Heridas de pasión. Montserrat García Pino
ESA FLOR QUE ME MIRA
LA SINFONÍA DE LOS CINCO SENTIDOS
DÉJAME DORMIR, POETA
Ya no me queda más tinta,
para escribir lo que siento,
un gran nudo en mi interior,
que va creciendo por dentro.
¿Cómo podré escribir esos versos?
Poemas nacidos del alma,
compuestos por un poeta,
que sin cuerpo me acompaña.
La noche es cruel conmigo,
¡Déjame dormir, poeta!
que en mis sueños te has metido,
para que escriba tus letras.
Despertares, vespertinos,
deja que mi mente duerma,
sedúceme con el sueño divino,
antes que mi corazón muera.
NO ESTABA MUERTA
Y por un momento,
llegue a sentir tanta paz,
que creí que había muerto.
Ya no se oía aquel perro ladrar a lo lejos,
ni tampoco el lamento del viento.
Era tal el silencio que había,
que se podía escuchar mis lágrimas rodar.
No estaba muerta,
pero podía estarlo.
Cerraba los ojos
y miles de imágenes se cernían en mi mente.
No estaba muerta,
ni quería estarlo.
Sentía como si mi cuerpo fuese
arrastrado por el mar.
Hacia adentro.
Con ese baile que las olas danzan suavemente,
meciéndote.
No estaba muerta,
pues todavía notaba mi cuerpo unido a
mi mente.
Y aunque mis lágrimas seguían saliendo,
sentía que mi alma se agarraba a mi
cuerpo.
Porque sabía,
que no estaba muerta.
LO QUE ESCONDEN SUS OJOS
Lo que esconden sus ojos,
no es amor eterno,
es un miedo irrefrenable,
a la oscuridad del cielo.
A los días sin ella
y al pensamiento oculto,
lo