Los Registros Akasicos segun Edgar Cayce. Kevin J. Todeschi
LOS
REGISTROS AKÁSICOS
SEGÚN
EDGAR CAYCE
LOS
REGISTROS AKÁSICOS
SEGÚN
EDGAR CAYCE
EL LIBRO DE LA VIDA
KEVIN J. TODESCHI
Título original: Edgar Cayce on The Akashic Records—The Book of Life © 1998 por Kevin J. Todeschi
Traducción: María Victoria Roa Toledo
Diseño de cubierta:
De la presente edición en español:
© 2008 por Kevin J. Todeschi y
Libros Iluminados: división de A.R.E. Press
A.R.E. Press / Libros Iluminados
215 67th Street
Virginia Beach, VA 23451-2061 U.S.A.
De las lecturas de Edgar Cayce:
© 1971, 1993-2007 por Edgar Cayce Foundation.
Reservados todos los derechos. Queda prohibida toda forma de
reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de
cualquier porción de esta obra sin contar con autorización escrita de
A.R.E. Press, Association for Research and Enlightenment, Inc.
Primera edición: Marzo, 2011
Impreso en los Estados Unidos de América.
ISBN 13: 978-0-87604-721-7
A aquellas almas que realmente
no olvidan de dónde vienen o hacia donde van . . .
Vi también a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros.
Apocalipsis 20:12
ÍNDICE
1 Los Registros Akásicos: Cronistas del pasado
2 Caso: La familia de Anna Campbell
3 Percepciones del pasado propio
4 Los Registros Akásicos: Indicadores del presente
6 Como trabajar con el presente
7 Los Registros Akásicos: Probabilidades y potenciales
9 Percepciones del futuro propio
Prefacio
No es una exageración decir que el computador ha transformado (y sigue transformando) el planeta. Bien sea en cuanto a tecnología, transporte, comunicación, educación o entretenimiento, la era del computador ha revolucionado el mundo y la forma en que nos entendemos y nos llevamos unos con otros. No hay segmento de la sociedad moderna al que no haya afectado. La cantidad de información almacenada ahora en la memoria del computador, que diariamente circula vía Internet, es literalmente inconmensurable. Y, sin embargo, este vasto complejo de sistemas de computación y bases de datos colectivas no llega siquiera a aproximarse al poder, la memoria o la omnisciente capacidad archivadora de los Registros Akásicos.
Para mayor claridad, los Registros Akásicos o «Libro de la Vida» se pueden comparar con el sistema de supercomputación del universo. El vocablo Akasa proviene de la palabra que en sánscrito significa «espacio ilimitado» y equivale a un depósito general de la totalidad de la información de todas y cada una de las personas que alguna vez han vivido. Más que un simple archivo de acontecimientos, los registros akásicos constituyen un depósito de cada hecho, palabra, sentimiento, pensamiento e intención que haya tenido lugar en todas las épocas de la historia del mundo. Mucho más que un simple depósito de recuerdos, estos registros akásicos son además interactivos y ejercen una tremenda influencia sobre nuestra vida cotidiana, nuestras relaciones, sistemas de sentimientos y creencias, y sobre los potenciales y probabilidades que atraemos.
Los registros akásicos contienen la historia de cada una de las almas desde los albores de la creación. Estos registros nos conectan unos con otros. Contienen el estímulo de cada símbolo arquetípico o relato místico que ha tocado profundamente los patrones de comportamiento y experiencia del ser humano. Han sido la inspiración de sueños e invenciones. Nos hacen experimentar atracción o repulsión de unos por otros. Moldean y dan forma a todos los niveles de la conciencia humana. Son una parte de la Mente Divina. Son juez y jurado imparcial que trata de guiar, educar y transformar a cada quien para que se convierta en lo mejor que pueda llegar a ser. Encarnan una siempre cambiante y fluida selección de futuros posibles que se convierten en potenciales cuando usamos y aprendemos de los datos ya acumulados.
Se puede encontrar información sobre estos registros akásicos—este Libro de la Vida—en las tradiciones y leyendas populares, la mitología y en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Su rastro se puede seguir hasta los pueblos semíticos, los árabes, asirios, fenicios, babilonios y hebreos. Cada uno de estos pueblos albergaba la creencia de que existe algún tipo de tablillas celestiales que contienen la historia de la humanidad y también toda clase de información espiritual.
En las escrituras bíblicas, la primera referencia a un libro sobrenatural se encuentra en Éxodo 32:32. Después que los israelitas cometieron el terrible error de adorar al becerro de oro, fue Moisés quien intercedió por ellos, ofreciendo asumir toda la responsabilidad y que su nombre se borrara «del libro que Tú has escrito» en compensación por aquella acción. Más adelante, en el Antiguo Testamento, vemos que no hay nada con respecto a una persona que no sea conocido en este mismo libro. En el Salmo 139, David apunta el hecho de que Dios lo ha escrito todo acerca de él y todos los detalles de su vida, incluso las imperfecciones y acciones aún por ocurrir.
Para muchas personas este Libro de la Vida sencillamente es un símbolo de aquellas destinadas al cielo y tiene sus raíces en la costumbre de anotar los registros genealógicos de los nombres o tal vez en los primeros censos efectuados. La religión tradicional sugiere que este libro—en forma simbólica o literal—contiene los nombres de todas aquellas dignas de la salvación; y ha de ser leído en lo concerniente al juicio divino (Dan. 7:10, Rev. 20:12). En