Lo que mi voz leía. Javier Naranjo Moreno

Lo que mi voz leía - Javier Naranjo Moreno


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PROFESORA

      Girardota, Noviembre 17 de 2012 SIEMPRE TE RECUERDO LEYENDO

      San Juan de Pasto, 2016 QUERIDO ABUELO

      Matituy, 2016 JULIA

      Rionegro, 29 de marzo de 2014 MARÍA CANDELARIA

      Cajabamba. 20 de Diciembre del 1981. Trujillo SR: CESAR APAZA CAHUANA

      Guarne, junio 14 de 2012 QUERIDO PROFESOR ORTIZ

      Subachoque 28-05/15 QUERIDA SOLEDAD!

      Medellín julio de 2015 PROFESORA GABRIELA

      Oaxaca, 25 de octubre de 2018 PARA MI PROFE DE LITERATURA

      El Carmen de Viboral, 2015 [RECUERDO EN LAS FRIAS NOCHES]

      Cali, 2016 MITA

      1 Sep 8 2016 A MI HERMANO….MI HEROE

      Pomabamba, 2014 [QUERIDA MAMÁ]

      Istmina 9 del 2013 SEÑORA NARCISA

      Apartadó, 2014 PARA BERNARDO… EL NECIO BERNARDO...

      Barranquilla, marzo 19 de 2015 [HOLA LILIA]

      9-SEP/2016 CARTA A MAMÁ

      Girardota, 2012 BRINDIS DE PALABRAS

      Cajabamba, 17 de noviembre de 2014 SEÑOR: SAMUEL QUISPE TORRES

      Medellín, 19 de noviembre de 2009 [QUERIDO PAPÁ]

      Medellín, Colombia. 15 de julio, 2015 MADRE

      Pomabamba Noviembre del 2014 QUERIDO PROFESOR: JORGE RAMOS CHÁVEZ

      El Retiro 15 de julio de 2010 SEÑORA LIA

      Girardot, 2016 POR ESTE LADO LEE

      Cali, 2016 A MI MADRE

      San Roque- Antioquía, 2014 MI AMADA MADRE

      Cúcuta, 2016 NIÑO DE OJOS VERDES

      Apartadó, 2014 MI LINDA TIA

      Carepa, 2010 MI PROFESORA FIDELIA

      Puerto Berrío, Feb/18/09 HOLA

      Andes, 2009 A - E - I - O - U LAS VOCALES DEL PERÚ?

      Apartadó, 25/07/2014 QUERIDA Y RECORDADA. PROFESORA AMANDA

      La Ceja, 2012 FLOR MARÍA

      Medellín 18. de julio 2014 [QUERIDA PROFESORA]

      Santiago de Cali, septiembre 2016 AMADA MAMITA

      Cisneros, 2009 ¿QUIÉN ME HIZO LECTORA?

      El Carmen, 29-03-14 QUERIDA SEÑORITA ROSA

      Cúcuta, octubre 20 de 2016 QUERIDA TIA: PETRONA. SALUDOS

      Guarne, 14-2009 CORDIAL SALUDO

      Medellín, 2016 LA PEDAGOGÍA DEL SILENCIO

      Andes, 2009 CIELO

      Matituy, 2016 [MI INFANCIA LA COMPARTÍ DENTRO DE UNA FAMILIA]

      El Carmen. 29/03/2014 BUENAS TARDES, DÍAS Y NOCHES SEÑORA DESCONOCIDA

      Girardota, 2012 A - E - I INTENTABA ENTENDERTE

      Cajamarca, 2014 MUY NO ESTIMADA TELEVISIÓN

      Cucuta, VIII-5-2015 [MI MADRE, UNA CAMPESINA]

      Cesar, 30 de sept./09.- SEÑORA JOSEFA DAVILA

      Cúcuta, octubre 20 de 2016 SALUDO CORDIAL

      Girardota, 2012 *ATRAC ED ROMA ROP AL ARUTCEL

      Condoto. Fecha. Noviembre. 09 - 11 - 2013 NOMBRE. MARY LUZ MURILLO MIES

      El Carmen de Viboral [ME HUELE A POLVO DE TIZA]

      Cúcuta 2015 [YA EL TREN NO LLEGABA A LA ESTACIÓN]

      Medellín, 12 de noviembre de 2009 [RECUERDO CON UNA MEZCLA DE JÚBILO Y NOSTALGIA]

