La universidad como proyecto modernizador. Óscar Pulido Cortés
Este capítulo realiza una ref lexión teórica sobre la perspectiva moder- nidad/colonialidad, los procesos de modernización, las teorías y prác- ticas del desarrollo, cómo se han implementado procesos de guberna- mentalidad en Colombia y su materialización en la universidad. Con la implementación de instituciones, mecanismos, estrategias, discursos y prácticas de gubernamentalidad se ha pretendido formar un sujeto social que, en nombre del desarrollo y la modernización, se articule de manera eficaz y eficiente a la mundialización e internacionalización económica, social, política y académica, a través de la tecnologización del sistema de educación superior. Con estos cambios es evidente la implementación, en los países latinoamericanos y en Colombia, del modelo estadounidense de universidad, su estructura, sus apropiacio- nes particulares, sus efectos y sus apuestas.
La problemática de la universidad en Latinoamérica y específicamente en Colombia requiere, para su estudio, de la construcción de nuevas miradas y formas de acceder a objetos y problemas del conocimiento, es decir, para abordar su estudio se requieren herramientas metodoló- gicas que permitan generar nuevas perspectivas para comprender la universidad del presente, sus transformaciones, sus intencionalidades y sus prácticas. En este sentido, la opción del presente trabajo se ubica en la lógica de los estudios que vienen desarrollando un grupo de in- telectuales latinoamericanos de varias disciplinas, que ha conformado un programa de investigación denominado modernidad/colonialidad y que pretende realizar investigaciones en clave de producir un nue- vo paradigma que permita pensar “mundos y conocimiento de otro modo”1.
1 Arturo Escobar. Más allá del Tercer Mundo: Globalización y diferencia. Bogotá: Instituto
Colombiano de Antropología e Historia, Universidad del Cauca, 2005, 65.
La modernización de la universidad en Colombia, en concordancia con la implementación del modelo estadounidense, es una práctica de colonialidad de los saberes, ubicada en el centro de las discusiones de la construcción, o incluso de deconstrucción de proyectos nacio- nales y regionales. La universidad se convierte en la posibilitadora de la formación de un tipo particular de sujetos que, a través de la profesionalización y certificación de saberes, comienzan a construir nuevas formas de gubernamentalidad2 en fragmentos poblacionales que empiezan a tener incidencias en trabajadores, maestros, institu- ciones y fábricas estatales. Por otra parte, la implementación del mo- delo estadounidense de universidad en sus versiones privada y pública pretende convertir a Colombia en uno de los sitios de convergencia de las políticas de orden internacional, gestados después de la Segunda Guerra Mundial. Así, emergieron algunas universidades y otras se consolidaron en relación con la demanda de nuevos profesionales.
La perspectiva teórica se asume a través de categorías que permitie- ron clasificar y organizar la información, de acuerdo con los objetivos propuestos: el primer aspecto es el aterrizaje en una perspectiva de análisis que permite comprender la historia, los procesos educativos y sociales como prácticas; como segundo aspecto, los conceptos cen- trales del trabajo no se ubican “neutralmente” en una disciplina o in- tencionalidad determinada, sino que, a su vez, producen efectos en términos de saber-poder y producción de sujetos; es decir, no son sólo conceptos aleatorios o intelectuales, sino que son fuerzas que cons- truyen determinadas formas y maneras de acción; a su vez, concep- tos y categorías se encuentran ubicados en lógicas particulares que definen una forma específica de racionalidad de la cual dependen los sujetos, las instituciones y los saberes. En este sentido la investigación se pregunta por los procesos de modernización de la universidad co- lombiana y sus formas de organización, políticas públicas, proyectos educativos, currículos y formas de resistencia que se fueron gestando a su alrededor.
2 Comprendida como la plantea Foucault en sus cursos “Seguridad, territorio, población” (dictados entre 1977 y 1978) y el “Nacimiento de la biopolítica” (en 1979). Es decir, como un arte de Gobierno que para nuestro caso se ubica en el desarrollo del liberalis- mo y luego del neoliberalismo estadounidense.
