Mercedes Sosa - Más Que Una Canción. Anette Christensen
y que no se ocupe del problema de los niños abusados por sacerdotes. Demasiadas adolescentes mueren por acudir a médicos incompetentes que no saben cómo hacer el procedimiento de manera segura y adecuada. Cree que las niñas promedio de 15 años de edad no son capaces de cuidar un hijo y que dichas niñas necesitan que alguien hable por ellas.8 Como resultado, se embarca en un viaje de por vida, convirtiéndose en vocera de los derechos de la mujer y, en 1995, es distinguida por su trabajo al recibir el Premio UNIFEM de las Naciones Unidas.13
Mercedes jamás se arrepiente de su decisión de hacerse un aborto, pero sin embargo con frecuencia se siente culpable al respecto.
LA PRESIÓN financiera, su estilo de vida impredecible, criar un hijo, sus desacuerdos en política y los celos de Oscar —que causan que él la maltrate— la fuerzan a preguntarse si puede mantener sus votos y conservar su matrimonio4. Está desesperada por escapar, pero está atrapada por su voto. Siempre ha sido una “buena chica”. No ha tenido sexo con nadie antes de casarse y jamás le ha sido infiel a su esposo. De acuerdo con las normas de la época y los valores tradicionales de su región, creció creyendo que las buenas chicas no se divorcian. Aun así, está evaluando tomar otra difícil decisión que va contra sus valores y su personalidad leal. Pero mientras lo está considerando, se entera de que Oscar le ha sido infiel y quiere dejarla por otra mujer. Él toma la decisión por ella, aliviando su conciencia. De todas maneras, ella se siente humillada y encuentra difícil aceptar que él la ha abandonado. El odio no es un sentimiento que la posea normalmente, pero Mercedes siente odio hacia la otra mujer durante el resto de su vida. “No rompí mi matrimonio. Él me abandonó. Una chica tucumana se casa de por vida. Eso me destruyó”4.
Mercedes y Oscar estuvieron casados durante ocho años cuando Mercedes, a los 30 años de edad, finalmente aceptó que el matrimonio había muerto y aceptó separarse.
Luego del divorcio se sentía desconsolada y sola. Ni siquiera tenía un lugar de residencia permanente e iba de una pequeña pensión a otra con Fabián, que ya tiene siete. Eventualmente decide enviar a Fabián a vivir con sus padres en Tucumán. Sus ingresos provienen de cantar en clubes nocturnos en Buenos Aires, pero no gana lo suficiente y tiene que pedir prestado a sus amigos para poder sobrevivir. Llegado el momento de devolver a sus amigos y al preguntar cuánto debe, todos le responden con variaciones de la réplica: “¿Qué dinero?”. Queda profundamente conmovida por el sentido de solidaridad mostrado por sus amigos, que son artistas luchando por llegar a fin de mes también.
En 1965, Mercedes da un paso significativo hacia adelante en su carrera. Gracias al apoyo de un cantante argentino muy popular, Jorge Cafrune, quien la invita a cantar en el Festival Nacional de Folclore de Cosquín, donde tiene un gran éxito. Al inicio, el comité del festival no quiere que cante pues la considera una comunista, pero Jorge Cafrune insiste. Parada en el escenario con su brazo rodeando a Fabián, a quien lleva con ella siempre que puede, agradece a Jorge Cafrune y al comité la oportunidad de cantar. La canción que le da su mayor espaldarazo es casi profética, su letra apuntando ominosamente lo que ella está a punto de enfrentar.
Viene a mí la noche en medio de la tarde,
Pero no quiero convertirme en sombras,
Quiero ser luz y quedarme.