      Nombre Ana Rocío Lenis [HOLA MIS A YO ME A ENSEYADOA LOS GRITOS]

       Notas al pie

      Este es el tercer título de nuestra colección LETRA X LETRA – EPISTOLAR. Y aunque hace parte de esa escritura (epistolográfica) que nace de un decir que se le envía a otro (cercano o lejano, vivo o muerto, real o imaginario), es un volumen que brilla por su contraste y autonomía. Como lo aclara uno de sus compiladores y editores literarios, Javier Naranjo, no siempre los textos suelen ser cartas en el sentido tradicional que las conocemos o las hemos nombrado; a veces son quejas directas, confesiones tristes, secretos revelados, declaraciones rabiosas, fragmentos de memorias, mínimas autobiografías… O sea, aunque el formato es el epistolar, su escritura transita por muchos lugares, y el alma que las envuelve es algo que, como editores, preferimos llamar poesía, pero una poesía de la vida, cotidiana, de las emociones, de las alegrías y los dolores, las amarguras y los recuerdos hondos. Lo bello de estas cartas, raras y únicas, radica en el hecho, como dice Naranjo, de que fueron escritas por aquellos que no están en nuestro radar de famosos y reconocidos, sino que son, como la mayoría de nosotros, ciudadanos y habitantes de las calles y los caminos; cartas que, a su manera, le pueden pertenecer a cualquiera cuando, a decir verdad, nos expresamos con nuestras palabras más sinceras y propias (las que nacen de nuestros sentimientos), y que no han pasado por ninguna norma ni regla de lenguaje: nuestro decir no-domesticado. Lo bello y conmovedor de estas cartas-textos-escritos es que los talleristas que las incitaron (Javier Naranjo y Orlanda Agudelo) lograron que los participantes (pertenecientes la mayoría al diverso mundo de la palabra, la docencia y la escritura) “sacaran” algo de la poesía personal que los acompaña, que los ha hecho ser lo que son, a su pesar o contento: en esto, Javier y Orlanda hacen magia; hoy en día, en este mundo nuestro, en el que es una necesidad aprender a convivir con la realidad y sus máscaras, mientras logramos conquistar un lugar, es harto difícil llegar a una escritura como esta: tan desnuda de corazón. Como editorial celebramos, desde que llegó a nuestras manos, este manuscrito: es un privilegio presentarlo a los lectores. Y, por último, algo sobre la unificación y el registro de la escritura: como editores y correctores estamos obsesionados con la correcta sintaxis y gramática, con la diafanidad y univocidad que ofrece la norma lingüística; este manuscrito, por decirlo así, exige su propia manera de ser leído: aquí, los errores no son errores, son huellas y alma de quien escribe. Por eso, cada carta es un pequeño mundo que pide paciencia para ser conocido y explorado. Dicho de otra manera: cada carta es la que edita nuestra manera de leer y comprender; incomoda, si hay resistencia; ilumina, si hay apertura. Es este un libro, sí, pero también es un coro y un hermoso viaje por cada caminito que son estas vidas. Y, lo mejor, un coro de otredades sobre nuestra realidad colombiana y latinoamericana, que tanto necesitamos seguir conociendo.

       Juan Felipe Restrepo David

      Lo que mi voz leía es, si se quiere, un libro singular. Noventa y cinco testimonios acerca de cómo comenzó en la infancia la práctica de la lectura. Y quiénes tenían la responsabilidad en ese, casi siempre, tortuoso camino. Cuesta escribir la palabra “tortuoso”, cuando debería ser “festivo” la palabra empleada. Pero aquí mandan los recuerdos y ellos, correspondientes a noventa y cinco personas que les cuentan por escrito a Javier Naranjo y a Orlanda Agudelo sus primeras experiencias en dicho aprendizaje, son casi siempre inexorables. Sufrieron el duro carácter de sus profesores y guías, además de las adversas condiciones que en algunos casos tuvieron que padecer quienes querían, por encima de todo, aprender a leer. Y quienes hoy son o se aprestan a ser, en la mayoría de los casos, a su vez, profesores y guías de lectura.

      Es un bello título el de este libro, que dice a las claras que cada uno de nosotros tiene una voz particular para juntar letras y pronunciar palabras, balbuceantes, que van conformando los pequeños universos que se abren ante nuestros ojos, ya para siempre. Y que, cualquiera sea ese camino,


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