Obras Completas de Platón. Plato
Argumento del Hiparco[1] por Patricio de Azcárate
Hiparco o del amor a la ganancia
Argumento del Minos[1] por Patricio de Azcárate
Argumento de Los rivales[1] por Patricio de Azcárate
Argumento del Timeo de Locres[1] por Patricio de Azcárate
Timeo de Locres o del alma del mundo y de la naturaleza
Argumento del Epínomis por Patricio de Azcárate
Argumento del Axíoco[1] por Patricio de Azcárate
Argumento del Erixias[1] por Patricio de Azcárate
Argumento de De la virtud[1] por Patricio de Azcárate
Argumento de De lo justo[1] por Patricio de Azcárate
Argumento de las Definiciones por Patricio de Azcárate
Argumento de las Poesías por Patricio de Azcárate
Argumento de las Cartas por Patricio de Azcárate
Carta I. Platón a Dionisio, Sabiduría.
Carta II. Platón a Dionisio, Sabiduría.
Carta III. Platón a Dionisio ¡Felicidad!
Carta IV. Platón a Dión de Siracusa, Sabiduría.
Carta V. Platón a Pérdicas, Sabiduría.
Carta VI. Platón a Hermias, Erasto y Coriseo, Sabiduría.
Carta VII. Platón a los parientes y amigos de Dión, Sabiduría.
Carta VIII. Platón a los parientes y amigos de Dión, Sabiduría.
Carta IX. Platón a Arquitas de Tarento, Sabiduría.
Carta X. Platón a Atistodoro, Sabiduría.
Carta XI. Platón a Laodamas, Sabiduría.
Carta XII. Platón a Arquitas de Tarento, Sabiduría.
Carta XIII. Platón a Dionisio de Siracusa, Sabiduría.
Argumento del Testamento[1] por Patricio de Azcárate
Criterios de la presente edición
Para Alfred North Whitehead, «toda la tradición filosófica occidental consiste en una serie de notas al pie a Platón». Asimismo, en palabras de Virginia Woolf, «es Platón, sin duda, quien revela la vida en los interiores y describe cómo, cuando una partida de amigos se reunía y había comido sin el menor lujo y habían bebido un poco de vino, un muchacho hermoso se aventuraba a hacer una pregunta o refería una opinión, y Sócrates la recogía, la palpaba, le daba vueltas, la miraba por aquí y por allá, la desnudaba rápidamente de sus incongruencias y falsedades, y llevaba a toda la compañía, gradualmente, a contemplar con él la verdad… ¿Son lo mismo el placer y lo bueno? ¿Puede enseñarse la virtud? ¿Es la virtud un conocimiento?».
En esta edición de las Obras Completas de PLATÓN, se ha respetado en todo lo posible la valiosa traducción original de Patricio de Azcárate, apegada al griego, pese a la influencia de la traducción latina de Cristóforo Landino y la francesa de Victor Cousin,