kármica. Esto es muy importante porque muchas personas que padecen alguna enfermedad grave piensan o creen que están pagando un karma. Puede que sea así, pero también es posible que se trate de las secuelas emocionales de la vida en la que saldaron el karma por una acción anterior. Volveremos sobre el karma más adelante.

      En primer lugar, personalmente aplico la terapia de regresión en forma estrictamente individual. No es aconsejable efectuarla en forma grupal por la sencilla razón de que el terapeuta no puede saber lo que está pasando con veinte o más personas al mismo tiempo. Es posible hacer regresiones grupales, pero el terapeuta no puede trabajar las vivencias traumáticas de dos o más personas a un mismo tiempo. Imagínense que de pronto una persona se está ahogando en el mar, otra se está muriendo en la horca, una tercera está siendo quemada por bruja y una cuarta está enroscada en el cordón umbilical en su nacimiento. ¿Cómo hago para que cada una de ellas pueda hacer su experiencia hasta agotar todas las emociones? Una cosa es hacer una regresión y otra es hacer una terapia de vidas pasadas. Por otro lado, como verán en las historias a seguir, el paciente requiere un acompañamiento y un contacto constante con el terapeuta para poder atravesar por estas experiencias dramáticas. No es posible atender a dos personas al mismo tiempo, como podrán comprobarlo. El único ejercicio que conduzco en forma grupal es el del espacio entre vidas antes de nacer que encontrarán en el apéndice.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4R22RXhpZgAATU0AKgAAAAgADAEAAAMAAAABBywAAAEBAAMAAAABCqAAAAECAAMAAAAEAAAA ngEGAAMAAAABAAUAAAESAAMAAAABAAEAAAEVAAMAAAABAAQAAAEaAAUAAAABAAAApgEbAAUAAAAB AAAArgEoAAMAAAABAAIAAAExAAIAAAAkAAAAtgEyAAIAAAAUAAAA2odpAAQAAAABAAAA8AAAASgA CAAIAAgACAAtxsAAACcQAC3GwAAAJxBBZG9iZSBQaG90b3Nob3AgQ0MgMjAxNyAoTWFjaW50b3No KQAyMDIwOjA1OjEzIDE3OjU3OjA0AAAAAASQAAAHAAAABDAyMjGgAQADAAAAAf//AACgAgAEAAAA AQAACWCgAwAEAAAAAQAADeQAAAAAAAAABgEDAAMAAAABAAYAAAEaAAUAAAABAAABdgEbAAUAAAAB AAABfgEoAAMAAAABAAIAAAIBAAQAAAABAAABhgICAAQAAAABAAAcKAAAAAAAAABIAAAAAQAAAEgA AAAB/9j/7QAMQWRvYmVfQ00AAv/uAA5BZG9iZQBkgAAAAAH/2wCEAAwICAgJCAwJCQwRCwoLERUP DAwPFRgTExUTExgRDAwMDAwMEQwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwBDQsLDQ4NEA4O EBQODg4UFA4ODg4UEQwMDAwMEREMDAwMDAwRDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDAwMDP/A ABEIAKAAbAMBIgACEQEDEQH/3QAEAAf/xAE/AAABBQEBAQEBAQAAAAAAAAADAAECBAUGBwgJCgsB AAEFAQEBAQEBAAAAAAAAAAEAAgMEBQYHCAkKCxAAAQQBAwIEAgUHBggFAwwzAQACEQMEIRIxBUFR YRMicYEyBhSRobFCIyQVUsFiMzRygtFDByWSU/Dh8WNzNRaisoMmRJNUZEXCo3Q2F9JV4mXys4TD 03Xj80Y
Скачать книгу