EN 1967 una nueva vida va tomando forma. Profesionalmente, Mercedes está siendo presentada en los grandes escenarios internacionales. Realiza conciertos en Miami, Roma, Varsovia, Lisboa, Leningrado y muchas otras ciudades. Se compromete con Francisco “Pocho” Mazzitelli, su representante, con quien había establecido una amistad estando aún casada con Oscar. Al principio era simplemente un muy buen amigo y compañero, pero la amistad se convirtió en amor. Se hizo imprescindible para la manera en que Mercedes se desarrollaba como música, pues le gustaban muchos géneros diferentes y la introdujo en la música clásica y el jazz. Su relación ayudó a Mercedes a evitar que se volviese aún más depresiva y solitaria luego de su divorcio. Francisco, o Pocho, como ella lo llama, la sacó de la oscuridad y Mercedes se dio cuenta de que debía aferrarse a él para mantenerse en la luz.4 Decidieron casarse en 1968. Pocho es un par de años mayor que Mercedes y le da la estabilidad y la paz que jamás experimentó en su matrimonio con Oscar. Terminó siendo el amor de su vida, su verdadero compañero y un padre sustituto para Fabián. También está allí para apoyarla en su duelo cuando su padre muere repentinamente de un ataque al corazón en junio de 1972, a la edad de 62.8
AL CRECER la popularidad del Movimiento Nueva Canción entre la clase trabajadora, se convierte en una amenaza para los dictadores gobernantes de todo el continente. Pronto, muchos de sus artistas enfrentan opresión política —censura, persecución, intimidación— y algunos son forzados a exiliarse. Uno de los líderes del movimiento en Chile, el buen amigo de Mercedes, Víctor Jara, públicamente apoya a Salvador Allende para presidente. En 1970, Allende asume como primer jefe de estado socialista en un país latinoamericano elegido democráticamente. Cuando se para frente a las masas por primera vez para ser aclamado, hay una pancarta colgando tras él que dice: “No es posible hacer una revolución sin cantar”.
Víctor Jara participa de todas las reuniones políticas de Allende. Da conciertos gratuitos en apoyo del gobierno y giras por todo el mundo, resaltando para el público el estilo de socialismo pacífico de Chile. Sin embargo, luego de un sangriento golpe el 11 de septiembre de 1973, los militares, liderados por el Comandante en Jefe Augusto Pinochet, derrocan a Allende, quien muere por causas desconocidas durante el ataque al Palacio de la Moneda.
Al mismo tiempo, Jara está en la Universidad Tecnológica de Santiago, donde es profesor. La universidad está ubicada a sólo unos cientos de metros del palacio presidencial y está rodeada por los militares, por lo que nadie puede salir. Víctor llama a su esposa inglesa, Joan, desde la Universidad, y le dice que se quede dentro de su casa con sus dos hijas hasta que los combates terminen. Le dice que pasará la noche en la Universidad con otros profesores y estudiantes y que regresará por la mañana. Se declaran mutuamente su amor antes de cortar la comunicación. Es la última vez que ella escucha su voz. Por la mañana, los estudiantes y profesores son atacados por los militares y, junto con miles de otros chilenos pro-Allende, son llevados al Estadio Nacional de Fútbol. Allí, Jara es torturado. Primero lo obligan a cantar y tocar la guitarra. Luego, cortan sus manos con un hacha antes de matarlo con cuarenta y cuatro disparos en la cabeza, pecho, brazos y piernas. Unos días más tarde, Joan encuentra su cuerpo en una zanja en las afueras de Santiago.14
Lo hicieron por miedo. Como dijo un oficial, “Víctor Jara puede hacer más daño con sus canciones que 100 ametralladoras”. La declaración del oficial sirve como ejemplo de lo poderoso que se había vuelto el Movimiento Nueva Canción y por qué la junta militar bajo el mando de Pinochet prohibió el nombre y la música de Jara en todo Chile. Afortunadamente su viuda, Joan, logró llevar de contrabando fuera del país la mayoría de la música original de su esposo, permitiendo que sea copiada y difundida por todo el planeta. Su trágica muerte lo convirtió en un mártir, un símbolo de la lucha contra el fascismo y la injusticia social en América Latina y en el resto del mundo.
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