Tomar las riendas. Cecilia Raczko

       “Happiness is a form of courage” (La felicidad es una forma de tener coraje)

       Anónimo

       CAPÍTULO 1 YO QUIERO Y YO PUEDO.

      Esta es una frase, que me enseñó la señorita María, cuando estaba en 3º grado del colegio y ahora me doy cuenta de la fortaleza que tiene: “Yo quiero y yo puedo”. Es importante que te preguntes antes que nada de qué lado estás, si del lado de que las cosas te pasan “mirá lo que me hicieron” “me cagar$#$” etc... ó del lado de “¿qué tengo que aprender de esto?” Te pregunto antes de seguir con este libro ¿Querés tomar las riendas? Sé sincera/o, porque es cómodo dejar que las cosas simplemente te sucedan ó esperar eventos “mágicos” sin hacer nada “si gano la lotería voy a...” ¿no te pasa a veces que estás esperando que otro haga, que otro reaccione, sin tomar las propias decisiones?. Si estás en ese lugar, estás desaprovechando Ser vos y dejar tu huella y voz en este Planeta. Nadie tiene tu combinación de ADN, somos seres únicos, tampoco es casualidad que tengas la edad que tenés, donde vivís etc... bueno hagamos algo con lo que nos toca y defendamos nuestros sueños que a eso vinimos. La recompensa es grandiosa, te lo aseguro.

      Porque “Tomar las Riendas” es salir del modo alienación, es crear el hábito de estar presente. Que estés decidida/o a conducir tu vida. Para esto no necesitás estar presente todo el tiempo, sino de sentir este instante y nada más, registrarlo, darte cuenta. Que puedas ser consciente de tus emociones sin juzgar. Si son negativas, dejalas marchar. El problema es cuando querés controlar todo y sólo sentir lo que “te conviene”.

      Una técnica muy buena para reconectarte, es simplemente respirar y exhalar profundamente. Cada vez tiene más sentido un tatuaje que me hice que dice:

      JUST BREATHE

      Y me pregunto ¡por qué llegamos al punto de tener que recordar respirar, ¡algo tan esencial!. Aceptemos que acá estamos para conectarnos con lo único que existe el AQUÍ Y AHORA. Así que respira la vida misma, que está para tí, hoy.

      Imagino que pensarás también, es fácil decirlo pero cómo enfrento “x” problema, no puedo ahora dedicarme a esto. Y te digo que es al revés. Te quiero compartir herramientas para que te sea más fácil vivir con mayor aceptación. Dicen por ahí que no podemos cambiar lo que nos sucede, sino cómo reaccionamos a lo que nos pasa. Bueno uno es el primer responsable, en dejar que las cosas nos superen, nos estresen y nos frustren. Te propongo pensar en un sentido positivo, que siempre hagas lo que tengas ganas de hacer a cada momento. Por ejemplo, es domingo en la tarde y te sentís deprimida/o, hacé algo, es miércoles por la noche y estás cansada/o hacé algo por eso, “me iría a dormir aunque sean las 19hs.” A esto te digo: hacelo. No dejes de hacer lo que sentís, porque cuando no nos escuchamos, es cuando nos empezamos a poner de mal humor, nos frustramos y “tiramos” esta bronca a los demás. Salí del qué dirán y empezá a diagramar la persona que querés ser. Al final del día habrás dado todo y tendrás una sensación personal de mucha fortaleza interior. Vos si querés, podés.

      Los límites los ponemos nosotros, las creencias que venimos arrastrando hace años y que nos limitan, porque nosotros mismos nos ponemos un techo, y cuánta energía que gastamos en eso, en vez de hacer lo que queremos. No dejemos que la vida pase sin cumplir nuestros sueños, desde los más chiquitos hasta los más grandes. Lo lindo de esos momentos es que te escuchás y actuar en consecuencia te da mucha energía para seguir. Ánimo porque te estas queriendo.

      Te propongo que vivas más, que te emociones más, que ames más, antes de arrepentirte por no haberlo hecho.