En este sentido, la pregunta que en el presente se le hace a la uni- versidad, por su función y efecto en Latinoamérica, nos remite a una genealogía de ésta para poder realizar comprensiones que nos per- mitan mirar cómo ha sido constituida la universidad colombiana de hoy y en qué condiciones las propuestas modernas y modernizadoras, especialmente con los modelos liberales en primera instancia y lue- go neoliberales, han producido lo que hoy tenemos como universidad. Cómo se va instituyendo en luchas de poder, donde convergieron las élites nacionales, los discursos hegemónicos de los organismos inter- nacionales, las perspectivas modernizadoras de progreso y desarrollo, la imitación y descontextualización de las apuestas y en cierta medida la desnacionalización3 del país por la ruta de la internacionalización y mundialización, hoy concretada en los procesos de globalización.
LA UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA EN LA PERSPECTIVA MODERNIDAD/COLONIALIDAD
Al finalizar la década de los noventa un conjunto de intelectuales lati- noamericanos se congrega en torno a discursos, intereses y perspec- tivas de varias disciplinas que propende por pensar desde las Ciencias Sociales y la Filosofía, especialmente, las posibilidades de un pensa- miento y acción propia sobre Latinoamérica. Logran concretar una apuesta académica que va a ser esbozada en lo que denominaron pro- grama modernidad/colonialidad4. Dentro de las preocupaciones del grupo mencionado surgen como categorías de análisis la decoloniali-
3 Proceso mediante el cual los intereses de las políticas gubernamentales hacen un trán- sito de los intereses por consolidar la nación, lo propio, la identidad, a discursos y prác- ticas de orden mundial. Es decir, la influencia de los organismos internacionales en la consolidación de las estrategias regionales. Para el caso de la universidad, el asumir el modelo estadounidense que, para el caso de Latinoamérica, pretende ser hegemónico.
4 Santiago Castro-Gómez. “Decolonizar la universidad. La hybris del punto cero y el diálogo de saberes”, en Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel. El giro decolonial. Bogotá: Siglo del hombre editores, 2007, 13.
dad5 y la colonialidad del poder6, ubicando el problema central en el convencimiento de que el colonialismo no ha terminado y que, a lo que Latinoamérica y el mundo asisten a finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX y lo que va recorrido del XXI, es a la “transición del colonialismo moderno y su materialización en la colonialidad global, proceso que ciertamente ha transformado las formas de dominación desplegadas por la modernidad, pero no la estructura centro-periferia a escala mundial”7.
El grupo de estudios modernidad/colonialidad toma como punto de referencia las transformaciones del capitalismo global, luego de la Segunda Guerra Mundial, y afirma que aunque el modelo colonial moderno en apariencia termina con el desarrollo de organismos de orden internacional en financiación, políticas de paz, intervención en la cultura y la educación, organizaciones de seguridad e inteligencia, lo que ocurre es un desplazamiento y un proceso de sofisticación en las formas de acción sobre la periferia, para que ella siga subordinada. A su vez presenta situaciones más aberrantes que las del colonialis- mo moderno. La decadencia de la supremacía de los Estados-nación y de los controles políticos frente a la economía, muestra una aparente autonomía y predominio donde los ciudadanos y trabajadores pueden inf luir en la fría lógica de la ganancia capitalista u oponerse a ella;
5 Es una perspectiva de análisis que plantea que la descolonización iniciada por las colo- nias españolas y luego inglesas y francesas en los siglos XIX y XX es incompleta pues se limitó a lo jurídico político, en la medida en que se instauran los “estados-nación” en las periferias, con sus apropiaciones y formas particulares de organización y desarrollo. En este sentido la decolonialidad es un enfoque teórico-práctico que se dirige a una especie de segunda descolonización que intenta atacar las injustas y discriminatorias relaciones étnico-raciales, de género, económico-sociales, ideológicas, educativas, en la apropiación y circulación de los saberes culturales que la primera