      Y sí es a corazón abierto, es arriesgar los sentimientos y sentirnos felices solamente por el hecho de haberlo darlo todo, sin esperar nada a cambio. Es que agradezcamos el regalo de la vida, viviéndola al máximo, con mucha entrega y amor: cocinar con amor, intencionar con buenas intenciones valga la redundancia. Bendecir más, crear un ambiente a tu alrededor que limpie. Esto es dejar un granito de arena, para que el mundo sea mejor, tirar para adelante y no para atrás. No estás sola/o y la luz es más fuerte que la oscuridad, siempre vale la pena, siempre.

      Tampoco sientas que esto se decide una vez en la vida y dura para siempre. Me ha pasado de sentir que estaba en mi eje, cumplir mis metas y sentirme muy bien conmigo misma y de golpe por problemas que me desbordan, encontrarme en foja 0 de nuevo. Pero nunca es 100% igual a la experiencia anterior, porque la conciencia ya está en otro nivel, no somos los mismos que hace 10 minutos, el entorno nos modifica constantemente.

      ¿Y cómo podes saber al tomar una decisión, si es para tu bien o no? El verdadero regulador de este proceso es nuestro estómago, cuando quieras saber si una decisión es la correcta o no para vos, preguntate desde el corazón y el estómago si te sentís bien con la decisión y ya tenés la respuesta. Parece sencillo, pero en medio de miles de notificaciones de Facebook, Instagram, el noticiero, los emails y las tareas del día a día que nos tapan y llenan nuestro preciado tiempo, perdemos la señal wifi con nuestro interior. Te pregunto ahora ¿Cómo estás? ¿Cómo te sentís?

      Hace poco descubrí una película, de esas que te dejan reflexionando, que se llama: “Belleza inesperada” (2016) con Will Smith: donde el actor estaba enojado con 3 cosas “Con el amor, con el tiempo y con la muerte” y estos tres elementos tomaban tal relevancia que tenían su propio diálogo. ¿Qué decía el tiempo? El tiempo decía de sí mismo que “soy un regalo”.

      Y hay mucha bibliografía que analiza el tiempo, porque hoy es un recurso que vemos escaso. Por un lado, existe el tiempo chronos, el tiempo de la sociedad, el que nos dice qué edad tenemos, qué hora es... y por otro, el tiempo kairos, que son esos pequeños momentos mágicos donde pareciera que todo se detiene. ¿Y qué tiene que ver tomar las riendas con esto? Que el “tomar las riendas” es que elijamos más tiempos kairos, donde nos sentimos plenos, disfrutando, haciendo lo que nos gusta y menos del tiempo funcional, chronos, el que nos marca la sociedad etiquetando con creencias limitantes: “estás demasiado grande para eso”, “sos muy joven para esto otro”, todos estereotipos y limitaciones que “compramos” y que no nos permiten sacar todo nuestro potencial.

      Wayne Dyer también nos habló mucho del tiempo, considerando dos categorías: 1. el Tiempo divino y 2. Tiempo cronológico, el primero donde Todo Existe, cuando tengo conocimiento sobre lo que me hace bien o no. No hay pasado ni futuro sólo presente. El segundo es el tiempo de la sociedad “años, meses, semanas...”.

      Y de golpe todo lo que leía me hablaba del tiempo, hace poco me encontré con una meditación de 21 días de Deepak Chopra sobre cómo reconocer y sanar la disfunción del Tiempo que me dejó esta gran idea:

       “El tiempo es una experiencia que cambia según cómo estemos en nuestro interior. Cuando hacés algo que te apasiona el tiempo vuela. Cuando hacés algo que te aburre el tiempo parece no transcurrir. Cuando estás haciendo algo que no tiene sentido, sentís que perdés el tiempo. Cada uno de nosotros percibe el tiempo según su estado psicológico: para alguien que está enamorado 1 hora es un minuto. El tiempo desequilibra la mente y el cuerpo,